Alcoa anuncia despidos masivos, esperemos pase por Asturias de refilón....
La Fed contra el síndrome Alcoa
Tras el cierre de ayer en Wall Street, Alcoa, el mayor fabricante de aluminio del mundo, anunció el despido de 13.500 empleados, el 13% de su plantilla, así como el cierre de plantas, un recorte de su inversión del 50% y una reducción de la producción para conservar su cash en lo que prevé que sea una larga recesión.
Estas medidas la van a costar entre 900 y 950 millones en las cuentas del cuarto trimestre que publicará la próxima semana (Alcoa siempre es la primera gran empresa en publicar sus cuentas trimestrales). Pero sus gestores consideran que este sacrificio es necesario para sobrevivir a la crisis.
Esta noticia es la confirmación definitiva de que han comenzado los famosos efectos de segunda vuelta de la crisis de los que tanto han hablado los economistas en los últimos meses. En 2008 los problemas se centraron, como todos sabemos, en los sectores que han provocado el desastre: el financiero y el inmobiliario. A finales de año llegó el salto al sector industrial por excelencia, el automovilístico, que también ha tenido que ser rescatado en EEUU. Y ahora comienza el contagio al resto de sectores industriales, porque lo de Alcoa (AA.NY) no es más que la primera de la que promete ser una larga lista de noticias similares en empresas de todo pelaje.
Este panorama es precisamente lo que dibujó la Reserva Federal en su última reunión, en la que decidió bajar los tipos de golpe hasta una zona entre el 0% y el 0,25%. Según las actas publicadas ayer, Ben Bernanke y sus chicos alertan del riesgo de una contracción prolongada y también de deflación: en la jerga del banco central, "algunos miembros vieron riesgos significativos de que la inflación puede descender y persistir durante algún tiempo en niveles incómodamente bajos".
Es decir, un claro mensaje de miedo, puesto que la Fed se separa del consenso de analistas al ver notables incertidumbres en el cacareado escenario de recuperación en el segundo semestre de 2009. Desde luego, si durante los primeros meses del año vamos a ver despidos generalizados, cierres de plantas y recortes de producción -tal como nos anticipa el caso de Alcoa-, va a ser muy difícil que veamos el inicio de la recuperación a partir de junio. Más bien, siendo optimistas, podríamos tener los primeros signos de mejoría hacia el cuarto trimestre.
EEUU, mucho más flexible que Japón
Ahora bien, la Fed es consciente de que la Corporate America, es decir, el tejido empresarial norteamericano, es muy flexible y va a adaptarse rápidamente a la crisis con medidas tan traumáticas como las de Alcoa. Eso a priori parece una catástrofe, pero en realidad deja a las empresas en mucha mejor situación para aguantar el chaparrón y, sobre todo, para aprovechar la recuperación en cuanto ésta se inicie. Lo cual, en definitiva, se traduce en que la crisis debería durar menos y la recuperación debería ser rápida y contundente (como por otro lado suele ocurrir en todas las recesiones de EEUU).
Es decir, nada que ver con lo ocurrido en Japón en los 90, cuando las enormes rigideces del tejido empresarial (sobre todo laborales) han prolongado la crisis prácticamente hasta hoy, con algunos episodios intermedios de recuperación. Allí, la política de tipos cero y de inyecciones de liquidez no funcionó. Pero en un entorno mucho más flexible como el de EEUU es posible que sí tenga éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario