La selección española vuelve a reinventarse, una vez más, la enésima de muchas regeneraciones que han sucedido a lo largo de cien años de historia, y la primera de otras muchas que estarán por venir en los años sucesivos. Pero no es un cambio más, no es lo mismo permutar algunas piezas después de una decepción tradicional más, después de que España hubiese sido eliminada otra vez en cuartos de final. La Selección viene de completar la mejor época de su historia y probablemente, la mejor de todas las futuras. Vicente del Bosque se ha visto obligado a renunciar a algunos de los elementos que han sido fundamentales en estos seis años y convocar a otros que no tienen la experiencia pero sí (en principio), los mimbres para heredar las obligaciones.
Hace tiempo que se sabía que Xavi Hernández, David Villa y Xabi Alonso dejaban la Selección. Tres de los básicos que parecían hace poco insustituibles. Puede que lo sigan siendo, pero Del Bosque ya no tiene opción de convocarlos y le toca mirar hacia adelante. No estará el jugador de campo con más internacionalidades y el paradigma del estilo basado en la posesión como era Xavi, ni el máximo goleador de España. Y tampoco estará un enlace básico sobre el campo para el entrenador salmantino, como Xabi. Todos tienen su reemplazo (ideal o no) en la nueva lista de 23 jugadores, y sólo el tiempo y los partidos dirán si encajan en la nueva España.
Curiosamente, dos de los sustitutos de dos de las bajas no se encuentran entre las incorporaciones más llamativas de esta última lista de Del Bosque. De hecho, estuvieron en el desastre mundialista de Brasil. Koke está llamado a ser el nuevo Xavi de la Selección, si bien sus características tanto técnicas, como físicas y psicológicas son muy diferentes al capitán del Barça, pero el rol que desempeñará el colchonero como interior será el mismo que el de Xavi, aunque con funciones diversas que no se centren tanto en la organización del conjunto a través de la pelota. España será más física, más intensa y tendrá algo menos de pausa. Se prevé un equipo más directo.
Y se prevé más directo también por Diego Costa. Tiene que explotar de una vez vestido de rojo. El juego parsimonioso y sin fundamento desplegado en Brasil no se adecuaba a sus características y la impresión era que incluso llegaba a molestar al desarrollo táctico, pero con las nuevas caras, Costa tiene que ser la referencia. La Selección tendría que empezar a jugar para él sin perder totalmente la esencia del juego de posición que viene desarrollando durante tantos años a un buen nivel. Del Bosque tiene ante sí el reto de enlazar dos estilos muy diferentes en uno solo: aunar el toque, la paciencia y la ortodoxia de la posición con el vértigo que requiere Diego Costa para ser el del Atlético y el de este arranque en el Chelsea.
Para compensar la ausencia no sólo de Villa sino también de Torres, Negredo, Llorente o Soldado, Del Bosque cuenta por primera vez con Paco Alcácer. Juan Antonio Pizzi se negó a contar con Postiga y Pabón, los dos delanteros que le habían fichado a Djukic en el Valencia, y le dio la titularidad a Alcácer, que explotó sobremanera con un gran número de goles, y varios en partidos muy importantes. Del Bosque cree en él para el puesto de ‘9’ de la Selección, sobre todo mirando al futuro. Es un puesto que parece complicado que pueda llenar el vacío que han dejado sus inmediatos inquilinos. Alcácer es una opción más para arriba, como también lo pueden ser en el futuro Álvaro Morata o Juanmi. Y bueno, también está Raúl García, que ya pasa a ser considerado por todos como un delantero puro.
El que sí entra dentro de las llamadas ‘novedades’ es Ander Iturraspe, y lo hace por el simple hecho de haberse quedado fuera finalmente de la lista del Mundial, porque el vizcaíno ya debutó con España antes de Brasil y se asumía que sería el relevo elegido por Del Bosque para Xabi Alonso. Iturraspe ha comenzado la temporada de maravilla, con un partido soberbio en San Mamés contra el Napoli que clasificó al Athletic a la Champions. Es inteligente manteniendo la posición, no le quema el balón en los pies y tiene jerarquía para comandar un centro del campo muy grande como el español.
Los que no están… por decisión técnica
Las ausencias obligadas eran conocidas y no se podía hacer nada para evitarlas. No se iba a convencer a los jugadores retirados para volver, y no se podían utilizar a los lesionados, como Javi Martínez y Thiago Alcántara. Pero posiblemente sí se podía haber contado con Gerard Piqué, que está jugando con su equipo y en principio tenía todas las opciones del mundo de estar, pero Del Bosque no contó con él. Según el técnico, "no está aún del todo recuperado". En total, son ocho los mundialistas que no jugarán ni contra Francia ni contra Macedonia. Porque tampoco estarán dos pesos pesados con funciones muy diferentes, como Reina y Torres.
Ni Juan Mata. Ha habido cierto revuelo alrededor de la figura del jugador del United, más o menos el mismo que por la presencia en la lista de un jugador que no es habitual en su equipo como Mikel San José. En el caso de Mata influyen diferentes factores. El burgalés no está al cien por cien, sí físicamente, pero no en su fútbol. Esta temporada, ni él ni su club tienen todavía un nivel aceptable uno para ir a la Selección, y otro para luchar por volver a ser importante en Inglaterra. Mata es un jugador que casi siempre ha contado para Del Bosque desde que empezara a ser llamado tras la Eurocopa de 2008, por lo que su ausencia se debe interpretar como temporánea.
El déficit de centrales al que se ha referido Del Bosque es notable, y más teniendo en cuenta las bajas por estado físico de Piqué y Javi Martínez. Marc Bartra ya debutó con la Absoluta en partidos previos al Mundial, pero Mikel San José no parecía estar ni siquiera entre las quinielas para ser llamado. Gurpegui y Laporte le cierran el sitio en el Athletic, pero Del Bosque no tiene mucho más donde elegir. Los otros dos candidatos más factibles para el puesto eran Íñigo Martínez, que no ha empezado bien la temporada, y Nacho Fernández, que apenas tiene sitio en el Real Madrid. El casting de defensas está abierto, hay dos años por delante hasta la Eurocopa para seleccionar a los elegidos.