Las firmas del Estado elevan la deuda aunque baja a nivel autonómico y local
- Los 'números rojos' ascienden a 33.707 millones de euros
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La deuda de las empresas públicas en España asciende a más de 43.700 millones, 5.500 millones menos que al inicio de la legislatura. Todo un logro, teniendo en cuenta que la deuda pública global no ha dejado de engordar desde el inicio de la crisis, y con particular intensidad desde que Mariano Rajoy es presidente del Gobierno. Sin embargo, los datos esconden sorpresas: la clave de esa reducción ha estado en el esfuerzo de Comunidades y Ayuntamientos, y no en el Estado central. Las empresas que dependen directamente del Ejecutivo han incrementado sus números rojos en más de 2.000 millones desde finales de 2011, hasta alcanzar los 33.707 millones de euros, el 3,2 por ciento del PIB.
Los datos del Banco de España reflejan que la deuda de las empresas públicas de las autonomías se ha reducido prácticamente a la mitad. A comienzos de 2012 se situaba por encima de los 9.500 millones, y al término del primer trimestre de este año se había reducido a 4.900 millones. Es en estas administraciones donde más se ha notado la reducción, algo que los expertos achacan a la mano dura del Ministerio de Hacienda y de la propia vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha llevado el peso de la reestructuración del sector público durante esta legislatura.
Con las empresas de las corporaciones locales ha sucedido algo parecido: sus números rojos se han reducido desde los 8.000 millones de finales de 2011 a los 5.000 millones actuales.
Mala administración estatal
Pese a que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero dejó las cuentas de numerosas empresas públicas en mala situación, el gabinete del PP tampoco está logrando reconducir la situación. Lo máximo que ha obtenido hasta el momento es contener el incremento de la deuda en estos dos últimos años, pero en ningún caso reducirla.
Las compañías dependientes del Ministerio de Fomento son las que más quebraderos de cabeza dan. AENA sigue manteniendo una deuda superior a los 10.000 millones pese a que su ritmo inversor ha caído; Renfe sigue con unos números rojos de 5.000 millones; y ADIF, el administrador ferroviario, es la empresa más endeudada con casi 17.000 millones. La apuesta por el AVE, vigente con Ana Pastor al frente de Fomento, se deja notar en las cuentas de la compañía.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró hace poco más de una semana en el Consejo de Ministros que, gracias a la reforma de la Administración, se han eliminado 2.297 organismos y empresas públicas. "Se ha hecho un esfuerzo amplísimo", aseguró. Pero lo cierto es que a nivel del Estado el número apenas ha caído en 105. La proporción no es baja, dado que según el estudio más actualizado del Consejo de Colegios de Economistas, las empresas públicas dependientes del Estado no llegaban a 500. Pero lo más importante es la deuda, y pese a ese "esfuerzo amplísimo" del Ejecutivo por "racionalizar" el Estado, los números rojos han crecido
Por otro lado, y según los datos de la propia vicepresidenta, las autonomías han suprimido 715 entes desde el año 2012, y las entidades locales cerca de 1.400.
Alerta ante nuevos Gobiernos
A lo largo de estos tres años y medio de legislatura, el comportamiento entre los Ejecutivos autonómicos con el control de la deuda de sus empresas ha sido muy desigual. Hay austeros y derrochadores de todos los signos políticos. Entre las comunidades que gobernaba el PP hasta mayo de este año, Aragón destaca por su determinación. Luisa Fernanda Rudí ha sido capaz de reducir la deuda de sus entes públicos desde los 477 millones hasta los 74. Pero Esperanza Aguirre e Ignacio González, últimos presidentes madrileños, no solo no han reducido deuda sino que la han aumentado en casi 200 millones, hasta los 1.888 millones actuales.
Entre los socialistas, el asturiano Javier Fernández ha reducido los números rojos de los 321 millones a 62 millones; mientras que los gobiernos andaluces han hecho un esfuerzo menor (de 235 millones a 102 millones). Canarias, gobernada por Coalición Canaria, apenas rebajó su deuda en 25 millones.
El reto ahora es el de que los nuevos ejecutivos autonómicos recién salidos de las urnas sigan comprometidos con equilibrar las cuentas de sus empresas. En este sentido, el nuevo presidente valenciano, Ximo Puig, ha sido el primero en hacer saltar las alarmas: podría reabrir la pública Canal 9 pese a su agujero de más de 1.000 millones.
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