El Atlético de Madrid ha ganado su décima Liga. 18 años después de la última, el proyecto liderado por Diego Simeone ha conseguido llegar a la orilla, en un final agónico de campeonato, donde con dos puntos de los últimos nueve, ha llegado a los 90, tres más que los dos gigantes del fútbol español, Real Madrid y Barcelona. Culés y merengues llevaban diez años de manera consecutiva repartiéndose el torneo doméstico, mientras las diferencias económicas de ambos respecto al resto se agrandan sin cesar.
Por eso, todo el Camp Nou supo reconocer el enorme éxito de su rival. El empate a uno, con tantos de Alexis antes del descanso y Godín nada más volver de vestuarios, sacaba los colores a un ciclo del Barcelona que claramente llega a su fin. Pero antes de pitar a sus futbolistas, el Camp Nou se puso en pie para felicitar al campeón. Los rojiblancos han peleado muy pero que muy duro, con unas armas quizá más rudimentarias para el ojo del gran público, pero una maquinaria tan sofisticada que merece este título, y los que consiga, como el que más.
Se había complicado la Liga en las dos últimas semanas, llevaba siete partidos sacando puntos prácticamente solo gracias al balón parado, pero ha conseguido la friolera de 90 puntos, haciendo de menos a los siempre candidatos, con un fondo de armario mucho menor y jugando en varios partidos importantes, como esta vez, sin varios de sus mejores jugadores. Eso solo se puede entender desde la valentía de su técnico, que ha calado en los jugadores y en el resto del club, llegando hasta una afición que este sábado 17 de mayo llora de alegría y orgullo por sentirse tan identificados con aquello que sus colores representan y han conseguido.
De nuevo tocó empezar a remar desde el primer momento. Se torció rápido el planteamiento de Simeone. Obligado por las lesiones de dos hombres clave, Costa y Arda. Al cuarto de hora, el hispano-brasileño salió de un regate y se paró en seco, desmostrando que forzar para este duelo no acabó siendo buena idea. Y a los cinco minutos de que Adrián sustituyera a Costa, Arda pidió el cambio repitiendo los lamentos de su compañero de ataque. Raúl García relevó al turco. La buena imagen que dio en el inicio del choque el equipo que llegaba líder a esta última jornada se desvaneció tras estos dos contratiempos.
El Barça seguía dando la sensación de que no terminaba de creerse que tenía tan a mano una Liga que tras el último partido en casa dio públicamente por perdida. Sin que tampoco hiciera falta que apareciera Messi o Iniesta para poner el duelo a su favor, llegó el golazo de Alexis. En el minuto 34, el chileno se sacó un latigazo desde el costado derecho del área que entró por la primera escuadra de la portería defendida por Courtois. Cogió a todo el mundo por sorpresa, hata el punto que parte del público tardó décimas de segundo en celebrarlo hasta que asimiló que el trallazo pegaba en el interior de la red, y no por fuera.
La losa psicológica para los de Simeone era de órdago. Sacando sólo uno de los anteriores seis puntos, era inevitable ver cómo se estaba escapando una Liga que tuvieron en la mano durante muchas semanas. La reacción de orgullo del Atlético antes del descanso por lo menos valió para que los locales recordaran que ellos no llegaban a este partido con buena dinámica. Las dudas de Pinto y varios ‘uy’ de los colchoneros en una serie de córners consecutivos pusieron emoción a un partido que empezaba a no tener minutos suficientes para sustentar todo lo que estaba en juego y las consecuencias que debía tener el resultado. La tensión se elevó y Mateu Lahoz empezó a sacar tarjetas. De camino a los vestuarios, hasta Messi vio una por protestar.
Nada más reanudarse el duelo, Villa estrelló un balón en la cepa del poste. El asturiano, silbado por el que fuera su público (como ya le pasó en la Champions) tuvo acto seguido otra oportunidad tras una gran jugada colectiva que le dejó frente a Pinto, pero el portero, otra vez con sus maneras tan poco ortodoxas, consiguió desbaratar la ocasión. Y del córner que sacó el Atlético en ese ataque, llegó el cabezazo de Godín que volvía a colocar a los del Manzanares como líderes provisionales. El saque de esquina botado por Gabiencontró en el segundo palo el violento remate del uruguayo, que puso de manifiesto la inquebrantable fe de un grupo de futbolistas con pasado lejos de estas gestas pero con un presente admirable. La pregunta era si aguantarían 41 minutos más con, al menos, este resultado de empate.
No se conformó el conjunto visitante, y siguió acorralando al Barça hasta dejar en silencio a los 98.000 espectadores del Camp Nou. Los 400 atléticos que se desplazaron hasta la Ciudad Condal conseguían desde su rincón elevar sus cánticos de alegría por encima de la incredulidad culé, que esta temporada está batiendo récords.
Busquets se lesionó y Song le sustituyó. Xavi tenía que conformarse con seguir calentando y esperar su oportunidad, tras ser su ausencia la sorpresa en la alineación de Martino. Neymar, también suplente, acabó entrando por Pedro en el 65’. Pasado el empuje tras el empate, los rojiblancos, este sábado de amarillo y azul, se replegaron, sacando a duras penas las cada vez más frecuentes llegadas del Barça. Messi marcó en claro fuera de juego señalado por el asistente y un par de balones se pasearon por el área pequeña de Courtois. Eso animó al aspirante mientras Neymar salió dispuesto a llevar el peso del ataque. 
Adrián y Villa eran las opciones para el contragolpe, pero el Atlético comenzaba a dar síntomas de cansancio. Cuando este equipo tiene dudas, se juntan a su portero y se ponen a achicar balones. El problema para ellos, es que eso en el Camp Nou es sinónimo de agobio asegurado. Cualquier carambola o falta al borde el área da opciones a cualquiera de los 'cracks' azulgranas a tener opciones de marcar. 
Viendo el percal, Simeone decidió quitar a Adrián, que había entrado en su primer cambio, e introducir a José Sosa. Buscaba el argentino un equiloibrio mayor en la media aparte de la frescura de un futbolista dinámico y de gran golpeo. A falta de cuarto de hora, Xavi saltó al campo por Cesc. Messi se juntó en el centro del campo con todos su habituales cómplices y las combinaciones del Barça se convertían como mínimo en opción de pisar el área con peligro. 
El aguante de los 11 corazones atléticos sobre el campo sirvió para aguantar el 1-1. Cuando Mateu señaló el final, los visitantes lloraron, celebraron y saltaron mientras el público barcelonista le brindaba su deportivo homenaje con aplausos y hasta un tímido ‘Atleti, Atleti’ que ya ha entrado para siempre en los libros de historia del fútbol español. Enhorabuena al club madrileño por su décima Liga, que ha roto con muchos tópicos y ha vuelto a demostrar que en fútbol, prácticamente todo es posible si se tiene fe ciega en lo que se hace.
- Ficha técnica

1 - Barcelona: Pinto; Alves, Piqué, Masche, Adriano; Busquets (Song, m.57), Iniesta, Cesc (Xavi, m.76); Alexis, Messi y Pedro (Neymar, m.62).

1 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Arda Turan (Raúl García, m.22), Gabi, Tiago, Koke; Diego Costa (Adrián, m.16 (Sosa, m.71) y Villa.

Goles: 1-0, m.33: Alexis. 1-1, m.49: Godín.

Árbitro: Miguel Mateu Lahoz (Col. Valenciano). Mostró cartulina amarilla a Piqué (m.5), Godín (m.35), Tiago (m.36), Messi (m.45+3), Busquets (m.45+3), Filipe Luis (m.69), Song (m.73), Mascherano (m.89) y a Sosa (m.90+2).

Incidencias: Asistieron al encuentro 96.973 espectadores en partido de la trigésima octava jornada de Primera División disputado en el Camp Nou. En el palco se encontraban, entre otros, el presidente de la Generalitat, Artur Mas; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el de Barcelona, Xavier Trias; y el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas.