Los partidos y los agentes sociales claman por inversiones ante un PP que da por hechas las grandes obras
Los populares defienden el recorte a las partidas para Asturias del proyecto presupuestario de Rajoy // El PSOE critica el abandono de las obras, la inversión social y el carbón // Fade cree que las cuentas no sirven para la región // Temor por las cercanías ferroviarias
RAÚL ÁLVAREZ
@RALLVAREZ
JUEVES 06 DE AGOSTO DE 2015
Hace diez años, cuando su modelo de privatizar servicios para financiar obras sin reparar en los costes empezó a dar señales de agotamiento en Oviedo, Gabino de Lorenzo restó importancia a los cada vez más evidentes problemas de tesorería del Ayuntamiento con el argumento de que, gracias a sus políticas, la ciudad ya estaba hecha y solo necesitaba mantenimiento. Mercedes Fernández ha tomado prestada ahora del antiguo hombre fuerte del PP en Asturias esa línea de pensamiento, tan apropiada para los momentos de finales de una fiesta económica, para defender el proyecto presupuestario enviado al Congreso de los Diputados por Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro. La presidenta de los populares asturianos defendió este miércoles las cuentas, que prevén que las inversiones del Estado en Asturias (307 millones de euros) vuelvan en 2016 a cifras superadas ya a finales de los años 90. Hace menos de una década, superaban los 1.000 millones al año, pero Fernández justifica ese descenso cercano al 70%: entonces las grandes infraestructuras pendientes para superar las arcaicas comunicaciones de la comunidad –la autovía del Cantábrico (A-8) y la variante ferroviaria de Pajares— estaban incompletas y hoy la primera es una realidad y la segunda está próxima a su conclusión. El PP, sin embargo, tiene un problema con esa interpretación. Nadie la secunda. Todo el arco político, desde Podemos a Foro Asturias, ha puesto el grito en el cielo, la patronal no disimula su disgusto y los sindicatos claman por el descenso de la protección social. Con el debate situado ya en un terreno preelectoral, a la espera de la convocatoria de las generales, aparecen en el escenario dos modelos para el Principado: el ya cerrado que defienden los populares y el necesitado impulsos transformadores por el que abogan todos sus críticos.
Si el PP gusta de presentarse como la formación más cercana a las inquietudes del mundo de los negocios, esta vez ha errado el tiro. “No son los presupuestos que necesita Asturias”, ha sentenciado la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), decepcionada por el descenso de la inversión productiva. La patronal, en realidad, ha conseguido que sus opiniones la enfrenten tanto a los populares como a los socialistas. A pesar del señalado recorte en las prestaciones por desempleo, Fade aún considera excesivo el gasto social para indignación del PSOE. “Me parece genial esa opinión”, ha reaccionado, sarcástica, la diputada en el Congreso María Luisa Carcedo. “Los países avanzados no lo llaman gasto, lo llaman inversión social, y saben que contribuye al crecimiento económico”, ha añadido.
Pero esas discrepancias entre Fade y el PSOE son solo un episodio secundario de las críticas universales al PP. “A Rajoy no le interesa Asturias ni en estos tiempos de electoralismo”, ha dictaminado otro parlamentario nacional socialista, Antonio Trevín, que acompañó su evaluación del proyecto con gráficos y comentarios para poner de relieve el descenso de los recursos destinados a la comunidad autónoma durante toda la legislatura, en la que la inversión, medida de forma global o por habitante, es menor que en el segundo mandato de José María Aznar y que en toda la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. “Tenemos los mismos ingenieros, los mismos técnicos, con los que se ejecutaban presupuestos al 102%. Si ahora no se llega ni al 70%, y eso es un muy deficiente, es por falta de voluntad y esfuerzo político”, ha opinado.
Izquierda Unida, mientras tanto, considera que el único alivio es la probable derrota del PP en las urnas, lo que convertiría el proyecto en papel mojado para un nuevo gobierno de la izquierda. Su única diputada asturiana en el Congreso, Ana Castaño, lamenta el adelanto a agosto, un gesto sin precedentes, de la presentación del proyecto como un intento de cercenar el debate con una tramitación sumaria y apresurada. “En otra comisión, el rodillo del PP rechazó la semana pasada 400 enmiendas a un proyecto en dos horas y media. Tienen auténtica prisa por legislar, aunque no está claro que vayan a gestionar lo que aprueben”, apunta.
Podemos, por su parte, reclama “inversiones productivas y respeto del Gobierno”, aunque no solo arremete contra Rajoy, sino también contra Javier Fernández por sus inercias y el seguimiento de las políticas de austeridad por parte del Gobierno autonómico. Para Foro Asturias, las cuentas de final de la legislatura son el remate de “un ciclo devastador” en el que la región ha perdido al menos un 30% de recursos. Francisco Álvarez-Cascos insiste en reclamar al Estado una deuda acumulada de más de 800 millones de euros en compromisos nunca cumplidos. Ciudadanos se ha sumado al coro de críticas y ha lamentado que el PP no refleje en las leyes presupuestarias las “buenas palabras” que pronuncia en las campañas electorales.
La falta de inversiones en infraestructuras, con una mención especial a la desatención a las líneas de cercanías de Renfe y la antigua Feve (hoy parte también de Renfe), es un reproche generalizado. “Las partidas previstas no garantizan ni el mantenimiento ni la seguridad según los criterios europeos”, ha advertido Trevín. Los recortes en las ayudas contra el desempleo y en otras partidas sociales y la falta de dinero para el sector del carbón y las cuencas mineras aparecen también en las críticas de toda la oposición.
El PP, por su parte, defiende su gestión. La diputada autonómica y portavoz en asuntos económicos, Emma Ramos, ha señalado que el balance de Rajoy y Montoro es bueno porque han saneado “una economía hundida” y la han devuelto a zonas de crecimiento. Ramos, además, ha pedido evitar los “análisis sesgados” del proyecto y ha calculado en 2.500 millones de euros el total de las aportaciones del Estado a Asturias.
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