ATP Finals 2019, Rafael Nadal-Stéfanos Tsitsipas: Un auténtico número uno... sin semifinales
Rafael Nadal logra su segunda victoria en las ATP Finals con otra remontada, esta vez ante un correoso Stéfanos Tsitsipas. El número uno del mundo (ya asegurado hasta final de año) no pasa a la siguiente ronda pese a sus dos victorias. Dependía de una derrota de Zverev que no se produjo en su duelo ante Medvedev.
PERSONAJES
Rafael Nadal: Como ante Medvedev, fue de menos a más. Pese a no llegar al torneo con la mejor de las preparaciones, Rafa supo darle la vuelta al marcador a base de casta y golpes ganadores. Número uno con todas las de la ley.
Rafa Nadal en su partido con TsitsipasGetty Images
Stéfanos Tsitsipas: Ya había logrado el pase a semifinales y quedar segundo incluso le beneficiaba para evitar a Federer, pero el griego está hecho de otra pasta. Ganó el primer set y le puso las cosas muy difíciles al de Manacor hasta el final, haciendo valer su ambición y poderío en su saque. Dignísimo rival.
NUDO
No ha llegado a su mejor nivel a las ATP Finals por culpa de una lesión abdominal que frustró su progresión en París. Sin embargo, Rafa trató por todos los medios de estar en Londres y realizó un trabajo específico con el que tener el servicio a punto. El resultado, tres partidos después, es sin duda sensacional: ante Tsitsipas no cedió ni un solo juego en su saque y lo convirtió en su baza, al menos a partir del segundo set.
Tsitsipas-NadalGetty Images
Porque, como ante Medvedev, Nadal tuvo que remontar. También al igual que frente al ruso, cayó en un primer set larguísimo y disputado (pese al juego directo de ambos) con tie break incluido. Reponerse no fue fácil, pero supo cambiar la situación corrigiendo errores (tuvo diez menos que en la primera manga) y aprovechando los que fue cometiendo Tsitsipas, que sobrevivió al partido gracias a su constancia y al acierto en su saque.
Rafa Nadal celebrando la victoriaGetty Images
Tras igualar el partido logrando el break en el momento más propicio (para colocarse 5-4 y saque), el balear cumplió también en el tercero, colocando contra las cuerdas en más de una ocasión al griego y rematando la faena en un deuce donde ejecutó dos passings de los que quitan el hipo. Su celebración fue como la primera, la de un niño que soñaba con ser tenista. El sueño de levantar la Copa de Maestros, sin embargo, tendrá que esperar por culpa de la victoria de Zverev sobre Medvedev.
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