La buena relación dentro y fuera de los platós de la que hasta ahora habían hecho gala el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el presentador y director de La Sexta, Antonio García Ferreras, estallaba esta semana con un enfrentamiento en pleno directo. El candidato a la presidencia del Gobierno por la formación morada ya había señalado desde el arranque de la precampaña la supuesta responsabilidad del periodista por dar altavoz a otros informadores que, según su escrito de acusación en la causa del caso Villarejo que instruye la Audiencia Nacional, trabajarían para las cloacas del Estado. Durante una tensa entrevista en el programa 'Al Rojo Vivo', Iglesias fue un paso más allá al echarle en cara lo que venía insinuando: "Tú eres uno de los mayores protectores de Eduardo Inda. Te lo digo con mucho dolor, pero me parece terrible que se haya dado espacio a este personaje que parece que forma parte de una estructura de cloacas destinada a publicar informaciones falsas".
"A Inda le protegen dos factores. Que es un periodista que ha desvelado exclusivas del caso Bárcenas, caso Urdangarin o la operación Kitchen; y la presunción de inocencia", le respondía el periodista. Por otra parte, Ferreras explicó que "tengo grandes y enormes discrepancias, por supuesto ideológicas, con Eduardo Inda, pero es uno de nuestros 90 colaboradores", para concluir que "los partidos políticos no pueden decir a un medio quién tiene que estar y quién no". La relación entre la organización y el canal de televisión "sigue siendo buena", según señalan desde el partido, y justifican que solo se haya reprochado el hecho de darle una ventana a un periodista que difundía noticias falsas, en referencia a Inda.
La denuncia de los poderes fácticos está centrando la campaña de Podemos, situando en su diana las élites económicas y cada vez más a los medios de comunicación, "que tienen más poder que cualquier diputado", aseveraba Iglesias en su primer mitin de precampaña. Desde entonces ha ido subiendo el tono y personificando los ataques hasta el punto de abrir un frente con Atresmedia, el grupo mediático al que pertenece La Sexta, por dar voz al mencionado periodista. La pata "mediática criminal" de las cloacas del Estado, según señalaba Iglesias.
"Cada partido está en su derecho de hacer la estrategia que considere", concede Ferreras en declaraciones a este diario, pero remarcando que cuenta con 90 colaboradores y que "ningún partido ni Gobierno va decidir quien puede estar entre ellos". El enfrentamiento de Iglesias con el director de La Sexta ha sorprendido incluso entre cargos de la formación, por las contradicciones manifiestas, y no deja de llamar la atención por la omnipresencia del líder de Podemos en programas del grupo, desde su primera entrevista tras volver a la primera línea política. Para Ferreras son lícitas las estrategias de campaña de cada partido, pero por lo que conoce tanto a Inda como a Iglesias desconfía que en este caso se esté "elevando a estrategia política una cuestión personal".
Ferreras: "Cada partido está en su derecho de hacer la estrategia que considere, pero ningún partido ni Gobierno decidirá quien puede ser mi colaborador"
La acusación de Pablo Iglesias viene precedida de otros episodios que ya daban cuenta de que su relación con el directivo televisivo se había enfriado. Tras mencionar en su primera entrevista de precampaña a Ferreras como el altavoz de uno de los principales miembros de la pata mediática del caso Villarejo, que investiga la Audiencia Nacional bajo secreto de sumario, y centrar buena parte de sus ataques de poner los medios de comunicación en la diana, el programa que presenta Ferreras emitió un video señalando las coincidencias de discurso entre Podemos y Vox. "Me llegaron mogollón de mensajes de gente indignadísima con 'ARV'. Ferreras, que es un periodista superinteligente, sacó por lo visto cinco veces un vídeo que venía a decir que Vox y Podemos son iguales. Yo creo que la gente no es imbécil".
La comparación fue tildada de "manipulación barata" y el presentador defendió que "no es cierto que hayamos dicho que Vox y Podemos sean lo mismo. No lo hemos dicho. Lo que sí hemos dicho, y lo mantenemos, es que Podemos y Vox en esta campaña respecto a los medios de comunicación tienen una estrategia muy similar, muy parecida. En algunos momentos, idéntica". Desde la formación se daba a entender que el mencionado vídeo pudiese ser una respuesta a la entrevista de Iglesias por parte del canal, desconfianza que fue creciendo al seguir difundiéndose por redes varios días después de su emisión en el programa.
"Ferreras sacó por lo visto cinco veces un vídeo que venía a decir que Vox y Podemos son iguales. Yo creo que la gente no es imbécil"
El corte del vídeo con la polémica que protagonizaron Iglesias y Ferreras desapareció de varias cuentas que lo distribuían a través de Facebook y Youtube, incluidas las oficiales de Podemos. Un hecho que hizo saltar las alarmas entre el equipo de redes sociales de la formación, puesto que nunca antes se habían bloqueado vídeos difundidos desde las cuentas oficiales del partido. El propio algoritmo de Facebook fue el que bloqueó los vídeos al tener un elevado número de coincidencias, entre ellos el de la cuenta de Podemos, y dejando solo el original de 'La Sexta'. Posteriormente también se desbloqueó el vídeo a Podemos. Cuentas como 'Spanish Revolution', con más de dos millones de seguidores, sí estuvo un par de días retenida y posteriormente volvió a subir el vídeo titulándolo 'El vídeo que La Sexta no quiere que veas'.
La "trama criminal" contra la que Iglesias arremetió ya a su salida de la Audiencia Nacional, cuando se personó en una nueva pieza del caso Villarejo por el robo del móvil a una colaboradora con información sensible, vincula para el candidato tanto a "policías corruptos, a medios de comunicación y a grandes empresarios". Una realidad que se está utilizando para cohesionar la campaña electoral de Podemos, pero que también comienza a erosionar sus relaciones con los directivos del sector, especialmente de La Sexta, medio con el que siempre había tenido una mayor presencia.
Independientemente de los efectos que pueda tener en las urnas esta estrategia, la investigación abierta sobre el presunto espionaje a Podemos con fines políticos ha cohesionado internamente al partido. El giro en el caso Villarejo ha facilitado la unidad en torno a la figura de Iglesias, en un contexto crítico para la organización macado por las fratricidas guerras por el poder de los últimos meses, cuya principal consecuencia fue la escisión encabeza por Íñigo Errejón con la plataforma Más Madrid. Se ha visualizado el enemigo externo, después de meses centrándose en el interno. Por lo que respecta al canal televisivo, su director insiste en que este episodio no es llevará a variar su forma de trabajar: "Seguiremos tratando igual a Podemos, con las mismas oportunidades que hasta ahora y el resto de partidos", explica aunque desliza una cierta incomprensión.
Ya el pasado mes de noviembre, Iglesias aprovechaba una intervención en la tertulia política que presenta, 'Fort Apache' en el canal Hispan TV, para afirmar que es 'vox populi' que "Ana Rosa, Herrera, Ferreras, y cualquiera de estos directores de grandes programas que ven mucha gente, tienen muchísimo más poder político que cualquier ministro. Muchísimo más. Y esto es así". Finalmente añadía que "los grandes generadores de opinión compiten entre ellos e incluso se odian, pero es una competición entre agentes privados" para preguntarse "¿hasta que punto es lo más normal o lo más deseable en una sociedad democrática?".
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