Revolución digital para el impulso social y educativo
Cristóbal Fdez.Tuenti.
Utilizamos internet para casi todo, desde compartir un momento con un amigo enviando una foto a través de mensajería instantánea a pedir una pizza o usarlo como herramienta de trabajo. Internet ha revolucionado muchos ámbitos y especialmente el de las comunicaciones de una manera radical.
Durante los últimos años ochenta y los noventa, Internet creció hasta incluir el potencial informático de las universidades y centros de investigación, lo que unido a la posterior incorporación de organismos públicos y privados, colectivos e individuos de todo el mundo supuso un fuerte impulso para convertir internet en la mayor red de ordenadores del mundo. Con la aparición de la "web 2.0" en la primera década del sigo XXI, asistimos a una segunda revolución en esta joven historia de internet, posibilitando el desarrollo de una nueva era con el nacimiento y desarrollo de redes sociales y otras herramientas de comunicación interactivas, participativas, sociales.
Ya no era sólo una red de intercambio de información. Se convirtió en una herramienta multidisciplinar, una sofisticada herramienta de generación de contenidos y de comunicación entre individuos. Se ha llegado incluso a hablar de la nueva democracia de la comunicación gracias al impacto de las herramientas sociales, pues de hecho vivimos en una nueva sociedad en red, global y unida a través de las nuevas tecnologías.
Es evidente que Internet está teniendo un notable impacto en la educación proporcionando oportunidades de aprendizaje sin fronteras, casi sin límites. La red es un recurso formidable para enriquecer el proceso de construcción de conocimientos. Por eso el futuro de la educación no puede dejar de estar conectado en red. Una de las ventajas principales que nos brinda Internet es la posibilidad de utilizar Internet como fuente y archivo de conocimiento intercambiable con acceso a bibliotecas, enciclopedias, pinacotecas, hemerotecas y demás bases de datos desde cualquier parte. Internet es también una herramienta formidable para mejorar el conocimiento y práctica de otros idiomas, que es necesario mejorar en un mundo globalizado.
Pero además, incluso más interesante, es el hecho de que en internet las personas puedan colaborar para crear y compartir conocimientos, y desarrollar nuevas maneras de enseñar y aprender, estimulantes, accesibles en cualquier momento y lugar, mediante cualquier dispositivo. Conectar y habilitar a estudiantes y educadores, permitirá acelerar el crecimiento económico y mejorar el bienestar social, con lo que no hay excusa para promover el acceso y desarrollo de internet y la cultura digital en todo el mundo. Es necesario trabajar juntos, en red, para construir la sociedad del aprendizaje global.
Hace menos de 10 años que existen las redes sociales y en los próximos años las cosas serán radicalmente diferentes. Internet es cada vez más móvil y cada día las innovaciones se multiplican. En cualquier rincón del mundo se puede estar creando una nueva herramienta que vuelva a cambiar internet, a modificar nuestra vida cotidiana. Generando más oportunidades que pueden transformarse en más bienestar individual y colectivo. Una nueva revolución digital que también impacte en el impulso social y educativo.
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