Tanto se ha acercado el bono español a 10 años a la puerta del 3%, que la ha acabado derribando. Y es mucho decir, porque nunca antes había ocurrido. Las obligaciones de referencia -con vencimiento en abril de 2030 y cupón del 3,8%- han cerrado este jueves en el 2,96%, según recogen los datos deBloomberg. Hasta ahora, no había podido con la cota del 3%, algo que le condenaba una y otra vez a toparse con los niveles de septiembre de 2005, cuando su rendimiento llegó a caer durante una jornada hasta el 2,98%. Este 1 de mayo, en una jornada semifestiva -las bolsas europeas han permanecido cerradas- lo ha conseguido. 
Este movimiento prolonga la buena racha que acompaña a la deuda española en 2014. Las compras se han impuesto en cada uno de los cuatro meses cerrados hasta ahora, con el consiguiente descenso de los rendimientos, que bajan cuando el precio de los títulos sube. Así, del 4,15% al que finalizó 2013 se ha pasado a los niveles actuales, inferiores incluso al 3%. 
El bono marca este hito justo en la sesión posterior a que el Gobierno anunciara su nuevo cuadro macroeconómico, en el que atisba un crecimiento del 1,2% para este año, del 1,8% para 2015 y del 2,3% para 2016. Durante su presentación, el ministro de Economía, Luis de Guindos, confirmó lo que ya había afirmado una semana antes, y es que el Tesoro Público emitirá este año una deuda neta de 59.000 millones de euros, 6.000 millones menos que los establecidos a comienzos del ejercicio.Eso sí, la montaña de deuda seeguirá creciendo. Este año alcanzará ya cotas equivalentes al 99,5% del Producto Interior Bruto (PIB), en 2015 y 2016 rebasará el 100% y solo en 2017 menguará por debajo de esa cota, hasta el 98,5%. 
La deuda española también se ha visto beneficiada en las últimas jornadas por el espaldarazo de la agencia de calificación Fitch, que el pasado viernes mejoró el rating de España en un escalón, desde BBB hasta BBB+. Se trata de la segunda mejora que reciba la nota crediticia española en los últimos meses, después de que Moody's también lo hiciera en febrero
Aunque, por supuesto, tanto la deuda española como la del resto de los países periféricos cuenta como principal apoyo el respaldo del Banco Central Europeo (BCE) y la abundante liquidez que busca rendimientos en divisas estables. Si el compromiso adquirido por el presidente del BCE, Mario Draghi, en juio de 2012, cuando anunció que haría "lo que fuera necesario" para salvar al euro, ya actuó como resorte para los bonos españoles, la posibilidad de que la entidad monetaria adopte más medidas expansivas en el futuro ha aportado nuevo combustible a los bonos. Como entre las opciones comentadas por Draghi figura el lanzamiento de un programa de compras de activos -bautizado ya como QE a la europea-, el dinero ha seguido entrando en la deuda periférica. 
Al mismo tiempo, el 2,96% al que ha caído este jueves -resultante, por tanto, de la subida del precio del título- evidencia la buena acogida que el mercado ha tributado al bono con vencimiento en 2024, que fue emitido por primera vez el pasado 22 de enero con una colocación sindicada. Entonces, y con una demanda récord de casi 40.000 millones de euros, lanzó estos títulos con un endimiento del 3,845% y un precio de 99,63. Ahora su cotización asciende a 107 y su rendimiento se encuentra casi 90 puntos básicos por debajo.