¿Estamos preparando a nuestros hijos para el S.XXI?

El acceso a la educación, como meta para alcanzar la igualdad de oportunidades, es primordial, pero también hay que fijarse realmente en el contenido de la misma. Con esta premisa, Cristina Balbás, cofundadora y presidenta de Escuelab, y Ana Sáez, CEO de Ashoka, analizan cómo debería ser esta nueva alfabetización y cómo está siendo percibida y requerida cada vez más por las empresas.

Hacer cursos de robótica, de programación… era quizá algo impensable dentro del programa escolar de hace unos años, pero lo que está claro es que estos conocimientos están siendo cada vez más demandados por las empresas, por lo que su inclusión está siendo fuertemente apoyada por algunos sectores. De hecho para Sáez, “incorporar estas actividades, que parecen extraescolares, a la educación es una forma de democratizar el acceso a las mismas”, por ello es clave que se cuestione si las nuevas necesidades están suficientemente incorporadas al sistema educativo actual.

Y, por supuesto, es vital que fomentemos el interés por las mismas en ambos sexos, ya que “es necesario desfragmentar el mensaje de ‘esto es sólo para niñas o esto es solo para niños’”, afirma contundente. Una posición que comparte con Balbás, quien además añade que “es tan importante crear modelos de rol femenino en estos ámbitos como el acceso en sí mismo”. En este sentido, ambas defienden la importancia de inspirar tanto a niños como a niñas el gusto por las ciencias, así como la de realizar actividades para ambos que pongan a la mujer en ese modelo de rol.

Solo el 5'2% de las chicas espera trabajar en ciencia e ingeniería (OCDE)

Eso sí, ambas comparten que el modelo de educación del futuro tiene que ir más allá. Para Sáez, “la educación innovadora no significa una sociedad con más iPads, o con más medios, sino aquella pensada para conseguir las habilidades esenciales para el nuevo mundo”. Por ello, no sólo se trata de tecnología e innovación, sino también de enseñar “cualidades como la empatía, la flexibilidad, la capacidad de trabajo en equipo…”, cada vez más requeridas en las ofertas de trabajo. Unas habilidades que los más pequeños también deberían tener la oportunidad de aprender y trabajar durante su infancia.