El Pleno de Oviedo aprueba el presupuesto para 2019: 243,5 millones de gasto y más de 12 de déficit
El edil de Economía dice que el alcalde «me ha decepcionado» y que «no echaremos al PP del todo hasta que no arreglemos el área» de Ana Rivas
¿Para qué sirve un presupuesto? A las administraciones públicas, a grandes rasgos, para explicar a los contribuyentes en qué dicen que se van a gastar el dinero que les acaban de sacar del bolsillo con impuestos. A veces se cumple y otras no. Es más un discurso político que una promesa. El concejal de Economía Rubén Rosón construyó ayer el suyo sobre tres ejes. El Ayuntamiento gasta más, ejecuta 25 millones de euros más ahora que cuando gobernaba el PP en 2014. Además, lo hace de forma «más justa»: ampliando los servicios a los ciudadanos -apertura de colegios en periodos no lectivos, más limpieza viaria o la Universidad Popular-, y con menos impuestos a los vecinos en general y un esfuerzo mayor «para unos pocos» grandes patrimonios. También que todo lo hace contra viento y marea, esquivando las leyes que restringen el gasto, pagando la deuda heredada del PP y siendo la demostración de «que es posible aumentar los recursos destinados a los vecinos y a los servicios municipales». Todo en 243,5 millones de euros de gasto, que defendió «como el mejor presupuesto de la historia» y retó a la oposición, en un larguísmo Pleno celebrado ayer, a que explicase qué recortes harían para cumplir las leyes de estabilidad.
Ayer se aprobó el presupuesto y no en octubre como manda la Ley de Haciendas Locales, le recordó el portavoz de Ciudadanos Luis Pacho, quien ahondó en que los incumplimientos del proyecto -12 millones de déficit e incumplimiento de la regla de gasto- lastrarán las cuentas de los dos próximos años. Coincidió con el concejal popular, Eduardo Rodríguez, en hablar de «'presupuesto Pinocho, Rosón nos ha visto a los ovetenses cara de Gepetto y nos está haciendo un hijo de madera», apuntó y le recordó que los recortes los hizo el propio Rosón en octubre pasado. «25 millones de euros, 22 de inversiones», le expuso como adelanto del «marrón» que le tocará a la próxima Corporación.
En la misma línea, el popular Eduardo Rodríguez tachó las cuentas de «presupuesto fantasma». «El próximo equipo de gobierno se encontrará con una herramienta irrealizable y al margen de la ley. Un presupuesto carnavalesco». Tanto que se «echa en falta en el programa» de las fiestas «un carnaval de cine, aquí lo tenemos de película». El edil recordó que «nunca el informe del interventor había sido tan duro». Está «en causa de impugnación ante los tribunales, es un presupuesto que nace muerto, el perjuicio para Oviedo es irreversible».
Entre otras cosas porque el equipo de gobierno es incapaz de aprobar un presupuesto en plazo y dentro de los márgenes legales, lo que aboca a modificaciones y retrasos que «lastran la ejecución de las inversiones, financiadas, además, con deuda para nada». Rodríguez destacó que el equipo de gobierno, con mayoría absoluta, se ha pasado «un año en prórroga, una cuarta parte del mandato» y que eso supone «tiempo perdido para dar respuesta a las necesidades de los vecinos, inversiones que se quedarán en una rueda de prensa». Señaló el «abandono» que sufren los barrios, y que «quieren un lago en el Bulevar cuando tenemos un desierto en El Cristo», antes de repasar las obras sin hacer del año pasado y concluir que «los vecinos no merecen que sus impuestos no redunden en mejoras en servicios o dotaciones».
O, en palabras de Pacho, «no tienen ninguna intención de hacer las inversiones entre ellas en los campos donde se lesionan los niños de Oviedo».
La bomba
Rosón respondió de nuevo con cifras -los 25 millones que gastó más el Ayuntamiento el año pasado que en 2014- y afirmó que «si no lo entendéis» y «aquí no hay ningún tonto, es porque mentís a los ciudadanos». Alguien debería de haberse quedado con copla. Rosón aprovechó el debate de la liquidación y último turno de palabra del Pleno para soltar la bomba, disparar contra el alcalde, Wenceslao López, directamente, en público y para la posteridad en el acta de la sesión.
Rosón desligó el retraso del presupuesto de la baja ejecución presupuestaria de las inversiones, poco más de 5 millones el año pasado. «Teníamos la financiación asegurada para 7 millones de euros» en obras hasta la aprobación del presupuesto. «No es cierto y es mentira que el retraso del presupuesto tenga que ver con la baja ejecución», añadió, porque «no terminaremos de echar al PP del Ayuntamiento hasta que no se solucionen los problemas del área de Infraestructuras», aunque no hablaba del área, sino de su titular, Ana Rivas, a la que acusó de ser el brazo de la FSA en el Ayuntamiento y volvió a reprochar que se abstuviese en la aprobación del proyecto de presupuesto. «No estamos aquí para ejecutar el mandato de la FSA, para mi es una decepción ver que el alcalde que investí parece mas preocupado en no molestar en su partido. Faltó empuje, coraje y valentía y, como digo, hay que afrontar los problemas no desviarlos con mentiras».
Al aludido, al alcalde le quedó cara de pasmo y levantar la sesión. Inmediatamente después reunió en su despacho a sus concejales. Fuentes municipales, señalaron el malestar del primer edil y de su grupo, pero también que López optó ayer por dejar enfriar el asunto y dejar reposar las cosas.
Imágenes
La verdad es que Somos no hizo muchos amigos ayer. Pacho y Caunedo mostraron su enfado por el hecho de que técnicos contratados por el grupo de Taboada les graben en el Pleno y más que eso, por el uso que hace Somos con sus imágenes. El alcalde optó por desoír las quejas de ambos portavoces. También las del popular cuando la respuesta a sus preguntas sobre el plan especial del Naranco o las nuevas líneas de autobús se convirtieron en demoliciones sin límite de tiempo en los turnos de Ana Rivas o Ignacio del Páramo. El PP protestó y apeló al secretario, sin otro resultado quer ser reconvenidos por Wenceslao López. «Es usted un impresentable», le espetó el popular Gerardo Antuña. «Y tú un sinvergüenza», le replicó Rivas.
Tanto ruido que casi no dejó oír a las 'kellys' pedir que la próxima Corporación cree un distintivo para los hoteles respetuosos con sus camareras de piso. Tanto ruido como el que hubo para debatir sobre el 8M, aprobar sin consenso una proposición en apoyo de la huelga y una declaración institucional en favor de «la igualdad real» entre hombres y mujeres.
Tanto ruido que también es lícito preguntarse para qué sirve un presupuesto a dos meses de las elecciones.
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