Fondos monetarios, de renta fija y retorno absoluto para jugar una liquidez cada vez más demandada
Alicia Miguel Serrano
2015 fue el año en el que los ahorradores españoles hicieron suyo el riesgo de los mercados y se lanzaron a invertir en fondos mixtos, en un contexto propicio en el que los activos más conservadores tenían poco que ofrecer. Pero la volatilidad de los últimos meses y los profundos vaivenes de los mercados han devuelto a los inversores el miedo y la aversión al riesgo, y provocado que vuelvan a refugiarse en productos más conservadores, especialmente monetarios, garantizados de rendimiento variable y fondos de renta fija a corto plazo. Esto es, la liquidez vuelve a ponerse en valor.
El miedo es el principal catalizador de ese apetito más conservador: «En los activos de riesgo, específicamente la renta variable, ha aumentado significativamente la volatilidad desde agosto del año pasado y se han producido pérdidas. Además, la renta fija tanto gubernamental como emitida por empresas está muy cara y existe el peligro de que si las posiciones que se tienen son sensibles a los movimientos de los tipos de interés y el Banco Central Europeo deja de apoyar su precio con las compras que está efectuando (lo cual es improbable en los próximos trimestres) también pueden existir pérdidas», explica Miguel Ángel García, director de March Asset Management.
«La razón fundamental de la renovada aversión al riesgo en los últimos meses puede atribuirse casi en exclusiva a las caídas de las bolsas y el incremento de la volatilidad percibida. Estamos viviendo un periodo inusualmente largo de comportamientos erráticos en los mercados de renta variable, donde predominan los descensos, agravados por el hecho incontestable de que la remuneración al ahorro no existe, y los inversores no encuentran refugio en momentos de fuerte volatilidad. Este movimiento hacia activos refugio y liquidez es coyuntural, pero va alargándose a medida que no se materializa del todo el esperado escenario positivo en la economía americana, y prosiguen las incertidumbres en torno a China, el petróleo, etc....», explicaAna Rivero, responsable de Producto y Market Intelligence de Santander AM España.
«Cuando a un ahorrador se le saca de su zona de «confort» sin explicarle las bondades y los peligros del producto propuesto, si el resultado no es el esperado al final vuelve a buscar alternativas más conservadoras», afirma José María Luna desde la EAFI Profim, que también destaca como lógico, y motivo que explica el apetito por fondos conservadores, el hecho de que las entradas de nuevos partícipes de depósitos a fondos (más de un millón, según Inverco, desde marzo de 2015 a marzo de 2016) se materialicen en productos más «tranquilos».
No siempre invertido
Así pues, los activos conservadores y la liquidez han vuelto a la palestra. «Estos activos protegen capital y hemos vivido mercados complicados últimamente. Hace uno o dos años se vendieron muchos fondos perfilados en un entorno bueno de mercado, y ahora lo que mejor se vende son fondos conservadores», explica Ángel Olea, director de inversiones de Abante. Pero advierte: «Es una venta dirigida por el retrovisor, no mirando hacia delante».
Sin embargo, desde March AM no lo ven mal: «Lo importante es que cada inversor esté en un nivel de riesgo acorde con su perfil para no tomar decisiones erróneas en el peor momento», asegura García. Y José María Luna, de Profim, recuerda que la liquidez es un activo más: «Es un error muy común que nos «queme» el dinero en nuestras manos y que tenga que estar siempre invertido», añade.
Para el experto, el hecho de que este movimiento sea o no sostenible en el tiempo va a depender de dos factores: el desarrollo de los mercados y el interés de las entidades financieras por vender un tipo de producto u otro: «Cada vez hay más partícipes de fondos que son asesorados por asesores independientes pero la realidad es que todavía mucho ahorro sigue siendo seducido por lo que le ofrecen los grandes grupos financieros». En este sentido, conviene recordar que los productos de menor riesgo son también menos rentables para las gestoras.
¿Qué aporta la liquidez?
Lo que no aporta la liquidez ahora mismo es rentabilidad: «La rentabilidad es muy reducida, ya que los tipos de interés están influidos por la política monetaria expansiva del BCE que cobra a los bancos un 0,4 por ciento por hacer depósitos en él. Pero, la situación no es tan mala si tenemos en cuenta que la inflación está en el -0,8 por ciento», dicen desde March AM.
Pero, aunque no aporta rentabilidad, la liquidez aporta otras cosas, según los expertos: en primer lugar, protección del capital -o casi- y ayuda a reducir la volatilidad y, en segundo término, aporta opcionalidad, es decir, margen de maniobra si surgen otras oportunidades de inversión. Y esa doble función gusta a los inversores y gestores. «La liquidez permite contar con cierta «munición» para poder ser aprovechada para comprar otros activos financieros a precios atractivos», dice Luna. «Es un síntoma de aversión al riesgo, de aplazamiento de las decisiones de inversión. Ese es el principal motivo por el que se está incrementando, a la espera de que la volatilidad en el mercado ceda y se puedan aprovechar las oportunidades de inversión de cara al medio plazo», añade Rivero.
¿Cómo jugar la liquidez?
Así pues, la liquidez juega una función en las carteras, pero ¿cómo jugarla? Los expertos utilizan principalmente fondos monetarios, de renta fija a corto plazo y retorno absoluto(de baja volatilidad y riesgo) y la tendencia es de disminución de los primeros en beneficio de los últimos fondos. «Poco a poco estamos reduciendo peso en los monetarios y aumentándolo en renta fija a corto plazo y, sobre todo, en retorno absoluto», dice Olea. A la hora de destacar fondos, en monetarios habla del Imantia Fondepósito; en renta fija a corto, de Carmignac Securite y Natixis Euro Short Term Credit y en retorno absoluto, de los fondos Old Mutual Global Equity Absolute Return, BNY Absolute Return Equity y Maral Macro.
También en March AM hablan de fondos de liquidez con baja sensibilidad a los movimientos de tipos junto a los de retorno absoluto como mejor vía para jugar la parte más conservadora de las carteras: García destaca March Monetario -«un fondo absolutamente conservador»-, March Renta Fija Corto Plazo -con muy poca sensibilidad a los movimientos de los tipos de interés-, March Patrimonio Defensivo -con ligera exposición a la renta variable- y en retorno absoluto están recomendando a los clientes March International Torrenova Luxemburgo.
Profim habla de fondos monetarios y de renta fija europea corporativa de corto plazo para jugar la liquidez, pero, en ambos casos, con productos con comisiones de gestión muy competitivas, algo que para Luna resulta «clave». En monetarios destaca el Renta 4 Monetario y el Amundi Tréso 6 Mois E -un monetario en euros con comisión de solo el 0,14 por ciento-. En renta fija, habla del Fidelity Euro Short Term Bond A-ACC-EUR, un fondo de renta fija europea de corto plazo, y del Carmignac Securité A EUR, un fondo similar pero de gestión flexible de la cartera.
Desde Santander AM España, sin embargo, matizan estas opciones: «Ni los fondos de retorno absoluto ni los fondos de renta fija a corto plazo pueden considerarse liquidez. En cuanto a los fondos monetarios, tienen complicado conseguir retornos muy satisfactorios al tener que invertir en tipos de interés negativos y sin expectativa de mejora en sus rentabilidades en la zona euro».
Como opciones de fondos que más se acercarían (aunque no lo consideran liquidez porque la cartera puede asumir una duración de hasta dos años), Rivero habla del fondo Santander RF Corto plazo y del Santander Eurocrédito (con duración de hasta tres años), este último un fondo de crédito europeo también con la filosofía de aprovechar el apoyo de los bancos centrales.
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