Estos son los principales puntos de contaminación por ozono en Asturias
Un informe de Ecologistas en Acción destaca que en el Principado se respira un aire «bastante saludable»
REDACCIÓN
La contaminación por ozono troposférico causa cada año 17.000 muertes prematuras en la Unión Europea, de las que 1.800 se producen en España. Los expertos señalan que dos terceras partes de los cultivos y buena parte de los bosques y espacios naturales soportan niveles de ozono que dañan la vegetación. Sin embargo, el millón de asturianos respira un aire «bastante saludable», según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta es la conclusión más llamativa de un informe elaborado por Ecologistas en Acción que detalla los principales puntos de contaminación por ozono en Asturias. En la comparativa con el resto de comunidades autónomas, Asturias no sale mal parada.
Durante el año 2017, Ecologistas en Acción ha recopilado los datos de 24 estaciones de control de la contaminación atmosférica pertenecientes a las redes del Principado y de distintas instalaciones industriales. Los ecologistas remarcan que estas últimas no han sido consideradas por el Gobierno autonómico en su evaluación de la calidad del aire. Además, dan un tirón de orejas al Ejecutivo autonómico, ya que la asociación recalca que su página web de calidad del aire «no ofrece datos en tiempo real de las 3 estaciones de las redes industriales que miden ozono y sólo permite la descarga de datos horarios históricos para seguir la evolución de la contaminación en periodos máximos de 4 días». Por ello, consideran que «resulta elemental» que el Principado de Asturias se esfuerce por mejorar la información de la calidad del aire en su comunidad.
El informe recoge que debido a las características climáticas de Asturias -marcadas por la inestabilidad frecuente, altas precipitaciones y baja radiación solar- la formación de ozono es «moderada» y no se registran «las elevadas concentraciones que tienen lugar en otros territorios del Estado». De hecho, la única estación que ha alcanzado niveles significativos durante 2017 ha sido la de Niembro, «representativa de la calidad del aire en la Asturias rural». En esta estación se ha sobrepasado el valor octohorario recomendado por la OMS en más de 25 días, que es la referencia anual (en el promedio de tres años) establecida por la normativa para evaluar el ozono troposférico. Por el contrario, ninguna estación ha superado el objetivo legal para la protección de la salud en el trienio 2015- 2017, y han sido «muy escasas» las superaciones del objetivo a largo plazo.
Por último, el informe señala que las estaciones de Plaza de Toros y Purificación Tomás en el área de Oviedo, «sobre las que tienen una gran influencia las emisiones de la Central Térmica de Soto de Ribera, especialmente con viento sur, junto con las estaciones Olloniego y Santa Marina, pertenecientes a la red de control de la propia central, así como la de Mieres en las Cuencas, han registrado once superaciones del umbral de información a la población, los días 20 y 21 de junio». El estudio también especifica que en el mismo episodio de elevada contaminación, el 18 de junio, las cuatro superaciones del umbral de información registradas en la estación de Mieres, no notificadas a la población, fueron posteriormente anuladas «por un fallo en el equipo medidor».
En conclusión, Ecologistas en Acción señala que el cuadro general de Asturias presenta «algunos puntos de contaminación importantes», y cita los polígonos industriales que se reparten por todo el territorio asturiano, los puertos de Avilés y Gijón (que además del tráfico marítimo albergan una gran cantidad de actividades industriales y de movimiento de graneles sólidos) y el tráfico rodado de las áreas metropolitanas de Oviedo y Gijón, además de las grandes centrales térmicas de carbón. «Los contaminantes precursores emitidos desde el área central de Asturias se traslada a las comarcas de Asturias rural, donde se forma y acumula el ozono troposférico, en general en niveles moderados», concluye el informe.
¿Cómo se forma el ozono?
El origen del ozono se encuentra en las emisiones de los contaminantes llamados «precursores», producidas por el tráfico, las industrias y las calefacciones. Estos contaminantes precursores se transforman en ozono en presencia de radiación solar. El automóvil, las centrales térmicas y el uso de disolventes orgánicos en pinturas y colas son las mayores fuentes de contaminantes precursores del ozono, como son los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV).
Efectos sobre la salud
Ecologistas en Acción explica que el ozono es un potente oxidante con importantes efectos sobre la salud. Los más afectados son los niños, las personas mayores, las mujeres gestantes y quienes padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares. En cuanto a los efecto a corto plazo, los eclogistas destacan que reduce la función pulmonar, irrita ojos y superficies mucosas, provoca dolor de cabeza y fatiga, induce nacimientos prematuros en mujeres gestantes y agrava las enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
A largo plazo afecta al desarrollo pulmonar, aumenta la incidencia y gravedad del asma, provoca alteraciones cognitivas similares al Alzheimer e incrementa la mortalidad de enfermos respiratorios y cardiovasculares crónicos.
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