Cómo afectará al bolsillo la nueva prorroga del QE de Draghi
Cristina Casillas
Todo está listo para que Mario Draghi comparezca a las 14:30 en rueda de prensa para explicar hacia dónde irá la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) en los próximos meses. Haciendo gala de la prudencia que le caracteriza parece que el BCE ampliará nueve meses más el programa de compra de bonos que finalizaba en diciembre. Sin embargo, los mercados esperan que lo reduzcan a la mitad: es decir, que las compras podrían moverse en una horquilla que iría entre los 25.000-30.000 millones de euros al mes. Además, no tocará el nivel de tipos y lanzará el mensaje que el BCE está dispuesto actuar manteniendo el programa o aumentando el volumen si las condiciones empeoran. De momento, la recuperación económica acompaña las decisiones, aunque la inflación está por debajo del objetivo del 2%.
Esta ampliación en el tiempo del programa seguirá teniendo repercusiones en la economía.
Para los ahorradores:
Los ahorradores conservadores han sido los más perjudicados por la política laxa de tipos de interés del BCE. Y una prorroga del programa más una subida de tipos que se retrasará hasta 2019 no les ayudará mucho. Los ahorradores han visto como la rentabilidad de sus depósitos y cuentas, los productos para ellos por excelencia, han quedado reducidas a un porcentaje meramente testimonial. La rentabilidad media del depósito en España, según datos del Banco de España, se sitúa en el 0,11%, muy lejos del 4% que ofrecían cuando los tipos de interés estaban en el 4%.
En la actualidad, la única forma que tienen los ahorradores para obtener rentabilidad es apostar por productos que conlleven un mayor riesgo, y, por lo tanto, una mayor rentabilidad, o bien contratar una cuenta remunerada vinculada a la domiciliación de la nómina y otros recibos, que es el mecanismo que utilizan la banca para ofrecer más ventajas a sus clientes, con unas rentabilidades entorno al 3%.
Para los endeudados o que quieran endeudarse
Serán los más beneficiados de la política monetaria laxa del BCE. La barra libre del BCE para los bancos hace que el grifo del crédito se haya abierto y se hayan trasladado esa rebaja al coste de los créditos. Es más fácil lograr un crédito, hipotecario o al consumo, y en mejores condiciones que durante los años duros de la crisis. Por poner un ejemplo, los diferenciales de las hipotecas han pasado del 2% que se publicitaban durante los años de la crisis al 0,910% de los más baratos.
Otra consecuencia de los bajos tipos de interés ha sido su repercusión en el euríbor. El euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, seguirá sufriendo el impacto de esta política monetaria del BCE. Así, el índice ha batido nuevo récord en septiembre y se prepara para marcarlo de nuevo en octubre. El euríbor ya cotiza en el -0,018% en su tasa diaria. Los analistas de Bankinter no esperan que el índice se recupere a corto plazo, que podría situarse su tasa mensual en el -0,20%--0,30% a finales de año y solo cerraría en el 0% en 2019 si finalmente el BCE sube tipos.
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