"La bolsa española aún no ha repartido todo el potencial que promete"
Óscar Torres
Este gestor de renta variable española cuenta con una amplia experiencia en el mundo de los fondos de inversión. Ha pasado por firmas como Fibanc y Ahorro Corporación y actualmente desarrolla su talento en Mirabaud AM, en la que entró con la adquisición de Venture Finanzas. Su destreza ha permitido al Mirabaud Equities Spain superar al mercado durante 2013 y lo que llevamos de 2014. Conozca las claves de su cartera y descubra cuáles podrían ser sus próximos movimientos.
¿Resulta difícil convencer en este momento a los inversores de que entren en el mercado español tras el «rally» de 2013?
La gran pregunta que se hacen muchos de ellos es si el mercado español sigue siendo una oportunidad. Y creemos que sí lo es. Hay que tratarlo desde una perspectiva temporal. Ahora, hay que tener en mente que España es un mercado periférico, que pasa por etapas. Hay periodos en el que es considerado un riesgo y otros en los que es considerado una oportunidad. Esto es algo que hay que reconocer. Nuestro papel es marginal en el mercado. Mientras no lo reconozcamos, será difícil saber dónde están las oportunidades. A pesar de todo, lo cierto es que estamos poniendo fin a una etapa de malas noticias y eso abre oportunidades. Además, creemos que la bolsa española aún no ha repartido todo el potencial que promete.
Sin embargo, en lo que llevamos de año, parece haber hecho un alto en el camino...
Es cierto. Las tensiones en los mercados emergentes han afectado a todas las bolsas y su debilidad ha inyectado dudas también en los mercados desarrollados. No obstante, creemos que la recuperación global es sólida. Aunque puede haber una cierta ralentización, no creo que se interrumpa el largo ciclo de crecimiento de los mercados emergentes. ¿Cómo se traslada esto a España? Creo que es un país que puede apalancar la recuperación europea. Si Europa mantiene el ritmo de la recuperación, España va a ser el país que registre la mayor variación al alza. Las últimas revisiones de las perspectivas del FMI y de la Comisión Europea sobre España han sido muy positivas. España es el país donde más han mejorado las expectativas.
¿Y esto no está ya descontado en las valoraciones de bolsa?
Creo que no. El entorno macro aún es pesimista. Algunos actores del mercado trabajan con unas hipótesis demasiado negativas. Por eso, estamos más pendientes del flujo de noticias sobre la economía española, que de la propia valoración del mercado español. Habrá varios temas recurrentes este año y estarán muy relacionados con el riesgo-país y el crecimiento. La prima de riesgo está más relacionada con la posibilidad de generar crecimiento, que con la deuda o el déficit. En la medida que el crecimiento sea visible, la prima de riesgo seguirá bajando.
¿Incluso por debajo del punto actual?
A finales de año estará más baja. Este año tenemos que llegar a los 150 puntos básicos o menos. Además, hay otra cuestión, que es la mejora de la calificación crediticia de España. Ya hemos visto algunas y esto será un apoyo para el mercado. Con todo, no hay que perder de vista que los grandes desequilibrios se van a mantener. El desempleo sigue siendo enorme, pero será posible ir reduciéndolo de forma paulatina en los próximos trimestres. Va a ser un flujo de noticias constante y positivo y su impacto en la bolsa debería ser favorable. Lo más positivo en este sentido desde nuestro punto de vista será la posibilidad de que termine el periodo de contracción del crédito este año y empiece la fase de expansión. Algo que impulsaría la demanda interna.
Hablando del sector financiero, ¿en cuáles ve potencial en este momento?
Si tenemos en cuenta sus objetivos de ROE (rentabilidad sobre capital) para 2015 y 2016, podríamos ver incrementos cercanos al 50 por ciento sobre los resultados de 2014. Sin embargo, se da la paradoja de que muchos analistas creen que la banca española está más cara que la europea. Mi opinión es que en la banca española hay menos riesgo que en la europea, porque está más centrada en el negocio minorista tradicional. No tiene tanta banca de inversión. Nosotros tenemos tres en cartera: uno global, como BBVA, un buen gestor de la crisis, como Bankinter y un caso de reestructuración exitosa, como Bankia, con la que hemos obtenido mucha rentabilidad.
¿Y dónde hay más recorrido fuera del sector financiero?
Nos gusta mirar compañía a compañía. No miramos sectores. En este sentido, vemos un buen puñado de valores en España. Tenemos grupos como Almirall, Indra, algunas industriales como Tubacex. También entramos en Abengoa en diciembre, pero su revalorización ha sido tan fuerte en lo que llevamos de año, un 60 por ciento, que hemos decidido vender hace escasos días.
¿Qué otros movimientos ha hecho recientemente?
Vendimos Banco Popular en enero y también hemos reducido nuestra presencia en CAF. En el lado positivo, hemos incrementado posiciones en Repsol, DIA e IAG.
Permítame preguntarle por los movimientos que aún no ha realizado, ¿qué sectores sigue de cerca? ¿dónde pueden abrirse oportunidades de compra?
Aquí mencionaría alguna compañía de infraestructuras, como Ferrovial y, quizá, algún valor del sector farmacéutico. No tenemos ningún representante en cartera y creo que en España tenemos nombres de muy buena calidad como Grifols. La verdad es que siempre tenemos una lista de entre 10 y 15 valores en la recámara que pueden ser objeto de una posible compra.
¿Y qué áreas de su cartera vigila más de cerca? ¿Qué valores le preocupan más?
En una cartera siempre hay valores que la empujan y otros que la gangrenan. Por lo general, en 2014 estamos contentos, ya que estamos superando al índice, pero siempre hay momentos en los que no se consigue. Por ejemplo, un valor que nos ha decepcionado bastante es Telefónica, pero nos mantenemos muy fieles a él. Somos pacientes y estamos dispuestos a mantener un sesgo agresivo en ciertas ocasiones. Lo importante es que los valores que tenemos se mantengan baratos. Si vemos síntomas de sobrevaloración, buscamos otras alternativas. Esto puede penalizar en el corto plazo, pero a largo se está demostrando que es una estrategia muy positiva. Volviendo al caso de Telefónica, creemos que le está perjudicando el mal sentimiento que existe hacia los mercados emergentes, pero creemos esto no es más que una situación de debilidad temporal. El crecimiento estructural de países como Brasil es algo que no se puede negar.
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