Rebelión en Europa contra el cierre de las fábricas de Coca Cola
J.A.Bravo
Los sindicatos denuncian que el ERE que su distribuidora presentó en España no es un caso aislado en la UE porque la multinacional quiere duplicar sus beneficios.
El Sindicato Europeo de Alimentación, Agricultura y Turismo (EFFAT) organizó este lunes distintos actos de protesta en varias capitales europeas contra los cierres de fábricas que están acometiendo en los últimos meses las distribuidoras de Coca-Cola en la UE.
En Alemania, Francia, Bélgica, Italia, Grecia y Portugal se sucedieron las movilizaciones contra la multinacional, donde también se criticaron sus despidos, reducciones de salarios y, en general, la devaluación de las condiciones laborales. En España, los actos estuvieron coordinados por UGT y CC_OO y se centraron en el rechazo del ERE presentado por Coca-Cola Iberian Partners -impugnado ante la Audiencia Nacional y cuestionado por el Ministerio de Empleo-, que supuso el despido de 1.190 empleados y el cierre de cuatro de sus 11 plantas (Madrid, Oviedo, Alicante y Palma de Mallorca)
«España es el último episodio, pero en todas las embotelladoras europeas está habiendo reestructuraciones similares», denunció el responsable de política de empresas del sindicato EFATT, Enrico Somaglia. El problema, lamentó, es que Coca-Cola «sólo tiene una visión a largo plazo», pues pretende duplicar sus ingresos (33.000 millones de euros anuales) y también beneficios (6.500 millones) para 2020.
La Inspección cuestiona el ERE
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social puso en cuestión el ERE presentado por Coca-Cola -aunque tras la última reforma laboral su criterio ya no es vinculante-, al entender que la compañía cometió diversas irregularidades. Sostiene, entre otras cosas, que la empresa no facilitó toda la información preceptiva a los sindicatos, imprescindible para aclarar si se daban las causas productivas y organizativas en que Coca-Cola basaba el ERE.
Tampoco detalló, advierten los técnicos del Ministerio del Empleo, el impacto real que tendría el expediente en el funcionamiento de cada planta, lo que hubiera permitido valorar como alternativa a la eliminación de un tercio de ellas una posible transferencia de producción entre algunas de ellas.
También denuncian los inspectores, cuyo informe servirá a los sindicatos de respaldo para la demanda presentada en los tribunales, que la compañía hizo contrataciones -170 temporales y 40 indefinidas- mientras tramitaba el ERE. Se desconoce, no obstante, el efecto que esas nuevas altas tendrán sobre las 481 recolocaciones de afectados por el ERE que iba a hacer Coca-Cola.
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