sábado, 16 de noviembre de 2019

Aucalsa busca excusas....

El cierre del Huerna durante ocho horas por las nevadas desata las protestas de los usuarios

EUGENIA GARCÍA | RAMÓN MUÑIZGIJÓN.

Durante casi ocho horas, ni los coches con neumáticos de invierno ni los autobuses o camiones pudieron atravesar la principal vía de conexión entre Asturias y la meseta. Una media de 8.424 conductores usan a diario el peaje del Huerna (AP-66), el tercero más caro de España por kilómetro recorrido, pero quienes entre el jueves y viernes quisieron evitar el puerto de Pajares tomaron la peor decisión. Les pilló en ruta la mayor acumulación de nieve de los últimos once años. Fue una de las consecuencias de un temporal que también cerró doce puertos de montaña, cortó las comunicaciones ferroviarias con León, provocó numerosos accidentes, suspendió las clases en seis colegios, causó graves argayos y ocasionó grandes crecidas en los ríos.
El 14 de diciembre de 2008, otro temporal dejó sin servicio el Huerna durante 21 horas, con 400 vehículos atrapados. Esta vez, diez años y once meses después, fueron casi ocho las horas que permaneció cerrada la vía por una acumulación mayor, de hasta 120 centímetros de nieve en las zonas más altas de la autopista. Los perjuicios fueron menores, pero las protestas de particulares y transportistas se repiten.
Aucalsa, la concesionaria de la autopista, recibe un parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) «muy específico» para adelantarse al tiempo que tendrá toda la infraestructura, indica el director provincial del ente público, Ángel Gómez. Con este documento en la mano, desde las 19.47 del jueves se adoptaron restricciones intermitentes. Las decisiones las tomó el centro de control de La Ablaneda, en la propia autopista, donde vigila la situación por las videocámaras un equipo con personal de la empresa, de la Guardia Civil de Tráfico de Asturias, de León y Protección Civil.
Entre las 21 y las 22 horas, también del jueves, se abrió un pasillo para dejar paso a los camiones embolsados. Del lado asturiano pasaron 58, pero en el lado leonés un transportista realizó una maniobra antirreglamentaria, adelantando a otros, su vehículo hizo la tijera y acabó cruzado en la calzada. Esto obligó a cerrar el paso a todos a las 22.27. Había conductores en la autopista y para sacarlos se envió a las quitanieves y se abrieron pasos intermedios entre las dos calzadas con el objetivo de evitar un bloqueo similar al de hace años. La operación se efectuó, dijo Aucalsa, en 40 minutos.
A las 3.10 horas de ayer la vía se reabrió solo para vehículos con neumáticos de invierno, mientras decenas de camioneros se veían obligados a pasar la noche en sus cabinas. El semáforo de alerta volvió a negro a las 5.21 horas. Así siguió hasta las 8.26 horas. La razón, explican fuentes de Delegación de Gobierno, era la «total falta de visibilidad» en Barrios de Luna provocada por la ventisca. «Fue muy duro, no se veía desde las quitanieves», coinciden en la concesionaria.
¿Por qué se mantuvo abierto Pajares a vehículos ligeros mientras el Huerna cerraba? El primer motivo es meteorológico. El comportamiento del temporal, explican en la Aemet y la concesionaria, cambia de una montaña a otra y a pesar de que el punto más alto de Pajares está 240 metros por encima del Huerna, a 1.140 metros de altitud, el reparto de la nieve es «muy poco homogéneo y depende del viento». Lo habitual es que las mayores acumulaciones de nieve se den en Pajares, pero no siempre y en todos los tramos es así. Segundo factor: las quitanieves. Aucalsa tiene 16, 9 en el lado asturiano y 7 en León. En el puerto operaban 7. No obstante, en Pajares la distancia a cubrir es menor, por lo que hay una cadencia superior de paso de quitanieves, lo que ayuda a tener más despejado el firme. Además, en el Huerna no se puede usar cadenas, mientras que en el puerto de alta montaña de la N-630 sí. De hecho, esa era la única forma de circular durante lo peor del temporal.
Pese a que la AP-66 ha tenido, según el consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño, «unos ratios de cierres muy razonables», ante este último el Principado pedirá explicaciones al Ministerio y a la concesionaria para estudiar «si la intensidad de lo ocurrido justifica o no su cierre». Los transportistas también reclaman cambios. «Paralizar el tráfico de camiones es un problema muy grave. Exigimos, y más en una autopista de pago, que se pongan todos los medios posibles para evitarlo», criticó Ovidio de la Roza, presidente de Asetra, antes de añadir lo que todos piensan: «No podemos tener Asturias aislada cada vez que hay una tormenta».

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