Elecciones europeas:Francia se entrega a la extrema derecha
Los socialistas del actual presidente Hollande quedan terceros en las elecciones europeas
Le Pen sacude Europa: "El pueblo no quiere ser dirigido desde fuera" - La líder del Frente Nacional sugiere a Hollande que disuelva la Asamblea Nacional
LLUÍS URÍA | PARÍS
entregado en las urnas a la extrema derecha. El Frente Nacional (FN) ha logrado un resultado histórico al obtener –según las primeras estimaciones, fruto de los sondeos a pie de urna- el 25% de los votos y quedar ampliamente en cabeza, cinco puntos por encima del principal partido de la derecha, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Nicolas Sarkozy , con el 20,6%, y once puntos por encima del Partido Socialista (PS), con el 14,1%, en lo que supone una desautorización frontal del presidente de la República, François Hollande. “Esto es un seísmo”, ha valorado el fundador y presidente honorario del FN, Jean-Marie Le Pen.
El Frente Nacional se ha apresurado a sacar de un cajón carteles con el lema “primer partido de Francia”. Una presunción excesiva, puesto que su victoria –histórica, cierto- se asienta en una colosal abstención de 57% y ha sido favorecida por el hecho de que en Francia, como en muchos otros países de la UE, las elecciones europeas son percibidas como inocuas y, en consecuencia, abren la posibilidad de dar libre albedrío al mal humor. En cualquier caso, el resultado de los comicios pone de relieve la cólera que atraviesa a la sociedad francesa, además de un furibundo antieuropeísmo.
Marine Le Pen, la líder del partido, ha ganado en todos los frentes. De entrada políticamente, puesto que su victoria es la culminación de una calculada estrategia de normalización y “desdiabolización” del FN. Y también personalmente, puesto que su candidatura en la región Noroeste ha obtenido el 32,6% de los votos, aplastando literalmente al candidato de la UMP, un exponente sin embargo de su línea dura…
Hollande y el PS sufren un severo castigo y habrá que ver si esta nueva derrota –tras la sufrida el pasado mes de marzo en las elecciones municipales- tiene o no tiene consecuencias sobre el Gobierno. El nuevo primer ministro, Manuel Valls, lleva sólo dos meses en el cargo y sería abusivo achacarle el fracaso. Sin embargo, el ala izquierda del PS ha empezado a pedir ya responsabilidades y un cambio de orientación política.
La situación no es mucho mejor para la UMP, por más que los portavoces de este partido intentaban subrayar que si se sumaban sus votos a los de los centristas (9,8%), que esta vez concurrían en solitario, hubieran acabado primeros… Sea como fuere, la victoria del FN muestra con crudeza los límites de la estrategia sarkozysta de jugar en el terreno de la extrema derecha. Como en otros países y en otras circunstancias, puestos a elegir, los franceses también prefieren el original a la imitación.
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