Ignacio Gutiérrez-Orrantia, director de Citigroup en España, declaró el viernes en la Audiencia Nacional como testigo en el juicio que se sigue contra cinco exconsejeros de Abengoa, entre ellos el expresidente Felipe Benjumea, por las millonarias indemnizaciones concedidas a Benjumea y al exconsejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, poco antes de que la compañía se declarara en preconcurso de acreedores.
El directivo del banco estadounidense vino el viernes a sumarse a los testimonios que el jueves Rodrigo Echenique, presidente de Santander España, y Pablo López-Henares, de HSBC, realizaron en el juicio al asegurar que no siguieron prestando apoyo financiero a Abengoa porque las cuentas del grupo de mediados de 2015 no eran buenas.
Cuando en julio de 2015 Abengoa presentó sus resultados, estos "no eran los que conocíamos y esperábamos", declaró Gutiérrez-Orrantia, de acuerdo a fuentes presentes en el proceso. "Los flujos de caja eran menores de los esperados, y el apalancamiento mayor de lo esperado", dijo. Por estas razones, explicó el directivo de Citibank, el banco no se planteó en ningún momento acudir a la ampliación de capital prevista por Abengoa de 650 millones de euros.
Aunque Abengoa había dado ya señales preocupantes sobre su viabilidad y deuda desde finales de 2014, con jornadas de pánico en Bolsa, Santiago Seage, consejero delegado de la empresa, aseguró en una conferencia con analistas el 23 de julio de 2015 que la compañía se encontraba en una buena posición de liquidez. Sin embargo, pocos días después, a comienzos de agosto, Abengoa anunció su intención de llevar a cabo una ampliación de capital de 650 millones de euros.
Durante el juicio, que comenzó el lunes, el antiguo consejo de administración de Abengoa ha tratado de vincular la crisis del grupo sevillano a la supuesta decisión de la banca acreedora, en especial Santander, de condicionar su apoyo financiero al cese de Felipe Benjumea como presidente. Una imposición, sostienen, que se comunicó el 14 de septiembre de 2015, cuando supuestamente los bancos tenían ya decidido acudir a la ampliación de capital de 650 millones de euros anunciada por Abengoa en agosto, lo que retrasó la operación e incrementó la crisis de la empresa. El 23 de septiembre de ese año el consejo de administración de Abengoa cesó a Benjumea como presidente, y dos meses después el grupo se declaró en preconcurso de acreedores, el mayor de una empresa española, tras fracasar el intento de ampliación de capital.
Echenique declaró el jueves que las cuentas de Abengoa "no estaban claras" y que por esa razón Santander no acudió a la ampliación de capital anunciada. También Citibank tenía fuertes razones para negar más apoyo financiero a la compañía sevillana. El 16 de julio de 2015 el banco estadounidense participó en una operación de inversión en acciones de Abengoa por valor de 101 millones de euros, pero cuando días después conoció los resultados de la empresa del primer semestre del año concluyó que los "números no eran los que conocíamos y esperábamos", como declaró el viernes Ignacio Gutiérrez-Orrantia.
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