Las cifras son muy significativas. Y ponen de relieve de qué manera la economía española está expuesta a la evolución de los tipos de interés. No solo el sector privado —las deudas hipotecarias ascienden a casi 600.000 millones de euros—, también el sector público, con un endeudamiento quese sitúa prácticamente en el 100% del PIB. Fruto de ello, el Tesoro, según las estimaciones de mercado, tendrá que hacer en 2017 emisiones por valor de casi 190.000 millones de euros. Es decir, alrededor del 17% del producto interior bruto (PIB).
Como se sabe, el objetivo de déficit previsto por el Gobierno para el conjunto de las administraciones públicas es rebajarlo hasta el 3,1% del PIB, lo que supone alrededor de 36.000 millones de euros incluyendo todas las administraciones. De ese porcentaje, sin embargo, 1,1 puntos porcentuales serán responsabilidad de la Administración central del Estado, que hay que financiar íntegramente. Otros 1,4 puntos de PIB de déficit corresponderán a la Seguridad Social, que casi en su totalidad cuenta con financiación procedente del Fondo de Reserva, que actualmente, y después de la última disposición de casi 1.000 millones de euros, cuenta con una dotación de 15.195 millones de euros.
Esta cantidad, sin embargo, es insuficiente para abonar las dos pagas extraordinarias de junio y diciembre de 2017, por lo que, como anunció el secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, habrá que acudir a emitir títulos públicos. En total, unos 2.000 millones de euros adicionales. Por su parte, a las comunidades autónomas se les ha asignado un déficit equivalente al 0,6% del PIB, que necesariamente tendrá que ser financiado por el Estado, toda vez que casi ninguna puede acudir al mercado para obtener fondos, lo que las obliga a hacerlo a través del Tesoro Público.
En total, según fuentes del mercado, las necesidades netas de financiación del conjunto del sector público ascenderán a unos 24.300 millones de euros, cifra inferior a la de este año. Las últimas previsiones del Ministerio de Economía estiman que en 2016 la deuda pública en circulación en términos netos (descontando las amortizaciones) ascenderá a 35.043 millones. Cifra, a su vez, inferior a los 47.717 millones 'nuevos' en que se endeudó el Estado en 2015.
Las nuevas necesidades de endeudamiento no significan, sin embargo, que vaya a aumentar la deuda respecto del PIB, ya que la relación se hace respecto del PIB nominal y, por lo tanto, la inflación 'se come' parte del endeudamiento.
Menos déficit público
Esta menor apelación al mercado tiene que ver, lógicamente, con la progresiva reducción del déficit público. Y eso explica, igualmente, que también el volumen de emisiones brutas haya ido descendiendo. En 2015, por ejemplo, se alcanzaron los 236.817 millones, mientras que este año las emisiones bajarán hasta representar los 221.364 millones, según la última estimación del Tesoro. Es decir, en ambos casos por encima de los 190.000 millones en que previsiblemente acabará este año.
Hay que tener en cuenta que el déficit del conjunto de las administraciones públicas previsto para 2016 asciende a 51.161 millones de euros, cifra que representa el 4,6% del PIB. Esta cifra, según el Gobierno, permite cumplir la nueva senda de reducción del déficit público aprobada por el Ecofin el 8 de agosto de 2016. Por su parte, la deuda de las administraciones públicas prevista para el final de 2016 asciende a 1,11 billones, cifra equivalente al 99,6% del PIB estimado.
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