Rajoy vuelve a empuñar la tijera y la inversión en Asturias se estanca en niveles de los años 90
El Gobierno cierra el segundo presupuesto más restrictivo para la comunidad autónoma de la legislatura del PP // La autovía del Suroccidente recibe menos de 20 millones y las obras ferroviarias desaparecen // El Estado concentra el esfuerzo en los puertos y la gestión del agua
RAÚL ÁLVAREZ
@RALLVAREZ
MIÉRCOLES 05 DE AGOSTO DE 2015
Mariano Rajoy acaba su mandato como lo empezó: con recortes en la inversión pública del Estado en Asturias. La tijera del presidente del Gobierno ha tenido cinco ejercicios para ejercitarse en las partidas destinadas al Principado. A diferencia de lo que ha hecho ahora el PP, José Luis Rodríguez Zapatero eligió no elaborar un proyecto presupuestario en los últimos meses de una legislatura para dejar las manos libres al siguiente ocupante de La Moncloa, de forma que Rajoy y su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, han asignado los recursos para un lustro. El resultado es que el gasto en la comunidad autónoma ha retrocedido hasta niveles de los años 90. La austeridad es veneno para el gasto social y las obras y la inversión prevista para 2016 retrocede un 7,7% sobre la programada este año. Se queda en 307,6 millones de euros, muy cerca del mínimo de la legislatura (291 millones), marcado en 2014. Son cifras tan bajas, que no se habían visto desde 1999.
El abandono de los grandes proyectos es casi absoluto. Es cierto que los asturianos se beneficiarán de infraestructuras construidas en otras comunidades, como los tramos Benavente-Zamora de la autovía A-66, que cierra la Ruta de la Plata entre Gijón y Sevilla, y Torrelavega-Solares de la A-8, el último segmento de la Autovía del Cantábrico pendiente en Cantabria. El primero ya está abierto y el segundo lo estará antes de finales de 2015, según la planificación del Ministerio de Fomento, que sin embargo retrasa hasta el año que viene el pago de las obras. Lo mismo vale para el avance de la alta velocidad ferroviaria en la provincia de León.
Escasa actividad
Pero, incluso con esas salvedades, el Gobierno tiene poco que vender: algo menos de 14 millones de euros para los tramos Doriga-Cornellana y Cornellana-Salas de la autovía del Suroccidente. Aunque ambos llevan ya una década en preparación, el primero no estará en servicio al menos hasta 2018 y el segundo se retrasará hasta 2019, según su planificación presupuestaria. Y las inversiones para el ferrocarril son casi inexistentes: 125.000 euros para la alta velocidad (ninguna mención a la variante de Pajares, cuyo segundo túnel se ha esfumado de las cuentas oficiales) y 100.000 para las cercanías de Renfe y la antigua Feve, a pesar de las extendidísimas quejas sobre las averías y los retrasos casi diarios que sufren los usuarios de la compañía de vía estrecha. La integración ferroviaria en el centro de Gijón tampoco recibe ni un euro, para incredulidad del equipo de gobierno de Foro Asturias en la ciudad. Fomento fía el pago de las obras a la venta de los terrenos liberados con el soterramiento, canalizada a través de la sociedad Gijón al Norte. El tercer carril de la Y, una solución que el Principado reclama desde hace años al colapso de la arteria entre Oviedo, Gijón y Avilés no recibe ni un euro.
Las instalaciones que más consiguen parecen ser los puertos de Avilés y Gijón. Entre ambos, suman casi 11 millones de euros para financiar la ampliación del primero y varias mejoras del segundo. Los nuevos acceso a El Musel por Veriña y Jove también reciben sendas partidas de cuatro y cinco millones, pero el grueso de la inversión está sin desembolsar y el Gobierno, por el momento, sitúa su final en 2019.
Depuradoras y saneamientos
Del área de Agricultura y Medio Ambiente, solo destacan nuevas aportaciones a obras ya en marcha para el saneamiento o la gestión del agua. Las depuradoras de San Claudio y Villapérez, cerca de Oviedo, la red de Gijón y el abastecimiento de los concejos de Llanera y Cangas de Onís se llevan las principales partidas. A través de las transferencias de los fondos de compensación y del fondo complementario, tres consejerías del Principado (Infraestructuras, que es la más beneficiada, Políticas Sociales y Educación) reciben otros 13,4 millones para financiar proyectos propios. Casi 10 millones de esa cantidad global se destinarán a mejoras en la red autonómica de carreteras.
Aunque el Gobierno ha tratado de curarse en salud sobre las críticas a la distribución de las inversiones y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha puesto énfasis en señalar que algunas comunidades pueden beneficiarse de proyectos que se desarrollan en otras, no ha podido evitar un clamor de descontento. El PSOE y el PP asturiano han aplazado hasta hoy sus reacciones más calmadas, pero fuentes socialistas ya adelantaban este martes que, en el camino de la crisis a la austeridad, Asturias ha perdido dos tercios de las inversiones que recibía en la primera década de este siglo. En 2008, el año récord, rebasó ligeramente los 1.000 millones de euros. Aunque es cierto que aquellos presupuestos incluían avances en obras clave hoy ya concluidas --los tramos de la A-8 en la región, la perforación de los túneles de Pajares--, también lo es que el volumen total del presupuesto no ha disminuido en la misma proporción.
La oposición ya ha empezado a cargar contra las cuentas. Foro Asturias las ha calificado de farsa, mientras que Podemos ha pedido "inversiones en vez de caridad". Por parte de IU, la diputada en el Congreso Ana Castaño, a falta de un repaso en profundidad de las partidas para Asturias, ha lamentado los modos del Gobierno al acelerar el proyecto para aprovechar su mayoría absoluta y aporbarlo antes de que Rajoy convoque las elecciones generales. "Parece que tienen claro que van a perderlas y quieren dejarlo todo atado y bien atado. Es un desprecio al Parlamento", ha declarado.
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