La reforma ahora planteada permite generalizar la reducción de las sanciones pecuniarias con independencia del ámbito de actuación en el que hayan sido impuestas. El proceso habilitado en la nueva ley garantiza dos tipos de rebajas que son acumulables entre sí. De un lado se establece una quita de, al menos, un 20% cuando los presuntos responsables reconozcan voluntariamente los hechos que son objeto del procedimiento. En segundo término, si además de admitir esta responsabilidad realizan el pago voluntario anticipado de la multa, podrán obtener un recorte de otro 20%.
Los ciudadanos y las empresas que se acojan a estos requisitos podrán solicitar la doble reducción con independencia de que la norma sectorial que determina la sanción reconozca dicha posibilidad. La única salvedad que establece la nueva ley consiste en que el interesado desista o renuncie a cualquier acción o recurso contra la sanción. El Gobierno trata de garantizar la seguridad jurídicaevitando la acumulación de pleitos que se dilatan de manera indefinida con el consiguiente incremento del gasto, tanto desde el punto de vista económico como en la utilización de recursos humanos que podrían destinarse a otros cometidos.
En el actual ordenamiento jurídico, existen casos en los que se aplican descuentos de similar naturaleza e incluso mayor importe que lógicamente seguirán siendo efectivos a partir de la nueva normativa. En el ámbito tributario se establece una reducción del 30% si el contribuyente no recurre la liquidación provisional que le envía la Agencia Tributaria, que incluso puede incrementarse en otro 25% si tampoco se reclama la sanción y se ingresa su cuantía en plazo. En Tráfico, la rebaja llega al 50% si la multa se paga en los 20 días siguientes a la notificación, y en materia de Seguridad Social también se puede recortar la multa a la mitad si el infractor da su conformidad y paga en plazo.
La futura ley trata de imponer un cambio radical en las relaciones de los ciudadanos con la Administración a partir de la adopción de mecanismos electrónicos, que serán de obligado cumplimiento para un número cada vez mayor de colectivos. Además de las empresas, los autónomos y sus respectivos representantes o apoderados, también los colegiados profesionales que disponen de la asistencia de sus propias organizaciones y los empleados públicos en la tramitación de actuaciones que efectúen por su misma condición laboral deberán utilizar los nuevos soportes tecnológicos para cualquier trámite administrativo, ya sea con el Estado, la comunidad autónoma o el ayuntamiento de turno.
Hacienda impulsa la Administración sin papeles tras comprobar que este año el 94% de los contribuyentes han declarado el IRPF por medios electrónicos
Los altos cargos de Hacienda que han participado en los proyectos de reforma de las administraciones públicas fundamentan sus objetivos con la confianza que otorga la evolución de las últimas campañas de la Renta, en las que un número mayor de contribuyentes se ha decantado por utilizar los soportes electrónicos a la hora de declarar el IRPF. Los datos más recientes a fecha de primero de octubre demuestran que este año un total de 16,6 millones de ciudadanos han optado por utilizar el sistema Cl@ve PIN para la tramitación de solicitud de borrador o datos fiscales. A esta cifra hay que añadir otros 1,6 millones con certificado electrónico. En total, un 94,3% sobre el total de declaraciones, que es de 19,3 millones.
La relación electrónica tendrá también un carácter recíproco por parte de la Administración, que se pondrá de manifiesto en la formalización de las notificaciones oficiales a los ciudadanos. La nueva regulación permitirá acceder a las comunicaciones a través de soporte digital de forma adicional a su remisión en papel o, en su defecto, recogerlas en cualquier oficina de correos. Los sucesivos intentos de notificación se llevarán a cabo en horarios alternativos de mañana y tarde y con un margen de diferencia de tres horas como mínimo, a fin de encontrar a alguien en el domicilio. El cartero seguirá llamando dos veces, pero a partir de ahora nadie podrá asegurar que lo vaya a hacer para siempre.
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