La redacción del proyecto del Bulevar de Santullano es un «despropósito» para el PP
Una vista del área que se pretende reordenar dentro del proyecto. / PIÑA
El edil Fernández-Ladreda repasa la cronología del contrato y advierte de una posible resolución que, «sería un escándalo»
J. C. A. OVIEDO.
«Cronología de un despropósito». Así calificó ayer el concejal del Grupo Municipal Popular Fernando Fernández-Ladreda, el proceso de gestación del bulevar de Santullano. En un prolijo relato, que se remonta al 19 de enero pasado cuando la junta de gobierno adjudicó a la UTE Bosque y Valle el contrato de redacción, expone los retrasos y prórrogas solicitadas por los redactores y califica de «escándalo» si, «como de suyo procedería a la vista de la tramitación, tuviera que resolverse este contrato». Según lo acordado, el plazo de entrega del proyecto comprendía tres meses.
Los arquitectos pidieron el primer aplazamiento el 28 de mayo, ya fuera de plazo. La petición surge ante «la falta de resolución de la solución final de la primera glorieta de entrada a la ciudad».
Sin embargo, el funcionario responsable del contrato había remitido a la UTE los datos de la red municipal de abastecimiento y saneamiento disponible y de la red de gas y eléctrica aportados por las compañías suministradoras en los meses de febrero y marzo, reseña el edil en su comunicado al tiempo que indica que «aunque este responsable solicitó en sucesivas ocasiones documentación completa para el seguimiento y control del proyecto, por correo electrónico primero y mediante informe de fecha de 16 de mayo de 2018 más tarde, no tuvo respuesta» y los arquitectos, solicitaron más datos el 22 de mayo.
Según el relato de Ladreda, los días 4 y 5 de junio se realizó el estudio geotécnico previa solicitud, una «petición sorprendente a esas alturas». El 19 de junio pasado se mantuvo una reunión en la que se aportaron datos de alumbrado e instrucciones para diseñar el aparcamiento de Carrefour, «indicándoles que la falta de aproximación presupuestaria del proyecto, impedía aprobar un plan de etapas adecuado, por lo que se les reclamaba la concreción en precios de las partidas planteadas hasta la fecha, y una estimación de las restantes».
El 27 del mismo mes se informó la prórroga. El 29, el equipo de gobierno se reunión con el Principado para despejar la incógnita del acceso al bulevar. Sin embargo, el 2 de julio se solicitó por parte del equipo redactor un segundo aplazamiento, sine die, alegando «la falta de confirmación de la solución técnica adoptada en la rotonda de acceso desde la A-66».
Cuatro días más tarde, el equipo envía documentación, «sin incluir la rotonda de acceso» y «sin definir infraestructuras y contenidos del proyecto propios de ingeniería civil». «En esta tesitura», desgrana el concejal, «se les ha de requerir para que entreguen el objeto de contrato en 10 días». A la junta de gobierno «no le quedó más remedio, para salvar la cara, que requerir a la UTE que cumpliese», añade, antes de hacer responsables del incumplimiento del contrato a los miembros del equipo de gobierno que «no les queda más que tragar, porque han de comerse su imprevisión, su falta de diligencia y su incapacidad», remecha Ladreda.
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