Anti-nuclear o pro-nuclear, ¿cuál es el dilema?
Antonio de Miguel
Inversión
17/03/2011 - 18:14
De lo leído y visto estos días sobre la catástrofe nuclear de Japón cabe destilar algunas conclusiones para que partidarios y detractores de la energía nuclear puedan rumiar pausadamente sus opiniones. Los usos que permite la manipulación de los derivados del radio (1898) son tres. Pero sólo uno está en cuestión desde hace décadas.
Únicamente una pequeña minoría naturalista está en contra de las aplicaciones radiológicas con fines sanitarios y médicos. Todo el mundo rechaza, y las negociaciones de desarme van en ese sentido, el empleo de las armas nucleares que proliferaron en la segunda mitad del siglo XX. Pero cuando se trata de discutir los usos energéticos de la energía nuclear, el debate brota con ímpetu en los foros, las tertulias, los periódicos y en la calle, en las sobremesas... Más acalorado y encendido en estos días.
Convendría no obstante señalar (el espacio no da para más) algunas verdades y desmitificar algunos clichés en un breve decálogo:
1 - Ser partidario o no de la energía nuclear no tiene nada que ver con asociarlo a una ideología o a un programa político, por mucho que se empeñen algunos. Es un problema de información sobre las ventajas (económicas y medioambientales) y los riesgos verdaderos que se corren.
2 - No se dispone de tecnología eficaz para apagar el núcleo de un reactor en fusión. Es lo que estamos viendo en la central de Fukushima, y lo que vimos en Harrisburg y en Chernobyl. Cualquier nueva central debería tener resuelto este problema.
3 - El problema de los residuos tampoco está resuelto en absoluto. O se almacenan en la superficie, como sucede en EE. UU., o se entierran, como exige la normativa europea, sin garantía ninguna de emisiones incontrolables durante los 100.000 años que dura la actividad. Otro tema que debería ser resuelto antes de apostar por esta tecnología.
4 - El peligro de ataque terrorista es cuasi imposible de prevenir. Ya sabemos que sólo hace falta cortar el sistema de refrigeración del núcleo.
5 - Los costes de la energía nuclear no son tan baratos como dice Miguel Sebastián. Me gustaría saber por qué lo dice, más si se tienen en cuenta las consecuencias que estamos viviendo.
6 - No es una tecnología apta para países pobres. En España ya es un reto culminar con éxito la moratoria nuclear.
7 - Los protocolos informativos y de prevención de la población brillan por su ausencia en todas las catástrofes que se han producido.
8 - La sociedad no debe sustraerse del debate nuclear como se pretende en potencias como Francia.
9 - El "lobby" nuclear internacional se ha opuesto que exista un comisariado internacional e independiente de los Gobiernos que controle la gestión de las centrales.
10 - Los fabricantes de centrales nucleares todavía tienen que demostrar que el átomo se puede manipular sin riesgo para la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario