“Carreras hay muchas, cogote sólo uno”, escribía este martes Pedro de la Rosaen su Twitter indicando que era una frase propiedad de Juan Manuel Fangio. Fue un mensaje que apoyaba la ‘dolorosa’ decisión para Fernando Alonso de no acudir a la cita inaugural del Mundial de Fórmula 1, en Australia. “El cerebro es uno de los órganos más desconocidos del ser humano y es normal que su médico haya recomendado al piloto no subirse a un monoplaza para, de nuevo, poner en juego su vida. Porque un segundo golpe podría resultar muy grave”, explican a El Confidencial fuentes médicas.
“Sólo sus médicos, a través de un examen neurológico completo, saben qué tipo de daños ha sufrido Fernando Alonso. Y, aun así, las imágenes que hayan podido ver a través de una resonancia son las de un cerebro en estado normal,no sometido a una fuerza de 3G que pueda sufrir durante una carrera”, explica el especialista consultado, remarcando la “imprevisibilidad” que caracteriza al cerebro, ese órgano desconocido.
“Después de un fuerte golpe y habiendo perdido la conciencia es normal que aparezca algún episodio de mareo o desmayo. En este caso, no es lo mismo sufrir un vahído en la oficina o jugando un partido de fútbol, donde todo lo que puede ocurrir es que el individuo caiga sobre la mesa o el césped, que suceda en Fórmula 1 porque un mareo o vértigo a 300 km/h puede suponer una catástrofe. Limitar cualquier riesgo es prioritario”.
Teniendo claro que si existe algún problema sólo los doctores, familiares y el propio paciente lo sabrían, la fuente médica advierte de lo sencillo que resulta caer en el territorio de la especulación. De hecho, al margen de la inevitable duda de saber cuándo es el mejor momento para volver (“el cerebro es uno de los órganos más desconocidos, es imprevisible”), también el suceso puede entrar en una espiral de ‘culebrón’ analizando cuestiones como la siguiente: si tanto McLaren como Alonso afirmaron hace unos días que estaba todo en orden, ¿por qué este lunes la situación ha dado un giro tan radical?“Seguramente se eligiera el decir que todo estaba bien para dar una imagen tranquilizadora en lugar de no dar ningún dato, algo que hubiera encendido alarmas. Tratándose de un caso como este, cualquier respuesta firme es precipitada”. La espada o la pared. ¿Sabían hace días que no podría estar en Australia? Quizás lo podían intuir, pero haber dado "cualquier respuesta en firme" hubiera sido "precipitada".
Su regreso para Malasia, en duda
Tras el comunicado emitido por McLaren, Alonso publicó el suyo propio resumiéndose en una frase: “Un segundo impacto en menos de 21 días, NO”. Y es que, tal y como explica el galeno consultado, este hecho podría resultar “gravísimo. Dentro de la incertidumbre habitual en la reacción del cerebro, el abanico oscila desde que no ocurra nada a la pérdida del sentido o a una consecuencia fatal. Nadie puede asegurar nada”. Aparentemente, pocos argumentos hay sobre la mesa como para arriesgarse a jugar a esta especie de ruleta.
De este modo, el regreso del asturiano se pudiera intuir para finales de marzo,en Malasia… aunque “este no es el mejor lugar para volver a las pistassabiendo que, estando al 100%, hay pilotos que concluyen mareados por las complicadas condiciones climatológicas en las que se corre”. Evidentemente, antes de volver a subirse a un monoplaza, Alonso debería estar al “100% de su condición física”. En este contexto, lo norma es que su vuelta se posponga a otra carrera más propicia. Al fin y al cabo, Luis García Abad, manager del bicampeón español, ya advirtió la semana pasada el objetivo principal cuando fue preguntado por si Fernando estaría en Mebourne: "Tenemos el mente el GP de Abu Dabi que es el más importante y cuando hay que ganar el Mundial". En cualquier caso, de momento, esto es hablar por hablar porque el propio Alonso contestó al mensaje de ánimo de Carlos Sainz de la siguiente manera: "¡En Malasia! ¡Dales duro!".
Al ovetense le tocará madrugar para ver la prueba este 15 de marzo. Tras 12 años estando de manera consecutiva en la parrilla de salida del GP de Australia, ahora lo verá por televisión, siendo su primera carrera de Fórmula 1 que se pierde por lesión en sus 13 temporadas presente en el paddock. Grandes premios en F1 ha tenido muchos, 235, pero “cogote sólo uno”. Y ese "cogote" es el que le ha hecho subir a tantos podios en la última década con Ferrari, así que debe estar igual de fino para obtener un rendimiento similar a cuando vestía de rojo.
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