Fondos de inversión: El mejor compañero
Gonzalo Rengifo
Nos estamos enfrentando a un reto profesional y generacional y en materia de inversión hay que dar respuesta a una nueva generación menos bancarizada y mucho más abierta al asesoramiento.
Hay que tener en cuenta que en España partimos de un patrón de ahorro muy centrado en inversión inmobiliaria, que es y seguirá siendo cultural. Antes el inversor español canalizaba el resto de sus inversiones en activos donde creía que no podía perder valor o había pocas posibilidades de ello, como depósitos o Letras del Tesoro. Pero en 1994 la renta fija sufrió pérdidas importantes y con la crisis de los últimos cinco años se incrementó mucho la aversión al riesgo. Además las entidades financieras lanzaron depósitos con rentabilidades del 3% y 4% e incluso mayores, por lo que el inversor no tenía interés en analizar otras alternativas.
Así que hoy día escuchamos frecuentemente que para obtener rentabilidades razonables el ahorrador tiene que aumentar el riesgo de sus inversiones. El inversor debe contestar con un NO rotundo. El inversor tiene que entender primero el riesgo que asume en cada una de las inversiones y definir los objetivos. Con estos dos parámetros un asesor podrá orientarle sobre las distintas alternativas que existen en estos momentos en los mercados . El inversor tiene que conocer cuál es la volatilidad, los niveles razonables de rentabilidad que se puede alcanzar, el potencial de pérdida, el horizonte temporal más adecuado y , conjuntamente con el asesor financiero, definir una estrategia de inversión que se adecúe a sus necesidades. No debe olvidar que las inversiones se adecuan a él, a su perfil de riesgo/rentabilidad, nunca al contrario.
El caso es que hemos entrado en un ciclo donde para obtener una rentabilidad razonable que supere la inflación es preciso planificar inversiones con objetivo y horizonte temporal. Ahora el ahorrador tiene que trabajar y poner algo de su parte, accediendo a un asesoramiento profesional y dinámico, con las herramientas apropiadas. En este sentido aún queda mucho por recorrer, pues existe todavía una percepción de falta de asesoramiento y seguimiento, si bien tenemos que reconocer un avance enorme de gran parte de la industria. De hecho el acceso a fondos es más sencillo que nunca y el asesoramiento especializado está al alcance de cualquier inversor que lo necesite.
Así, actualmente, tenemos un mercado muy profesional y una masa de ahorradores/inversores potenciales que necesitan asesoramiento profesional continuado. Según la encuesta del Observatorio Inverco en 2010 el inversor en fondos cotejaba decisiones con al menos tres fuentes, siendo la principal el pariente que sabía algo de economía. En 2014, el asesor financiero ocupa el primer lugar. Es el mejor de los escenarios. Incluso en perfiles dinámicos los horizontes de inversión ya están por encima de tres años.
Más aún, para los que llevamos muchos años dedicados al sector observamos en los nuevos inversores el convencimiento de que los fondos son los vehículos más eficientes y transparentes. Tanto es así, que en la industria del asesoramiento y gestión de inversiones nos estamos enfocando a soluciones para la nueva generación de inversores. No tienen mucha capacidad de ahorro en relación con los mayores de 50 años, especialmente con la crisis económica, pero presentan una oportunidad única de educación en la planificación mediante fondos, con nuevas herramientas y tecnologías.
La nueva generación ya comprende la universalidad de los fondos, donde pueden invertir a partir de seis euros o apartar 50 euros todos los meses para ello, con la ventaja de la liquidez diaria. Se están dando cuenta de sus ventajas de diversificación, gestión profesional y asesoramiento. Además la nueva generación tiene mucha más capacidad de adaptarse, entre otras cosas porque cuando lleguen a la jubilación, son conscientes que tendrán que haber construido un ahorro que complemente de forma suficiente la pensión pública.
En este sentido el volumen gestionado en fondos, sicav y fondos de pensiones ya ha alcanzado 400.000 millones y si el ciclo económico se mantiene, sería razonable pensar que en los próximos cinco años puede alcanzar niveles superiores al 50% del PIB, una base mucho más sostenible y en línea con nuestros pares europeos.
De todas formas la labor a desarrollar es conjunta, de gestoras y asesores, pero también de los propios ahorradores. En realidad este es el reto de los próximos diez a quince años. A ello deben contribuir las entidades financieras, la mayoría de las cuales ha invertido mucho en formación y profesionalización y quieren estar cerca del cliente y darle mejor servicio. En este sentido están empleando los fondos como vehículo de soluciones para ganar credibilidad, por ser más eficiente y seguro (no está en su balance). Los están utilizando en su oferta de valor añadido, contribuyendo a mejorar la educación financiera, para cualquier perfil de riesgo y cualquier nivel de ahorro.
Además hace diez años 98% de la distribución de los fondos se hacía a través entidades financieras. Ahora los asesores independientes con arquitectura completamente abierta empiezan a crecer. El inversor sólo tiene que atender al decálogo de preguntas que hacer, incluyendo el riesgo y rentabilidad potencial, pues la entidad en cualquier caso le va a informar sobre costes del asesoramiento. Así que la industria tiene la responsabilidad de proporcionar las mejores soluciones y el ahorrador analizar y conocer la oferta que existe que mejor se adapta a sus necesidades.
No hay duda, una cartera de fondos gestionada de forma dinámica es la mejor herramienta para la planificación del ahorro a medio y largo plazo. Debe ser multi-marca y multi-activos, con definición de objetivos y nivel de riesgo. Se puede empezar con un fondo de fondos, pues se trata de una solución sencilla y fácil de entender, como solicitar una cartera de fondos gestionada. El asesor indicará la mejor solución, ventajas e inconvenientes. Además la arquitectura abierta o mixta, con producto nacional y de gestoras internacionales, es una realidad demandada por el ahorrador y ofrecida activamente en el mercado. Para el inversor/ahorrador es muy fácil planificar sus inversiones con fondos de inversión, con toda la gama de opciones y seguridad jurídica. Es la mejor forma de canalizar el ahorro, porque se mueve contigo, con tus necesidades e imprevistos. Es el mejor compañero.
Gonzalo Rengifo: Director General de Pictet AM en Iberia y Latam
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