El PSOE gana en Asturias y Podemos es la tercera fuerza
26.05.14 - 01:49 -
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VÍDEOResultados en Asturias
Un simple dato sirve para constatar el tremendo vuelco que el escenario político asturiano experimentó en las elecciones europeas de ayer. PSOE y PP copaban en los comicios de 2009 el 85% de los votos. Anoche, el recuento reducía su peso apenas al 50%, pese a que ambas formaciones continúan siendo, por ese orden, las más votadas. Sin embargo, el notable crecimiento de Izquierda Unida, que duplica sus resultados, y sobre todo la fulgurante irrupción de Podemos, que supera los 51.400 votos y se coloca como tercera fuerza en la región, sitúa el hasta ahora hegemónico esquema bipartidista en una situación comprometida. De la cita con las urnas, con una participación del 43,1%, también sale tocado Foro, muy lejos del objetivo de obtener representación en Bruselas y también de pelear con socialistas y populares por la victoria en el Principado.
El mapa político cambia, pues, por completo. La salida a escena de Podemos altera por completo el panorama. En su estreno electoral sobrepasa con holgura, con algo más del 99% del escrutinio cerrado al cierre de esta edición, la frontera de los 50.000 votos, solo por detrás de PSOE y PP y por delante, aunque por poco, de IU. A buen seguro que una gran parte de sus apoyos surgen del desencanto ciudadano con los dos partidos mayoritarios, que sufren una sangría descomunal de votos en relación con los comicios de hace cinco años. Votos que tanto Izquierda Unida como UPyD esperaban como agua de mayo y que, si bien reciben una parte de los mismos, lo hacen en menor proporción de lo esperado por el enorme trozo de tarta que se come la formación de Pablo Iglesias.
Es verdad, eso sí, que el PSOE es el vencedor de las elecciones europeas en Asturias. Repite triunfo, sí, pero amargo. Logra cerca de 98.000 votos, el 26% del total, cuando hace cinco años superó los 180.000, un 43%. El desplome es brutal. El discurso de los socialistas como única alternativa posible a la derecha no cuaja y, de hecho, el primer asturiano en la candidatura, Jonás Fernández, en el puesto 14, entrará en el Europarlamento por los pelos. 14 son los escaños logrados por el partido en estos comicios.
En la misma medida en que cae en picado el PSOE lo hace también el PP, cuyo representante asturiano, Salvador Garriga, que iba en el puesto 22, se queda fuera del escaño que había ocupado durante varias legislaturas. Los populares bordean en el Principado los 90.000 votos, el 24% del total, cuando en la anterior convocatoria habían alcanzado los 177.000, el 42%. Se repite una tónica que no es infrecuente en la región: el partido gana las elecciones en clave nacional, pero ni siquiera con ese tirón logra hacerlo aquí.
La aparición de Podemos en el panorama político asturiano es enérgica. Sus 51.400 votos, para una fuerza que se estrena en estas lides, son un botín de una cuantía incalculable. Es representativo que ni siquiera 40.000 votos le separan del PP y que consiga situarse por encima de la tradicional alternativa a los dos grandes partidos, IU, con excepción de la irrupción de Foro desde 2011. En el número seis de su candidatura aparece la primera asturiana, la avilesina Tania González, que podría acabar obteniendo un escaño si, como parece, renuncia al mismo el ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo.
La entrada de Podemos desluce en cierto modo el balance de IU, satisfactorio en un primer vistazo, dado que duplica sus resultados -en 2009 había logrado 24.000 votos y ahora roza los 49.000- pero las expectativas marcadas eran todavía más altas. La coalición saca rédito del declive de los socialistas, pero no tanto como esperaba. Pese a ello, los seis escaños obtenidos en la Eurocámara garantizan la presencia en la misma de Ángela Vallina, hasta ahora alcaldesa de Castrillón y representante asturiana de la candidatura.
Avance modesto
También mejora UPyD, aunque, como en el caso anterior, menos de lo esperado. Obtiene 22.600 sufragios, del orden de 5.000 más que en 2009, pero las expectativas de la formación magenta eran más altas y también ha sufrido la súbita aparición de Podemos. La presencia asturiana del partido de Rosa Díez en Bruselas se limitará a los vínculos que mantiene con el Principado el cabeza de lista, Francisco Sosa Wagner, porque Humberto Rodríguez Solla, anterior coordinador regional, se quedó muy lejos de conseguir el escaño.
De este 25-M sale especialmente malparado Foro. El partido de Francisco Álvarez-Cascos se había marcado como objetivo principal tener presencia en el Parlamento Europeo y, como reto secundario pero no menos importante, competir en votos en la región con PSOE y PP en su calidad de segunda fuerza en la Junta General del Principado. Pero ninguno de ellos se ha podido alcanzar. Apenas 16.000 votos en Asturias y 33.800 en el conjunto del país suponen una decepción en toda regla para la lista encabezada por Argimiro Rodríguez.
El escrutinio dejó anoche, pese a la victoria, una sensación de desazón en la sede de los socialistas asturianos en Oviedo. Poca gente y rostros serios pese a la victoria, con el secretario general, Javier Fernández, admitiendo que «no es el resultado esperado» aunque congratulándose de ser una de las tres comunidades con victoria del PSOE. Fernández destacó la aparición de Podemos y el «declive evidente» de Foro. El candidato, Jonás Fernández, admitió igualmente la insatisfacción por el resultado global aunque se mostró contento de tener presencia en el Parlamento Europeo.
Un simple dato sirve para constatar el tremendo vuelco que el escenario político asturiano experimentó en las elecciones europeas de ayer. PSOE y PP copaban en los comicios de 2009 el 85% de los votos. Anoche, el recuento reducía su peso apenas al 50%, pese a que ambas formaciones continúan siendo, por ese orden, las más votadas. Sin embargo, el notable crecimiento de Izquierda Unida, que duplica sus resultados, y sobre todo la fulgurante irrupción de Podemos, que supera los 51.400 votos y se coloca como tercera fuerza en la región, sitúa el hasta ahora hegemónico esquema bipartidista en una situación comprometida. De la cita con las urnas, con una participación del 43,1%, también sale tocado Foro, muy lejos del objetivo de obtener representación en Bruselas y también de pelear con socialistas y populares por la victoria en el Principado.
El mapa político cambia, pues, por completo. La salida a escena de Podemos altera por completo el panorama. En su estreno electoral sobrepasa con holgura, con algo más del 99% del escrutinio cerrado al cierre de esta edición, la frontera de los 50.000 votos, solo por detrás de PSOE y PP y por delante, aunque por poco, de IU. A buen seguro que una gran parte de sus apoyos surgen del desencanto ciudadano con los dos partidos mayoritarios, que sufren una sangría descomunal de votos en relación con los comicios de hace cinco años. Votos que tanto Izquierda Unida como UPyD esperaban como agua de mayo y que, si bien reciben una parte de los mismos, lo hacen en menor proporción de lo esperado por el enorme trozo de tarta que se come la formación de Pablo Iglesias.
Es verdad, eso sí, que el PSOE es el vencedor de las elecciones europeas en Asturias. Repite triunfo, sí, pero amargo. Logra cerca de 98.000 votos, el 26% del total, cuando hace cinco años superó los 180.000, un 43%. El desplome es brutal. El discurso de los socialistas como única alternativa posible a la derecha no cuaja y, de hecho, el primer asturiano en la candidatura, Jonás Fernández, en el puesto 14, entrará en el Europarlamento por los pelos. 14 son los escaños logrados por el partido en estos comicios.
En la misma medida en que cae en picado el PSOE lo hace también el PP, cuyo representante asturiano, Salvador Garriga, que iba en el puesto 22, se queda fuera del escaño que había ocupado durante varias legislaturas. Los populares bordean en el Principado los 90.000 votos, el 24% del total, cuando en la anterior convocatoria habían alcanzado los 177.000, el 42%. Se repite una tónica que no es infrecuente en la región: el partido gana las elecciones en clave nacional, pero ni siquiera con ese tirón logra hacerlo aquí.
La aparición de Podemos en el panorama político asturiano es enérgica. Sus 51.400 votos, para una fuerza que se estrena en estas lides, son un botín de una cuantía incalculable. Es representativo que ni siquiera 40.000 votos le separan del PP y que consiga situarse por encima de la tradicional alternativa a los dos grandes partidos, IU, con excepción de la irrupción de Foro desde 2011. En el número seis de su candidatura aparece la primera asturiana, la avilesina Tania González, que podría acabar obteniendo un escaño si, como parece, renuncia al mismo el ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo.
La entrada de Podemos desluce en cierto modo el balance de IU, satisfactorio en un primer vistazo, dado que duplica sus resultados -en 2009 había logrado 24.000 votos y ahora roza los 49.000- pero las expectativas marcadas eran todavía más altas. La coalición saca rédito del declive de los socialistas, pero no tanto como esperaba. Pese a ello, los seis escaños obtenidos en la Eurocámara garantizan la presencia en la misma de Ángela Vallina, hasta ahora alcaldesa de Castrillón y representante asturiana de la candidatura.
Avance modesto
También mejora UPyD, aunque, como en el caso anterior, menos de lo esperado. Obtiene 22.600 sufragios, del orden de 5.000 más que en 2009, pero las expectativas de la formación magenta eran más altas y también ha sufrido la súbita aparición de Podemos. La presencia asturiana del partido de Rosa Díez en Bruselas se limitará a los vínculos que mantiene con el Principado el cabeza de lista, Francisco Sosa Wagner, porque Humberto Rodríguez Solla, anterior coordinador regional, se quedó muy lejos de conseguir el escaño.
De este 25-M sale especialmente malparado Foro. El partido de Francisco Álvarez-Cascos se había marcado como objetivo principal tener presencia en el Parlamento Europeo y, como reto secundario pero no menos importante, competir en votos en la región con PSOE y PP en su calidad de segunda fuerza en la Junta General del Principado. Pero ninguno de ellos se ha podido alcanzar. Apenas 16.000 votos en Asturias y 33.800 en el conjunto del país suponen una decepción en toda regla para la lista encabezada por Argimiro Rodríguez.
El escrutinio dejó anoche, pese a la victoria, una sensación de desazón en la sede de los socialistas asturianos en Oviedo. Poca gente y rostros serios pese a la victoria, con el secretario general, Javier Fernández, admitiendo que «no es el resultado esperado» aunque congratulándose de ser una de las tres comunidades con victoria del PSOE. Fernández destacó la aparición de Podemos y el «declive evidente» de Foro. El candidato, Jonás Fernández, admitió igualmente la insatisfacción por el resultado global aunque se mostró contento de tener presencia en el Parlamento Europeo.
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