La restauración de la Capilla de los Vigiles empezará en 2019 tras una década de espera
El Ministerio de Cultura ultima el concurso público de las obras, que estarían terminadas el próximo verano
Tras una década esperándola, la Catedral verá la restauración de la Capilla de los Vigiles el comienzo del próximo año. Fuentes del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), que se encargará de la misma, informaron a este diario que «podemos estimar que de aquí a seis meses las obras podrán comenzar»; eso es entre enero y febrero del próximo 2019.
En estos momentos, tras recibir el proyecto por parte del Principado de Asturias y después de que su servicio de Arquitectura diese la aprobación técnica, el IPCE ultima el envío a la oficina de Supervisión del Ministerio de Cultura. Es el último paso antes de que salga a concurso público la obra, con un presupuesto de 366.655,46 euros. El plazo de ejecución de los trabajos es de medio año, por lo que deberían estar completados para el verano de 2019.
El Principado había encargado entre 2008 y 2009 un estudio -que ha sido actualizado- sobre la restauración de la capilla que costó 61.000 euros y calculaba que el arreglo valía 450.000. Nunca se ejecutó y, pese a ser prioritario para el Cabildo, se vieron faltos de fondos para abordarlo. «Es necesario, porque el retablo está desprendido, hay que desmontarlo. Todo el interior está muy mal, al haber caído mucha agua», justificaba el deán de la Catedral, Benito Gallego.
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Pero el anterior Gobierno del PP se comprometió el pasado abril a arreglar Los Vigiles y, aprobados los Presupuestos Generales del Estado, la restauración salió adelante. Los plazos son algo más extensos que los previstos por Gallego (obras de noviembre a marzo), pero según el IPCE el retraso se debe a que los presupuestos no se aprobaron hasta julio.
En los Vigiles ya hubo una actuación en 1997 para acabar con las filtraciones de agua a través de una cubierta ventilada; cubierta que es la única de piedra de la Catedral. Ahora, la intervención se centrará en arreglar la pared pétrea, el retablo -propuesto por el Principado para ser Bien de Interés Cultural (BIC)- dañado por la humedad en su soporte y dorados, la rejería que ha perdido el color y el cierre históricos. También, ya en un plano arqueológico, se quiere recuperar la traza original de la nave sur de la basílica que levantó Alfonso II 'el Casto' y se derruyó para permitir la construcción de la capilla.
La capilla se llama así por su impulsor, el obispo Juan Vigil de Quiñones, y se erigió entre 1627 y 1640 por mano de tres arquitectos (Naveda, De la Huerta y Manzano). Pintada en blanco y dorado, no llegó a policromarse por desavenencias entre los herederos de Vigil. Destacan el retablo de la Anunciación de Luis Fernández de la Vega hecho en madera y también la iluminación superior, la estatua orante del religioso, los relieves o la sillería de labra escultórica.
Aparte del proyecto de restauración estatal, el Cabildo también quiere construir a sus expensas un baptisterio, ausente en la Catedral. Luego, para completar el plan director de la Sancta Ovetensis, solo habrá que reparar las vidrieras de la nave sur. Aunque hay pendientes más cosas, como el suelo del campanario de la torre y los retablos de la girola.
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