"Hemos tardado 30 años en descubrir el timo de la Transición"
Cita de Francisco Umbral de 1982: "Después del coñazo del cantautor, ha venido, por fin, la ironía. Una forma oblicua de madurar, la burla. Alaska, distinta y distante, es la hembra sagrada que la preside". Según contaba la periodista Patricia Godes en su libro sobre los Pegamoides, Umbral era entonces el gurú de los "hipsters de 1980-1982", pese a su "total desconocimiento" musical.
El caso es que treinta años después, el debate modernidad (la movida y elindie) versus caspa (cantautores y política), sigue en pie. Y en esas llegóNacho Vegas (Gijón, 1974) con su sexto LP bajo el brazo –Resituación, su disco más abiertamente político– y un sector del indie empezó a gimotear: ¡Canciones políticas, no, por Dios! Y eso que Resituación no se publica hasta el 8 de abril y el público sólo conoce dos temas, "Actores poco memorables" y "Runrún".
Como si nada hubiera cambiado desde que en los ochenta se inició enCeltiberia una enloquecida carrera por aparentar modernez que incluyó la expulsión de los cantautores de Modernilandia (algunos se lo merecían, todo sea dicho) y la quema masiva de chaquetas de pana para lucir lo más mono posible en saraos culturales y consejos de ministros.
Aunque prevalecen las inercias culturales, Vegas cree que la relación entre el pop y la política ha "cambiado bastante" en los últimos tres años. "Suena ya a tópico, pero el 15-M logró que la política llegara a sitios insospechadosdonde estaba vetada hasta entonces. Ahora casi cualquier grupo tiene un componente social en sus canciones. La fobia a la canción política ha perdido fuerza y sentido. Se deshinchó cuando nos dimos cuenta de que el enemigo ya no era el franquismo, sino el régimen surgido tras los pactos de la Transición. Hemos tardado 30 años en descubrir el timo de la Transición. Al hacerlo, se ha generado una nueva conciencia política", aclara.
Lo curioso es que no es la primera vez que Nacho Vegas choca contra un muro de prejuicios culturales. Aunque sus fans más modernos parecen haberlo olvidado, su conversión en cantautor provocó estupefacción en el mundillo del indie a finales de los noventa. El músico gijonés, que venía de tocar la guitarra en Manta Ray, provocó una ruptura estética en el indie al mutar en cantautor (¡herejía!), cambiar el inglés por el español y reflejar sus conflictos personales en las letras. Folk cañí, vaya, algo que luego se convertiría en tendencia, pero que entonces sonaba a chino (casposo). Había tenido que hacerse cantautor un indie para que los cantautores volvieran a entrar en eltemplo de la modernidad (los cantautores indies, claro).
En cierto modo, el cantante asturiano ha completado ahora el círculo al lanzar su primer disco político temático. Algunas reacciones de rechazo a las letras de Resituación recuerdan, de hecho, a las pullas que recibió Vegas cuando mutó en cantautor: "La gente que más dice que soy un coñazo son los fans de Manta Ray. Sueltan cosas como: ‘¿Este de qué va ahora? ¿De Víctor Jara?'", contaba el músico gijonés en 2003.
Y eso que las influencias del primer Vegas eran 100% indies: de los clásicosNick Drake, Leonard Cohen y Tim Buckley a los novísimos Bill Callahan,Will Oldham y Chan Marshall. No importó: la palabra cantautor había quedado tan estigmatizada en los ochenta que Vegas tuvo que aguantar cierta incomprensión hasta, al menos, que la revista Rockdeuxe, biblia indieespañola, decidió que su primer disco (Actos inexplicables, 2001) era lo más de lo más.
Adiós al mal rollo
La segunda parte de este psicodrama moderno llega ahora. Las letras deResituación se están analizando tanto que en lugar de un disco de Nacho Vegas parece que estemos ante un triple en directo de Eskorbuto. La paradoja es que sus versos vienen acompañados de un cálido, sosegado y melódico acompañamiento musical. Lo que da pie a una pregunta: ¿Qué es lo que más podría molestar a un moderno de este disco? ¿Qué las letras sean más políticas o que Vegas haya abandonado el malditismo, el desgarro sentimental y el rollo torturado? ¡Herejía! ¡Herejía!
El nuevo disco del músico gijonés se publica el 8 de abril (Marxophone)
El cantante ha ido introduciendo poco a poco asuntos políticos en sus discos, pero también melodías y estribillos. Si la canción tipo del primer Vegas era unrodillo torrencial de varios minutos que no parecía tener fin, la canción tipo del último Vegas va mucho más al grano.
"Siempre me gustaron las canciones río. Además, iban muy bien a mi estilo, porque al principio me esmeré en quitar importancia a las melodías. El indie de finales de los noventa estaba repleto de músicos que buscaban la canción pop perfecta y tatareable. Mis temas eran un poco una reacción a eso.Buscaba algo que fuera más expresivo, y a la vez, más retorcido. Que las letras retorcieran las melodías hasta someterlas. Eso hizo que mis primeras canciones fueran tan largas y que cometiera algunos excesos", aclara el músico.
Pero si hacer canciones políticas que van al grano quizás sea motivo suficiente para ser expulsado de Modernilandia, lo más grave deResituación es que parece reflejar a un Nacho Vegas lúdico, contento y optimista. No busquen aquí esas letras marca de la casa que basculaban entre el colapso toxicómano y la hecatombe sentimental. El músico, de hecho, corría riesgo de achicharramiento artístico si insistía por esa línea.
El indie ha hecho bandera del desamor y de todo lo que ocurre entre las cuatro paredes de su habitación. Así que puede que Resituación sea más de lo que puede soportar el hipster medio sin arrojarse por la ventana. O no. Si Nacho Vegas ya consiguió llevar el agua a su molino al principio de su carrera, quizás lo vuelva a lograr ahora.
Resituación, de mano, está repleto de canciones que huelen a futuros clásicos de su repertorio: "Ciudad vampira", "Rapaza de San Antolín", "Polvorado", "Luz de agosto en Gijón"... Ahora queda por ver qué opina el público. No obstante, la base de fans de Vegas es ya tan amplia a ambos lados del océano que quizás nadie se daría cuenta si algunos hipstersmueren de un infarto al oír el disco.
La respuesta al enigma cultural –¿se puede ser moderno y político a la vez y no estar loco?– en las calles el próximo 8 de abril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario