REDACCIÓN
¿Se puede medir de manera objetiva la pobreza? Una de las instituciones que puede aportar indicadores más fiables para saber quiénes atraviesan una dramática escasez de recursos es la Agencia Tributaria. Sus estadísticas actualizadas cada año revelan qué ingresos declaran los asturianos al fisco. Son asalariados, pensionistas, desempleados o contribuyentes que mezclan más de una de estas categorías y ni aún así consiguen cuadrar sus números. El último de estos informes, publicado recientemente, demuestra que en el Principado hay casi 50.000 no ganaron ni 3.000 euros en todo el 2018. Más de la mitad, eran asalariados. Un número considerable son pensionistas, unos pocos desempleados y una cifra incluso inferior no ha conseguido ganar ni 250 euros al mes de media combinando el subsidio de desempleo y el trabajo.
La memoria de Hacienda revela que solo Extremadura tiene una proporción menor de asalariados que Asturias. Del total de declaraciones extremeñas, solo el 42,7% corresponde a profesionales con un sueldo. En el caso del Principado, el porcentaje es del 44,07%. Esto supone que ese casi 56% restante depende, en mayor o menor medida, de alguna prestación pública, ya sea pensión o subsidio por desempleo. Todas las demás comunidades cuentan con balances mejores. Nueve autonomías superan el 50%. Madrid logra superar incluso el 60%.
La Agencia Tributaria contabilizó en 2018 en la región 684.218 contribuyentes. Hay más de 309.919 pensionistas. 283.000 cuyos ingresos proceden exclusivamente de las pensiones que abona la Seguridad Social. A esa cifra se suman los 16.454 desempleados con derecho a paro que no lograron trabajar ni un solo día en todo el año, otros 56.273 que combinaron la percepción del subsidio con salarios de periodos en los que trabajaron y 20.874 que estaban pensionados pero que tienen empleos complementarios. 3.043 más están pensionados pero cobraron paro también ya sea porque se jubilaron estando en desempleo o porque compatibilizaron una paga de viudedad con el subsidio por no estar trabajando. Hay incluso 2.098 con una triple situación asalariados, pensionistas y desempleados.
Los ingresos
Hace tiempo que trabajar no garantiza llegar a final de mes. Es más, en ocasiones no ayuda a cubrir necesidades básicas. 48.972 asturianos declararon unos ingresos inferiores a 3.000 euros al año, es decir, ni 250 euros al mes. El grueso eran asalariados y 11.699 pensionistas. Su caso es extremo, pero hay otros 197.400 más que no llegan ni a mileuristas. Lo que en época de esplendor económico parecían unos mínimos inaceptables ahora se ha transformado en una meta para muchos. Esos 197.400 han declarado menos de 12.000 euros brutos anuales. En doce pagas, con las extra prorrateadas, ni 1.000 euros al mes.
Hay también otras Asturias que viven de manera más holgada. La Agencia Tributaria ha revisado las declaraciones de 146.203 contribuyentes del Principado que han declarado unos ingresos superiores a los 30.000 euros. La inmensa mayoría son asalariados pero hay un selecto grupo de pensionistas que también alcanzan ese escalón. En 2018, fueron 53.229. El sector industrial y la minería todavía conservan salarios medios elevados. Las declaraciones de la renta de los trabajadores de la industria arrojan salarios medios de 28.144 euros. En el caso de las empresas extractivas, la energía y el agua rozan los 34.000 euros anuales. El sector servicios, con el comercio al frente o el transporte, está lejos de esas cifras. La nómina media se queda en 18.146 euros. Los 3.500 asturianos que siguen viviendo del campo están en el límite del mileurismo, con 12.680 euros.
¿Qué pasa con los pensionistas? Un selecto grupo percibe cantidades elevadas. Un pequeño grupo vive en una situación más que apurada. Pero la media del Principado es muy elevada, de hecho, la segunda más alta del país, solo por detrás de Madrid. La cifra exacta en 2018 fue de 17.829 euros anuales. En este concepto, la brecha de género se puede medir en miles de euros. Las asturianas perciben, nuevamente de media, 9.000 euros menos que los asturianos. Lo confirma Hacienda.
La estadística permite ver otros datos curiosos. En Asturias había el año pasado casi 3.500 pensionistas menores de 35 años, ya sea por orfandad, favor de familiares o incapacidad. Se trata de prestaciones que oscilan entre los 5.000 y los 7.000 euros. Son cantidades nada despreciables. Un asturiano menos de 18 años que trabaja apenas declara 2.000 euros al año y en el tramo de 18 a 25 años, la cifra total no llega a los 6.500 euros. Solo después de los 35 años, las ganancias superan los 20.000 euros. Esta estadística coincide con otras que reflejan cómo cada año se retrasa el proceso de independización de los jóvenes. Los asturianos siguen viviendo con sus padres más allá de los 30.
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