Montoro lanza la nueva financiación y coge a Asturias con el pie cambiado
La influencia del conflicto catalán, las diferencias sobre el papel del experto asturiano y la salida de Foro del grupo de trabajo complican el escenario
Después de un tiempo de dar largas a la reforma de la financiación autonómica, con la crisis política en Cataluña como pretexto, el Gobierno central mueve ficha y quiere abordar «ya» la revisión del modelo que provee de recursos económicos a las comunidades. Lo anunció ayer en el Congreso el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en un viraje que coge con el pie cambiado a Asturias. Aunque Gobierno y partidos coinciden en las líneas generales que deberían guiar esa reforma, hay varios factores que enredan el escenario. El temor a la influencia en el proceso de la crisis catalana o las discrepancias sobre el papel que en la discusión técnica ha jugado el experto designado por el Principado son algunos de ellos.
La irrupción de Montoro no pasó inadvertida a muchos. Hasta ahora el Gobierno había abierto ese melón solo en su vertiente técnica, con la creación de un comité de expertos llamado a presentar una propuesta para la reforma del modelo. Ese documento se conoce desde hace meses, pero el asunto se paró por la inconveniencia de tratar un tema tan sensible en pleno reto soberanista. Pero el guión comienza a cambiar.
Montoro se comprometió a lanzar «ya» la negociación. Lo hizo pidiendo el respaldo de otras fuerzas, sobre todo del PSOE, el otro gran partido nacional. No fueron pocos, en Madrid y en Asturias, quienes leyeron esta maniobra como la posibilidad de que la financiación sea uno de los instrumentos que puedan utilizarse para apaciguar la situación en Cataluña.
Aunque es cierto que el actual sistema de financiación presenta carencias, también es un hecho que la coyuntura política dista mucho de ser la ideal para, desde el punto de vista de Asturias, encarar la negociación. En privado, son varios los miembros del grupo de trabajo creado entre el Gobierno regional y los partidos que piensan que el mejor escenario posible es quedarse como hasta ahora ante el riesgo de salir perdiendo.
El clima en Asturias aparece contaminado por varios elementos. El conflicto catalán es uno de ellos y nadie descarta la posibilidad de que la financiación acabe siendo moneda de cambio en la negociación entre el Gobierno central y la Generalitat, a costa de los territorios más débiles. Y aunque sobre el asunto de fondo, sobre los principios que deberían regir un nuevo mecanismo más justo en el reparto de los recursos, hay amplias coincidencias, también hay matices.
Se discute, por ejemplo, la posición que en el debate técnico jugó el experto designado por el Principado, al que algunos grupos acusan de no defender bien la posición de Asturias. La unidad también se ha roto a raíz de la decisión de Foro de abandonar el grupo de trabajo por la negativa del Principado a facilitar un informe con el coste real de los servicios.
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