Haciendo un recorrido en los últimos quince años, los equipos que han tenido una etapa exitosa en la Fórmula 1 antes han tenido que formar un proyecto, donde se han pasado un largo periodo, entre cuatro o cinco años, sin ganar. Después, un cambio en la reglamentación es la causa del cambio de ciclo. Es el caso de la época de Ferrari, Renault, Red Bull o ahora Mercedes.
Este es uno de los motivos por los que Fernando Alonso fichó por McLaren-Honda. El principal inconveniente es el tiempo. De los cuatro o cinco años habituales para dar éxito al plan, Honda tiene solo tres hasta que el piloto asturiano acabe su contrato. Aunque quién mejor que los japoneses para romper esta costumbre. El próximo jueves, Mercedes, Ferrari, Honda y Renault se reunirán para discutir las reglas que afectan al motor, y sería muy importante para los japoneses que la temporada que viene los motores se pudieran desarrollar durante todo el año.
Ferrari, cuatro piezas claves y a restructurar
En 1996, Ferrari comenzó a reestructurar su equipo para volver a lo más alto de la Fórmula 1. Cuatro piezas claves llegaron al equipo: Michael Schumacher,Jean Todt (director) y los ingenieros Ross Brawn y Rory Byrne, este último un año más tarde de la mano de Todt. "Rory, sólo alguien puede dar a Michael un coche ganador: tú", le dijo el francés. Y así fue. Llegó y se convirtió en uno de los diseñadores más exitosos en la historia de la Fórmula 1. El ingeniero sudafricano fue jefe de diseño del equipo durante esta etapa y el principal artífice del potencial del monoplaza que manejaban Schumacher y Rubens Barrichello.
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Cuatro años más tarde, la combinación dio sus frutos, y desde el 2000 hasta el 2004 la Scuderia Ferrari dominó por completo la Fórmula 1 con los cinco campeonatos del mundo de Michael Schumacher, más 56 victorias y 51 ‘pole positions’. En 2005 se acabó la racha tras la fuerte modificación del reglamento. Entre otros aspectos, se cambió el sistema de clasificación (influyendo en la cantidad de combustible para la carrera), los motores deberían durar dos grandes premios y los neumáticos deberían mantenerse durante toda la prueba, a excepción de producirse un pinchazo o defecto de las gomas o porque la lluvia entrara en escena. Ferrari fue tercero aquel año. Su sucesor fue Renault.
Adiós a Michelin y adiós a las victorias
Renault y Fernando Alonso ganaron en 2005 y 2006 tanto el título de pilotos como el de constructores. Cuatro años antes, la compañía francesa había regresado a la Fórmula 1 comprando el equipo Benetton y juntando a Flavio Briatore como director y a Bob Bell como director técnico. Además, Alonso fichaba por el equipo francés, aunque no debutaría con ellos hasta dos años más tarde. La otra pieza clave del puzle fue la entrada de Michelin sumándose a Bridgestone como proveedor de neumáticos. Las dos compañías francesas formaron una asociación que daría el gran éxito al equipo.
Esta ventaja del equipo se acabó en 2007 cuando Michelin abandonó el gran circo. Antes, la FIA había decidido que a partir de 2008 habría un único proveedor. La empresa francesa solo quería estar en la F1 junto a otro fabricante y formando una ‘guerra de neumáticos’, por lo que decidió marcharse. Fernando Alonso también abandonaría el equipo. Renault fue la cuarta escudería en la clasificación de 2007, sin ninguna victoria.
Entre 2007 y 2009, los títulos se alternaron entre Ferrari, McLaren y el equipoRoss Brown, escudería que compraría Mercedes justo después de que ganaran su título y con la que empezarían a crear el proyecto que hoy en día domina la Fórmula 1.
Ross Brawn inició el proyecto en Mercedes
Antes le tocaría el turno a Red Bull, que adquirió Jaguar a finales de 2004, y un año después realizó el fichaje estrella de Adrian Newey. En 2007, el monoplaza del equipo ya llevaba su sello, aunque no fue hasta 2009 cuando empezó a tener éxito ganando hasta seis carreras. Aquel año, de nuevo el detonante para que un equipo comenzara una etapa gloriosa fue el cambio de reglamento. La aerodinámica adquirió protagonismo por la visión de Newey, que convirtió a Red Bull y a Sebastian Vettel en campeones durante cuatro años consecutivos: 41 triunfos y 52 ‘poles’ en cuatro temporadas.
En 2014, el protagonismo fue para los motores. El reglamento volvió a cambiar y los equipos se tuvieron que amoldar a los nuevos motores híbridos, al sistema de recuperación de energía (ERS) y a otros cambios en la aerodinámica. Desde entonces, Red Bull fue capaz de seguir diseñando uno de los mejores coches de la parrilla (si no el mejor), pero Mercedes captó mucho mejor esta nueva normativa que llevaba preparando desde 2010, cuatro años antes.
Ross Brawn, que ya no está en el equipo, inició el proyecto a finales de 2009fichando a Bob Bell como responsable de ingeniería, a Aldo Costa (Ferrari), Geoff Willis (Red Bull) y al aerodinamicista Mike Elliot como líderes técnicos. El barco lo dirigen ahora Toto Wolff, Paddy Lowe y Niki Lauda. En 2014 arrasaron con 16 triunfos y con los campeonatos del mundo de Lewis Hamilton y de constructores. Este año, con doce victorias, ya han revalidado el título de constructores y el de pilotos está al caer. El año que viene, salvo una gran evolución de otro fabricante, también parece cosa de las ‘flechas de plata’.
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