¿Qué es mejor: invertir en bolsa o hacerlo en un fondo de inversión?
Los fondos y las acciones no son opciones excluyentes. En una cartera de cierto volumen patrimonial se puede contar con ambos vehículos de inversión que se complementen.
Uno de los lectores de INVERSIÓN & Finanzas.com plantea una duda en el consultorio sobre si es mejor invertir en bolsa o en un fondo de inversión. Responden a esta cuestión los expertos de PROFIM, Asesores Patrimoniales EAFI.
Dentro de las instituciones de inversión colectiva hay diversas alternativas entre las que elegir al gestionar los ahorros en función del capital con el que se cuente, los objetivos que se persigan o el plazo que se quieran mantener. Dependiendo de esos factores, el ahorrador puede optar por los fondos de inversión (disponibles para todo tipo de inversores), las sicavs (dirigidas, principalmente, a grandes patrimonios), los planes de pensiones (pensados para gestionar los ahorros destinados a completar los ingresos tras la jubilación) o los ETF's (indicados para aquellos inversores que prefieran la gestión pasiva y seguir el comportamiento de un determinado índice ya sea de renta variable o renta fija).
De todas esas tipologías de instituciones de inversión colectiva, la más demandada por el pequeño ahorrador es el fondo de inversión. Ofrece ventajas que le hacen ser una de las alternativas más atractivas frente al resto de vehículos de inversión colectiva y frente a la inversión directa en bolsa (o en renta fija). Como principales ventajas destacaríamos:
Su diversificación: Nos permiten invertir en cualquier activo y mercado financiero con poco dinero y hacerlo, además, de una manera muy diversificada, lo cual contribuye a reducir el riesgo de la inversión. No se necesita tener un elevado patrimonio financiero para invertir en Brasil, EE. UU. o China, sino que basta con contratar fondos que inviertan en dichos activos para tener exposición a las áreas económicas más atractivas del mundo. Y todo ello sin incurrir en mayores costes transaccionales, como ocurriría si un particular lo quisiese hacer de un modo directo.
Una fiscalidad atractiva: Se permite el traspaso entre fondos de inversión sin tener que aflorar plusvalías o minusvalías. Facilita el cambio de estrategia ante los movimientos de los mercados o de las necesidades del ahorrador.
Gozan de seguridad jurídica, ya que los propietarios de un fondo de inversión son los partícipes, nunca la gestora o la entidad depositaria. En caso de quiebra de alguna de estas entidades, los fondos son traspasados a otra depositaría o entidad gestora sin perjuicio para el ahorrador.
Los fondos de inversión no son productos dirigidos solo a ahorradores que entiendan de mercados. En España se comercializan una multitud de estos productos y lo importante es contar con un buen asesor financiero independiente que, de forma objetiva y sin tener ningún tipo de conflicto de interés, no solo le indique qué fondos se adaptan mejor a su perfil de riesgo, sino que le informe de los 'peligros de la carretera' y se preocupe de ampliar y mejorar la formación financiera de todos los inversores.
Dicho esto, los fondos y las acciones no tienen por qué ser dos opciones excluyentes. En una cartera de cierto volumen patrimonial se puede contar tanto con acciones como con fondos que se complementen.
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