Toda burbuja tiene un destino: pincharse. Evaporarse antes o después. Y quizá haya llegado el momento en el que la pompa del fútbol televisado, acrecentada durante años a golpe de talonario, acabe reconduciéndose por cauces más racionales gracias a la guerra soterrada que mantienen desde hace meses Telefónica y Movistar+, por un lado, con Mediapro, Roures yTatxo Benet, por otro. El nuevo reparto de lotes adjudicado por la Liga de Fútbol Profesional esta semana aventura un nuevo escenario en las plataformas de pago en el que la operadora de César Alierta sigue demostrando que no quiere ser 'el primo de Zumosol' que corra con los gastos de la borrachera de los derechos. Es la misma estrategia que ha aplicado hasta ahora -con éxito y sin una gran pérdida de abonados- con la Liga de Campeones. ¿Podría extenderse también a la Liga nacional aun cuando el volumen de partidos que se perderían sus abonados es mucho mayor? Las finanzas de los clubes se verían seriamente comprometidas.
A día de hoy, el punto de partida queda de la siguiente manera. Telefónica ha pagado 750 millones de euros por tres temporadas para tener en exclusiva el partidazo de cada jornada y tendrá la primera opción a la hora de elegir el encuentro que programa (siempre uno del Madrid o del Barça). En el paquete se incluye también un partido por jornada de la Liga Adelante y los seis partidos de ascenso del final de temporada. En lo que respecta a los dos clásicos, uno queda en manos de Movistar+ y el otro, se lo lleva Mediapro. En este esquema, Telefónica sortea las condiciones impuestas por la CNMC tras la compra de Digital+ y no tendrá que abrir a la competencia estos partidos.
“En España se han pinchado la burbuja inmobiliaria y la financiera. Solo falta por pinchar la del fútbol”, afirma un alto cargo de una cadena de TV generalista
La empresa de Roures, por su parte, ha comprometido 1.900 millones en estos tres años para quedarse en beIN Sports con los ocho partidos restantes de cada jornada, al margen del que se emite en abierto. Una tarta futbolera radicalmente partida en dos que amenaza con ser otro quebradero de cabeza para los espectadores si no se firma un acuerdo entre ambas partes y que puede arruinar las expectativas económicas de los clubes si Roures no consigue colocar esos derechos en la principal plataforma de pago del país. El culebrón vuelve a empezar.
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“En España se han pinchado la burbuja inmobiliaria y la burbuja financiera.Ahora solo falta por pinchar la burbuja del fútbol”, sostiene un alto cargo de una de las cadenas de televisión generalistas que opina sobre la guerra Mediapro-Telefónica como mero espectador del sector. “Ojalá Telefónica aguante la presión del trío laralá (en referencia al presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, el presidente de la Liga, Javier Tebas, y el de Mediapro, Jaume Roures). No tiene sentido que Mediapro vuelva a pagar una millonada por el fútbol cuando es un mero intermediario y no tiene ningún canal donde emitir los partidos”.
En conversación con El Confidencial, fuentes oficiales de ambas partes se declaran satisfechas con los lotes que han adquirido. En la sede de Telefónica tienen claro que, si se sigue por el camino de los sobreprecios en el fútbol se corre el riesgo de volver a convertir la plataforma de pago en una inversión ruinosa. Es decir, a seguir la misma estrategia que llevó a Digital+, bajo la batuta del grupo Prisa, a acumular pérdidas millonarias en su balance. En Mediapro, por su parte, recuerdan que esta situación ya se vivió exactamente igual cuando arrancó Gol Televisión, que tenía los derechos de la mayor parte de los equipos. Entonces, la antigua Canal+ acabó comprando poco a poco casi todos los paquetes.
Varios informes de analistas externos han avalado y aplaudido la estrategia seguida por Alierta y los suyos frente a Roures en la última puja de derechos
En este reparto de fuerzas, parece obligado que ambos contendientes tengan que verse abocados a un acuerdo. ¿Pero en qué condiciones y cuándo? Si Telefónica consigue aguantar la presión como ha hecho con la 'Champions' y sus abonados no afrontan un éxodo masivo, las posiciones de fuerza de cada una de las partes cambiarán radicalmente. Fuentes del sector reconocen que la fuerza de Telefónica aglutinando en una misma oferta internet, televisión, teléfono fijo y móvil están haciendo que el abonado se resista más a mudar todos sus servicios. Un escenario nuevo que no ocurría cuando el Plus estaba en manos de Prisa.
De momento, varios informes de analistas externos han avalado y aplaudido la estrategia seguida por Alierta y los suyos frente a Roures en la última puja de derechos. Fidentis destaca que “teniendo en cuenta que aquí se cumple la regla del 80-20 y que el 80% de la gente quiere ver el 20% de los partidos,Telefónica ha jugado su mano muy astutamente, comprando el contenido premium”. BBVA, por su parte, ha dado “la bienvenida a este enfoque racional de Telefónica hacia los contenidos de Fútbol”, opinión que también comparte Sabadell. Y Santander prefiere “menos derechos y disciplina financiera en lugar de una cartera de derechos más rica, pero con la inflación de costes cerca de 50%”.
Quizá la burbuja haya tocado techo y Telefónica haya abierto el camino a la moderación en las cifras que rodean el negocio del fútbol. Pero Mediapro ha comprometido 1.900 millones y si Movistar+ no pasa por la ventanilla de Roures, al final serán los clubes como últimos destinatarios de la inversiónquienes puedan empezar a inquietarse. Y es que el destino de toda burbuja es pincharse, siempre que no haya un primo de Zumosol dispuesto a seguir dándole aire.
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