El Congreso de los Diputados rinde homenaje a Adolfo Suárez
El cortejo fúnebre con el féretro del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, ha llegado alrededor de las 10.00 horas al Congreso de los Diputados, que acogerá hasta mañana su capilla ardiente. Un millar de ciudadanos aplaudió a grito de “presidente, presidente” ante la llegada del féretro, mientras componen una cola que va desde la Puerta de los Leones hasta la plaza de Neptuno, esperando al mediodía, momento en el que las puertas de la capilla se abrirán para todas las personas que quieran despedirse de Suárez.
En la parte baja de la escalinata de la Puerta de los Leones recibieron el féretro en primer lugar, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, junto a su esposa Elvira Fernández; sus antecesores en el cargo -Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, junto a su esposa Sonsoles Espinosa-, y los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García Escudero.
Junto a ellos se encontraban los presidentes del Tribunal Constitucional,Francisco Pérez de los Cobos, y del Consejo General de Poder Judicial,Carlos Lesmes, así como el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado. Minutos después aparecieron los Reyes acompañados por la infanta Elena, y fueron recibidos por todas las autoridades presentes.
Nada más entrar, don Juan Carlos dio el pésame a Suárez Illana y al resto de familiares del expresidente. Tanto el jefe del Estado como la Reina y la Infanta, han inclinado la cabeza en señal de respeto ante el féretro. El monarca, visiblemente emocionado desde su llegada, ha impuesto, a título póstumo, el Collar de la Real Orden de Carlos III, al expresidente. A su salida, don Juan Carlos ha declarado ante los medios: "Es una gran pena".
Diez soldados del Ejército de Tierra formaban el piquete de honor que porta el féretro de Suárez, cubierto con la bandera nacional, hasta el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja, donde se ubica la capilla ardiente. Tras ellos, los hijos y nietos del expresidente acompañan caminando por la Carrera de San Jerónimo el féretro del expresidente. Tras ser recibidos por las autoridades que esperaban la llegada del cortejo fúnebre, la familia ha entrado por la Puerta de los Leones en el Congreso, donde esperaban el resto de personalidades políticas.
Una vez que han accedido al Congreso, el féretro se ha instalado en el centro de Salón de Pasos Perdidos y a sus pies se han colocado dos almohadones, uno con el Toisón de Oro que llevaba su hijo mayor, y un segundo donde el Rey le impondría el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, minutos después. Escoltando el paso del féretro en la escalinata han estado seis militares en representación de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.
Además, una decena de soldados de la Guardia Real ha montado guardia frente a la escalinata de la Puerta de los Leones para rendir honores al primer presidente de la democracia y ha marcado la entrada del féretro con un redoble de tambores.
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