sábado, 5 de julio de 2014

Buscando el finiquito...

Las primarias se paran en la puerta de los sindicatos

UGT, CCOO, CSI y USO no contemplan la elección directa de sus dirigentes // Las centrales señalan que sus organizaciones son más complejas, descentralizadas y participativas que las de los partidos
Viernes04 de julio de 2014
Raúl Álvarez
Raúl Álvarez
@rallvarez
En política, el de 2014 será el verano de las primarias. El PSOE las celebrará, IU las ha adoptado e incluso el PP, de entrada la formación más reticente a la fórmula, ha hecho reflexiones sobre su conveniencia por boca de un portavoz tan cualificado como el jefe de su grupo parlamentario en el Congreso, Alfonso Alonso. Es posible que sea el efecto Podemos de las elecciones europeas o que el descrédito de los partidos en las encuestas agite alguna reacción en los aparatos. Lo cierto es que el fervor por la elección directa de los dirigentes se detiene ahí. A los sindicatos, por ejemplo, no ha llegado. ASTURIAS24 ha recabado la opinión de cuatro de las centrales con mayor implantación en la región –UGT, CCOO, CSI y USO— y ninguna de ellas prevé implantar ese sistema a corto plazo. Sus direcciones coinciden en que el modelo de los partidos no es trasplantable de forma automática a sus organizaciones, que son más complejas, y recuerdan que sus estructuras son más participativas porque comienzan a pie de calle en las secciones sindicales de los centros de trabajo, que funcionan permanentemente como asambleas abiertas en las que todos los militantes tienen voz y voto.
Abel Suárez, secretario de Organización de UGT-Asturias, y Gilberto García Buelga, responsable de Acción Sindical en la estructura autonómica de CCOO, coinciden en que el debate no está sobre la mesa en sus sindicatos y también en que, a medio plazo, probablemente es una ola que acabará llegando. En ninguno de los dos casos hay nada decidido ni posturas previas que condicionen el resultado final. Con independencia de que al final se cambie o no el método de los congresos por una elección directa, a García Buelga le parece complicada de articular. “Somos más complejos que un partido. Lo nuestro es una confederación, una asociación de asociaciones. Cada una es autónoma, aunque luego esté integrada en CCOO. Y además las hay tanto sectoriales –el metal, el comercio, por ejemplo— como territoriales, por comarcas. Habría que ver cómo hacíamos algo así”, expone.

ASAMBLEAS DE BASE

Además, los sindicatos creen que hacia el exterior, en su relación con los afiliados de base o los trabajadores que participan en las elecciones sindicales en su empresa, su estructura es bastante porosa y muy abierta a la participación. “Las asambleas en las secciones sindicales son abiertas. Puede presentarse todo el que lo desee, sin avales. Y los compañeros deciden quién les representa o pueden pedírselo a alguien aunque no se haya presentado”, apunta Sánchez. En las federaciones, los procesos para elegir a los delegados en los congresos se convierten en largos viajes arriba y abajo por la estructura de la organización. Pudo observarse, por ejemplo, en la elección del sustituto de José Ángel Villa al frente de la poderosa organización minera. Llevó semanas de asambleas y votaciones parciales escoger a los delegados que, finalmente, hicieron de José Luis Alperi el nuevo secretario general en septiembre del año pasado.
CSI, una organización más pequeña que celebra congresos cada cuatro años (el más reciente tuvo lugar en 2013) y asambleas generales anuales, tampoco ha debatido la posibilidad. “Estamos todo el día en la calle, en contacto con la gente, y no tenemos liberados. Todas nuestras candidaturas son abiertas y nadie necesita avales. La verdad es que no se ha planteado cambiarlo”, apunta su secretario general, Samuel Fernández.  USO, por su parte, ha vivido un relevo este mismo año y su nuevo secretario general es José Luis Llera. “Siempre lo hemos hecho desde abajo, hacia arriba. En el congreso que me eligió no había listas cerradas y para cada cargo surgieron los nombres de dos o tres compañeros”, señala.
Llera también está de acuerdo en que el funcionamiento diario de los partidos tiene poco que ver con el de los sindicatos. “No quiero inmiscuirme en otras organizaciones, pero desde fuera sí diría que son más cerrados, más opacos que nosotros. Para USO, las listas abiertas son la fórmula ideal”, añade.

LIMITACIONES DE LAS PRIMARIAS

Aunque no hay nada decidido, en CCOO sí existe una predisposición a revisar sus actuales sistemas de elección, que resultan complejos y prolongados en el tiempo. García Buelga, sin embargo, duda de encontrar una fórmula perfecta. Las primarias que ha puesto en marcha el PSOE le parecen irreprochables desde el lado de los afiliados llamados a consulta con el lema un militante, un voto. Pero no tanto si se fija en los candidatos. “Se necesita mucho tiempo para hacer campaña y capacidad económica para afrontar los gastos que conlleva. Estamos viendo que los aspirantes se mueven por toda España. Yo creo que eso limita las posibilidades de presentarse. Hay que estar profesionalizado, o por lo menos semiprofesionalizado, en la política para poder hacerlo”, argumenta.
También hay consenso entre las cuatro organizaciones en que es más importante fomentar la participación de los afiliados que en apuntarse o no a las primarias, que sería peligroso considerar las elecciones directas el único criterio de la democracia interna. Entre la voluntad y la realidad, en las asociaciones de masas, la organización debe ejercer de árbitro para evitar cacofonías.

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