miércoles, 11 de noviembre de 2020

Y los estratos mas necesitados donde quedan?

El Ayuntamiento de Oviedo estudia emplear el remanente para ayudar a la hostelería y al comercio en 2021 La pandemia eleva en cuatro millones el gasto en limpieza, desinfecciones y baldeos de las contratas municipales GONZALO DÍAZ-RUBÍN / JUAN CARLOS ABAD OVIEDO. Martes, 10 noviembre 2020, 00:37 9 El Ayuntamiento de Oviedo encara los dos meses definitorios del presupuesto 2021 con la incertidumbre de las restricciones impuestas por la pandemia. Lo hace, sabiendo que tendrá que encajar el aumento de gastos corrientes de los servicios municipales y el ajuste de ingresos vía reducción de impuestos y tasas. Ayer, el concejal de Economía, Javier Cuesta, abrió una puerta para que las posibles ayudas que puedan llegar a los sectores más castigados por los cierres debidos a la crisis sanitaria se financien de manera «extrapresupuestaria», es decir a través del remanente de tesorería. Por partes. Antes de media mañana, Cuesta cargó con dureza, en el transcurso de una presentación, contra el modo de actuar de los gobiernos central y autonómico al decretar el estado de alarma y los cierres de los sectores no esenciales sin acompañar estas decisiones de medidas paliativas para los empresarios. Pero prácticamente a la par que la comparecencia de Cuesta, el Principado anunció ayer una línea de financiación de 25 millones de euros a cargo del presupuesto autonómico de 2021 para los sectores afectados por la crisis. «Bienvenido sea», felicitó el concejal preguntado a posteriori, sobre todo después de que hubiera explicado que el Consistorio ya ha copado las líneas de ayudas a las empresas anunciadas durante el pasado verano hasta llegar a las 2.600 solicitudes. Unas ayudas que estaban, en origen, destinadas «a la recuperación de empleo», indicó, sin contar el nuevo 'cerrojazo' al sector servicios del que se cumple una semana. «Esas líneas se plantearon para la recuperación, no para soportar nuevos cierres», indicó acerca de las subvenciones dispuestas para la compra de equipos de protección frente a la covid y también por cada trabajador que cada empresario saque del ERTE. Aun con todo, el escenario es complicado, y «no podemos descartar nuevas ayudas tanto para el sector cultural, que vuelve a estar cerrado, como para la hostelería y el comercio», precisó. Las nuevas líneas en las que trabaja la Concejalía de Economía quedan fuera del presupuesto ordinario del próximo año pero que, según explicó Cuesta, se plantean plausibles una vez el Gobierno central dio luz verde a los ayuntamientos para emplear los excedentes de tesorería: en el caso de Oviedo, este 2020, llegaron a 60 millones de euros disponibles. «O sostenemos el tejido empresarial o el impacto desde el punto de vida del empleo y del bienestar de los españoles va a ser brutal», advirtió el edil. «Dentro de nuestras capacidades limitadas seguiremos en esa línea», ahondó conminando al Gobiernos central y al autonómico a tomar medias en la misma línea para rebajar un horizonte que calculó en 100.000 posibles parados más en Asturias el próximo año. En cuanto a los mimbres que tiene el Consistorio para 2021, los números son los que son. Hasta el 30 de septiembre, según los datos oficiales de ejecución en 2020, el Ayuntamiento apenas logró ejecutar el 15,2% de la inversión presupuestada: 2,6 millones de euros de los 17,2 previstos. Si vale la comparación con el ejercicio anterior, en lo que va de año la capacidad inversora de la administración local ha caído a la mitad. En 2019, cumplidos los tres primeros trimestres, Oviedo había ejecutado obras por 5,1 millones de euros. Eso sí, sobre un total presupuestado de 52 millones. Por eso la comparación puede no ser correcta. El tripartito dejó un presupuesto hinchado y en déficit, del que apenas se pudo ejecutar nada en la primera y electoral mitad del año, y que el PP y Ciudadanos parchearon aprobando un plan económico financiero, aún vigente, que eliminó 32 millones de gasto (31, de obras) de las cuentas. Otra referencia sería acudir a las cuentas de los dos primeros ejercicios completos, el siguiente a las elecciones, de los dos últimos mandatos. En 2012, el Ayuntamiento, presidido por Agustín Iglesias Caunedo, había logrado invertir 5,6 millones de euros en nueve meses, sobre un total de 29 presupuestados; en 2016, el tripartito PSOE-Somos-IU, ejecutó 3,5, de los 26 millones previstos. Sin embargo, ninguno de esos equipos de gobierno tenía frente a sí a la pandemia, que desbarata cualquier presupuesto. El impacto de la crisis sanitaria se nota también en otros capítulos. El presupuesto aprobado por PP y Ciudadanos había recortado respecto a 2019 las transferencias corrientes, las ayudas y subvenciones a familias, asociaciones y empresas, de 43 a 39 millones. El impacto de la crisis ha obligado a suplementarlas con más de 7,1 millones, hasta los casi 47, de los que ya se han ejecutado 26,5, una cifra curiosamente menor pese al esfuerzo presupuestario que la que se había dispuesto ya en las mismas fechas del año anterior. El balance de las cuentas municipales con tres cuartos del año cumplido muestra también el impacto en el capítulo del gasto corriente en bienes y servicios, en el de las contratas municipales. El Ayuntamiento ha tenido que inyectar cuatro millones de euros más para cubrir la limpieza de los edificios municipales, las desinfecciones o los servicios extraordinarios con el baldeo de agua con lejía de las calles. Con todo, una cifra récord de 97 millones de euros de gasto frente a los 86,7 millones del último presupuesto municipal.

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