Sánchez garantiza que respetará las inversiones en el AVE asturiano
Foro pone en duda la credibilidad de la apuesta del PSOE por las obras en el Principado y echa en cara a su líder los casos de «corrupción» de los socialistas en la región
Asturias se coló ayer en el debate de la moción de censura a través del cara a cara entre el aspirante a llegar a la Moncloa, Pedro Sánchez, que tiene los apoyos necesarios para conseguirlo únicamente a la espera de la votación de hoy, y el diputado de Foro Isidro Martínez Oblanca. El parlamentario sembró dudas sobre el futuro de las infraestructuras prioritarias para la comunidad, singularmente el AVE, en caso de que el PSOE llegue al poder. El líder socialista replicó que asumirá los compromisos incluidos en los presupuestos para 2018 que estaba a punto de aprobar el PP y, en concreto, la ejecución de las partidas para las grandes obras asturianas.
«Yo creo que no le vendría nada mal a Asturias una administración socialista en los próximos meses», apuntó Sánchez, que recordó que las inversiones en Asturias eran más altas cuando gobernaba el PSOE que cuando lo ha hecho el PP. El secretario general socialista se refirió directamente a unas recientes declaraciones del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en las que alertaba del impacto negativo del triunfo de la moción de censura para las infraestructuras del Principado, para negarlas de forma tajante.
«Ya le digo yo, señor Martínez», dijo Sánchez al diputado de Foro en referencia a las advertencias del titular de Fomento, «que no; lógicamente, nosotros vamos a respetar las obras que han sido presupuestadas en materia de infraestructuras». Esto es, que un futuro Gobierno socialista ejecutará las inversiones previstas en el AVE y en las carreteras del Principado.
Sánchez no se quedó ahí y echó en cara a Oblanca el respaldo de su formación al PP. «No entiendo por qué un partido como Foro quiere perpetuar a quienes han abandonado las cuencas mineras», apostilló.
El líder socialista salía así al paso de los duros ataques de Oblanca, que tanto en su intervención inicial como en su turno de réplica criticó con dureza la moción de censura presentada por el PSOE. Una iniciativa que, objetó, prosperará con el respaldo «de las formaciones independentistas que en Cataluña se han rebelado contra el Estado de Derecho». Una investidura sustentada sobre el independentismo catalán, anotó, «daña la unidad de España».
Oblanca situó a Sánchez como un enemigo de las prioridades asturianas. Remarcó que para la región es «imprescindible» un AVE «que los socialistas nos hurtaron». Acusó al PSOE de «liquidar» la minería del carbón y trabajar ahora por el «cierre» de las centrales térmicas. E instó al secretario general a dar explicaciones de los casos de «corrupción» que su partido sufre en Asturias y las «responsabilidades políticas» que está dispuesto a asumir por ellos. Citó, entre otros, El Musel, Villa, UGT o Marea. «Una veleta es más fiable que usted», le espetó. A partir de ese cúmulo de reproches, el parlamentario de Foro pronosticó que, con Sánchez y el PSOE en la Moncloa, Asturias profundizará en la «decadencia» por la que se desliza desde los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno y con Javier Fernández a los mandos del Principado. Fue especialmente severo al referirse al anuncio de Sánchez de que asumirá los compromisos recogidos en los presupuestos estatales para 2018 que ha impulsado el PP. «Se presenta aquí alabando la ley de presupuestos a los pocos días de que su grupo la rechazase. ¿En qué circo cree usted que está? ¿Por qué tipo de peleles toma usted a los diputados, los de su grupo y los del resto de grupos», martilleó. Y zanjó: «Para España y para Asturias no sería malo que usted fuera presidente, sería una calamidad».
Menos concreción aportó el debate respecto de otra de las cuestiones clave para Asturias, la financiación autonómica, un elemento que apareció en distintos puntos del pleno porque interesa a diputados de distintas comunidades. De los argumentos de Sánchez, que citó al presidente asturiano, Javier Fernández, con quien su relación es muy distante, para resaltar que se trata de un asunto muy relevante para el Principado, no se puede interpretar algo concluyente. Habrá pasos en busca de un primer punto de entendimiento, eso sí, pero desde la convicción de que llegar a un acuerdo definitivo para impulsar un nuevo modelo se antoja complicadísimo por escasez de tiempo y por las posturas tan enfrentadas que existen.
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