Liberbank, el Sabadell y Popular: los más penalizados por el fin de un negocio de 5.000 millones
El fin de las cláusulas suelo tiene un efecto aún más perjudicial que la erosión en los márgenes de negocio de la banca española: su impacto en solvencia.
Sucursal de Liberbank
E.B. / 21-12-2016 • 10:51
La banca europea se enfrenta a un nuevo punto de presión sobre sus debilitados balances. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha decretado el fin de las cláusulas suelo de las hipotecas con efectos retroactivos. Las entidades españolas se enfrentan ahora a la devolución de cerca de 5.000 millones de euros que impactará especialmente sobre las cuentas de Liberbank, Banco Sabadell y Popular.
Los cálculos son imprecisos en algunas entidades, que se resistían a pensar en una sentencia como la que finalmente ha llegado desde Luxemburgo, pero todas las estimaciones fijan el importe a devolver a clientes por encima de los 4.500 millones de euros. Los cálculos de consenso fijan un rango de riesgo de entre 3.000 y 4.500 millones de euros, si bien los analistas de Bankinter despuntan con unos cálculos que elevan la horquilla a 5.000 millones en el caso más amable y hasta 7.500 millones en el escenario más desfavorable.
En virtud de lo anunciado por el Tribunal comunitario, la banca de la Eurozona se verá obligada a devolver todo lo que sus clientes hayan abonado en alguna ocasión de más sobre el tipo y suplemento de referencia durante la vida del préstamo y ya no sólo a partir del 9 de mayo de 2013, como había fijado ya el Tribunal Supremo español.
El organismo de Justicia explica en su sentencia que la jurisprudencia española por la que se limitaban “en el tiempo” los efectos de la resolución del Supremo “es incompatible con el Derecho de la Unión”. Una conclusión a la que sus magistrados han llegado al considerar que lo que se ofrece es “una protección de los consumidores incompleta e insuficiente […] para que cese el uso de las cláusulas abusivas”.
Mientras que los suelos de interés pasaron inadvertidos durante años mientras que el Euríbor y otros índices de préstamo de referencia en hipotecas, su drástica caída a tenor de las políticas de tipos cero promovidas por los grandes bancos centrales dio lugar a su activación. De este modo, los bancos prestamistas se aseguraban un margen mínimo de rentabilidad sobre el capital concedido que es lo que ahora desmonta el TJUE.
El principal afectado por el revés a las cláusulas suelo es Liberbank, la entidad heredera de Cajastur y otras tres antiguas cajas de ahorros, y así se refleja también en Bolsa. Las acciones de la entidad pierden más de un 11% después de un arranque de sesión plano en el que aún no se conocía la opinión del Tribunal europeo. Más de 2.400 millones en hipotecas concedidas por el banco están en esta situación y los cálculos de los analistas establecen que el final retroactivo de los suelos mínimos podría llevarse por delante un 5,2% de su valor.
El impacto que finalmente tenga la sentencia en el presidido por Manuel Menéndez tendría un único colchón: la activa política del banco en suprimir estas cláusulas a cambio del compromiso de sus clientes de no promover acciones legales ni acogerse a futuras indemnizaciones. En este sentido, la práctica de la entidad ha sido el establecimiento de unos diferenciales más abultados sobre un Euríbor en sus horas más bajas.
Por lo que se refiere al Sabadell, el golpe en números redondos sería incluso mayor, pero no quedarían tan debilitadas sus cifras de solvencia. Mientras que el vallesano cuenta con un volumen hipotecario con suelos de unos 11.500 millones de euros, de los que hasta un 5,3% del valor podría estar referenciado a estas cláusulas, el punto más delicado estaría en la eliminación de las mismas a futuro. En su política de defender la legalidad de sus contratos y recurrir las sentencias contrarias publicadas hasta la fecha, la entidad mantenía en libros unos ingresos asegurados a futuro por 160 millones de euros.
Desde los mostradores de Ahorro Corporación Financiera se calcula que Liberbank podría sufrir un impacto en la ratio de capital de mayor calidad (CET1) de hasta 252 millones de euros. Este factor, más allá del golpe en el balance de resultados podría ser el más perjudicial para las entidades dadas las renovadas dudas sobre la estabilidad de la banca europea que han vuelto a sembrar la falta de una solución para el sector en Italia y los más recientes episodios acontecidos en Deutsche Bank.
Esta situación tiene su fiel reflejo en el comportamiento en Bolsa de Popular en esta sesión de castigo. Más allá del agujero de entre el 1,9% y el 2,3% en una cartera de hipotecas que se mueve entre los 7.200 y los 9.000 millones de euros, en función de la fuente consultada, los inversores descuentan más problemas para una entidad sumida en un necesario y dilatado proceso de reestructuración que sigue sin solucionar el futuro de sus negocios inmobiliarios y que tiene pendiente un ambicioso cambio de mando después de largos años de presidencia de Ángel Ron.
Después de unos primeros compases de negociación en los que acogía la sentencia europea sin apenas sobresaltos, ha terminado sufriendo caídas superiores al 6%, el doble de lo que a la misma hora se dejaba el Sabadell que preside Josep Oliu.
Los cálculos son imprecisos en algunas entidades, que se resistían a pensar en una sentencia como la que finalmente ha llegado desde Luxemburgo, pero todas las estimaciones fijan el importe a devolver a clientes por encima de los 4.500 millones de euros. Los cálculos de consenso fijan un rango de riesgo de entre 3.000 y 4.500 millones de euros, si bien los analistas de Bankinter despuntan con unos cálculos que elevan la horquilla a 5.000 millones en el caso más amable y hasta 7.500 millones en el escenario más desfavorable.
En virtud de lo anunciado por el Tribunal comunitario, la banca de la Eurozona se verá obligada a devolver todo lo que sus clientes hayan abonado en alguna ocasión de más sobre el tipo y suplemento de referencia durante la vida del préstamo y ya no sólo a partir del 9 de mayo de 2013, como había fijado ya el Tribunal Supremo español.
El organismo de Justicia explica en su sentencia que la jurisprudencia española por la que se limitaban “en el tiempo” los efectos de la resolución del Supremo “es incompatible con el Derecho de la Unión”. Una conclusión a la que sus magistrados han llegado al considerar que lo que se ofrece es “una protección de los consumidores incompleta e insuficiente […] para que cese el uso de las cláusulas abusivas”.
Mientras que los suelos de interés pasaron inadvertidos durante años mientras que el Euríbor y otros índices de préstamo de referencia en hipotecas, su drástica caída a tenor de las políticas de tipos cero promovidas por los grandes bancos centrales dio lugar a su activación. De este modo, los bancos prestamistas se aseguraban un margen mínimo de rentabilidad sobre el capital concedido que es lo que ahora desmonta el TJUE.
El principal afectado por el revés a las cláusulas suelo es Liberbank, la entidad heredera de Cajastur y otras tres antiguas cajas de ahorros, y así se refleja también en Bolsa. Las acciones de la entidad pierden más de un 11% después de un arranque de sesión plano en el que aún no se conocía la opinión del Tribunal europeo. Más de 2.400 millones en hipotecas concedidas por el banco están en esta situación y los cálculos de los analistas establecen que el final retroactivo de los suelos mínimos podría llevarse por delante un 5,2% de su valor.
El impacto que finalmente tenga la sentencia en el presidido por Manuel Menéndez tendría un único colchón: la activa política del banco en suprimir estas cláusulas a cambio del compromiso de sus clientes de no promover acciones legales ni acogerse a futuras indemnizaciones. En este sentido, la práctica de la entidad ha sido el establecimiento de unos diferenciales más abultados sobre un Euríbor en sus horas más bajas.
Por lo que se refiere al Sabadell, el golpe en números redondos sería incluso mayor, pero no quedarían tan debilitadas sus cifras de solvencia. Mientras que el vallesano cuenta con un volumen hipotecario con suelos de unos 11.500 millones de euros, de los que hasta un 5,3% del valor podría estar referenciado a estas cláusulas, el punto más delicado estaría en la eliminación de las mismas a futuro. En su política de defender la legalidad de sus contratos y recurrir las sentencias contrarias publicadas hasta la fecha, la entidad mantenía en libros unos ingresos asegurados a futuro por 160 millones de euros.
Desde los mostradores de Ahorro Corporación Financiera se calcula que Liberbank podría sufrir un impacto en la ratio de capital de mayor calidad (CET1) de hasta 252 millones de euros. Este factor, más allá del golpe en el balance de resultados podría ser el más perjudicial para las entidades dadas las renovadas dudas sobre la estabilidad de la banca europea que han vuelto a sembrar la falta de una solución para el sector en Italia y los más recientes episodios acontecidos en Deutsche Bank.
Esta situación tiene su fiel reflejo en el comportamiento en Bolsa de Popular en esta sesión de castigo. Más allá del agujero de entre el 1,9% y el 2,3% en una cartera de hipotecas que se mueve entre los 7.200 y los 9.000 millones de euros, en función de la fuente consultada, los inversores descuentan más problemas para una entidad sumida en un necesario y dilatado proceso de reestructuración que sigue sin solucionar el futuro de sus negocios inmobiliarios y que tiene pendiente un ambicioso cambio de mando después de largos años de presidencia de Ángel Ron.
Después de unos primeros compases de negociación en los que acogía la sentencia europea sin apenas sobresaltos, ha terminado sufriendo caídas superiores al 6%, el doble de lo que a la misma hora se dejaba el Sabadell que preside Josep Oliu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario