POLÍTICA

Sánchez, dispuesto a prorrogar Presupuestos antes que convocar elecciones

Pedro Sánchez J.J. Guillén | EFE
En Moncloa creen que "no pasaría nada" por prorrogar las Cuentas de 2018, porque en esta situación excepcional el Gobierno podría presentar leyes para aumentar el gasto social si a cambio crea nuevos impuestos.
El Gobierno quiere presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2019 en noviembre, de manera que, de aprobarse, verían la luz en febrero, en plena campaña hacia las elecciones autonómicas y locales. Esto es lo que ha transmitido el Ejecutivo en la gira del presidente por Latinoamérica. Pero hay otra bala en la recámara. Como Pedro Sánchez no las tiene todas consigo para lograr el apoyo de ERC y PDeCAT a las Cuentas después del "otoño caliente" que se avecina en Cataluña, en Moncloa ya se ha comenzado a pensar en el plan B. Y éste es tan básico como sorprendente: "No pasaría nada" por prorrogar los Presupuestos, siempre que se mantuviesen las reformas sociales básicas del mandato de Sánchez, incluso aunque fuese a golpe de decreto. Así lo revelan fuentes gubernamentales a EXPANSIÓN .

Llegado el momento, el Ejecutivo priorizaría la "recuperación" del Estado del Bienestar, con un mayor gasto en "sanidad, educación y dependencia", entre otras partidas. Estas reformas se acometerían por la vía del proyecto de ley -o sea, presentadas por el Gobierno- o incluso por decreto, cosa que tampoco se descarta, pese a las críticas que ha provocado el uso de esta figura en siete ocasiones en los tres primeros meses de Sánchez.
Sucede que, si el Gobierno se viera obligado a prorrogar los Presupuestos por la falta de apoyo de alguno de sus socios de la moción de censura -ya sean los citados independentistas catalanes o incluso Podemos-, Sánchez completaría cuando menos un año y medio de su mandato con unos Presupuestos de centro derecha. Sería la primera vez que se prorrogarían las Cuentas -Rajoy las aprobó siempre, aunque fuera tarde- y llegaría a 2020, año de elecciones generales, sin haber logrado gobernar con un proyecto económico propio.
No en vano, el propio Sánchez ha repetido en múltiples ocasiones que la "principal ley" de los gobiernos es el Presupuesto, y que no aprobarla pone en cuestión la responsabilidad del presidente y la propia confianza del Parlamento -ver información adjunta-.
¿Gobernar sin unos Presupuestos propios no es gobernar a medias? "No", apunta un dirigente cercano a Sánchez que cree que "hay que entender" que "estamos en otra época" en la que la fragmentación política dificulta transitar los caminos naturales de la labor Ejecutiva. Esto es algo similar a lo que dijo el pasado viernes la vicepresidenta Carmen Calvo: "Va a ser muy difícil que nadie tenga una posición coherente y monolítica en esto, por eso vamos a negociar con todo el mundo los Presupuestos, obviamente. Y cuando digo con todo el mundo, digo con todo el mundo".
Pero, claro, si no hubiera acuerdo sobre el techo de gasto de 2019 y el Gobierno no pudiera aprobar la nueva senda de déficit que ha pactado con Bruselas, no podría hacer uso de ese incremento adicional del gasto en 6.000 millones. Es decir, el Ejecutivo se debería atener a los límites establecidos por la senda de déficit de Mariano Rajoy.