Mucho antes del Mundial, un minuto antes de estampar su firma por el Fútbol Club Barcelona, Luis Enrique, Lucho para sus muchos amigos, pensó sin mover los labios quiénes serían los timoneles de su equipo: Messi e Iniesta. Lo tuvo clarísimo. Para el asturiano, Leo y Andrés, dos productos de la Masía, serán los arquitectos de la futura nave azulgrana. Sus patrones. Neymar, Rakitic y Mascherano, sobre todo el 'jefecito', por antigüedad, serán los tenientes de un equipo que quiere recuperar el mando en la Liga y en Europa.
La baja de Carles Puyol, ya retirado, la baja de Víctor Valdés, la presumible salida de Xavi Hernández (el club, según Bartoméu, respetará la decisión que adopte el veterano jugador, que ha decidido marcharse), amén del traspaso de Cesc Fábregas (al Chelsea: 36 millones de euros), y la probable del chileno Alexis Sánchez, ha propiciado un espectacular cambio de muebles en el 'sancta santorum' barcelonista. Esta circunstancia se ajusta más a los deseos del entrenador. Luis Enrique quiere, de hecho ya se lo ha hecho saber al jugador, que Messi dé un paso adelante y adopte el rol indiscutible que tiene en la selección argentina. Lucho quiere que Leo defina su papel, que sea el mismo líder indiscutible que despunta en la albiceleste.
Aunque el '10' rosarino ha dado tardes de gloria luciendo la azulgrana, los jefes del equipo eran otros. Siempre se ha tenido en cuenta su voz, pero los patrones indiscutibles en el vestuario eran Puyol, Xavi y Valdés. Ahora, los 'silencios' de Messi serán muy escuchados. Bartoméu ya ha dejado claro que el argentino "es intransferible". 
El 'príncipe de Rosario' contará con el apoyo incondicional de Mascherano, un futbolista muy valorado por Luis Enrique, y Andrés Iniesta, que ha dado un paso al frente, tanto en el Barça como en la Selección. Iniesta será uno de los capitanes en un Barça con varias caras nuevas, gente de gran peso en otros vestuarios, como el croata Ivan Rakitic, el hombre que lideró al Sevilla campeón de la Europa League y que ya ha avisado que él “no llego para sustituir a nadie, sino a hacer historia”. Rakitic lucirá el '4' de Cesc Fábregas.
Todos mirarán expectantes a Neymar. Luis Enrique espera que el brasileño dé un paso adelante y adquiera el protagonismo que enarbola con Brasil. Neymar, dueño del costado izquierdo, hará que Iniesta se escore más al centro y que le imprima su sello al fútbol del Barça. Con Rakitic (y Rafinha esperando su turno para saltar a las primeras de cambio), el Barça no perderá un ápice de calidad. Con Messi, Neymar, Iniesta y Rakitic, el Barça tendrá más calidad que nunca.
Con el central Marquinhos a punto de poner dirección hacia el Camp Nou, el club azulgrana sigue moviendo ficha para fichar a Luis Suárez. Pese a que FIFA no retrocederá un metro y aplicará a rajatabla la sanción, el Barça esperará al uruguayo; Luis Enrique solo observa ventajas en el fichaje del controvertido delantero. El asturiano cree que Luis Suárez es uno de los mejores jugadores del mundo y esperará hasta el otoño para ver al charrúa de azulgrana. De todas formas, el Liverpool no va a poner fácil la salida de Suárez y, pese a la dureza de la sanción, pedirá lo máximo para acceder al traspaso.
El martes Bartoméu dejó las puertas del club “abiertas de par en par” a Xavi Hernández. El Barcelona no empujará al vacío al jugador más importante de la historia del club. Todos los indicios apuntan a que Xavi tiene tomada una decisión. El veterano jugador no quiere ser un lastre. También sabe que, a partir de ahora, los tiempos serán otros y otros serán los que lleven la batuta en el vestuario. Es ley del fútbol y ley de vida. Ahora le toca a Messi. El balón y las llaves son suyos.