lunes, 25 de agosto de 2014

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CULTURA FINANCIERA

Un poco de análisis fundamental: ¿Cuáles son los ratios que mejor le pueden servir?


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El análisis fundamental lo utilizan los analistas que consideran que el mercado tiene una eficiencia débil.Esto significa que piensan que el precio de las acciones en mercado no representa en realidad su auténtico valor, por los analistas utilizan información contable y financiera para tratar de calcular ese valor (precio objetivo).
No existe una matemática exacta de la valoración de empresas. Por eso, dos analistas pueden llegar a resultados distintos estudiando la misma compañía en función de sus expectativas sobre la empresa y del número de datos que consideren para construir sus modelos de valoración. Que haya valoraciones distintas es normal, está dentro de la lógica del mercado; cuando hay una transacción es porque comprador y vendedor tienen una visión distinta sobre el precio. 
Aquí te presentamos una selección de los ratios fundamentales más utilizados habitualmente y que puedes ver todos los días en la prensa económica. 
1.- El PER o ratio precio-beneficio
Es quizás el ratio más utilizado en todos los tipos de análisis. El PER mide la relación entre el precio de la acción y el beneficio por acción (BPA). Indica el número de veces que el beneficio está contenido en el precio de la acción. Es decir, que si el PER es 20 eso querrá decir que el precio es veinte veces el beneficio que obtiene la empresa. O lo que es lo mismo, habrá que estar veinte años acumulando beneficios hasta llegar a compensar la inversión inicial. 
Una de las mayores utilidades del PER es el empleo en la comparación, sobre todo en empresas del mismo sector. Por ejemplo, si el PER de Santander es 11 veces y el de BBVA de 9 veces, entonces las acciones de BBVA estarán más baratas en términos de este ratio. En general, cuanto más alto es el PER, más caras estarán las acciones o más años habrá que esperar para recuperar la inversión dado el ritmo de generación de beneficios de la empresa. 
No hay un valor ideal del PER, pero en general, cuanto más alto sea más cara estará la empresa. En todo caso, el PER está relacionado con la rentabilidad que desea el inversor. Así, si el inversor desea una rentabilidad mínima del 8%, como el PER es el inversor de la rentabilidad, una rentabilidad del 8% significa que el PER máximo debería oscilar alrededor de 12,5 (que es el inverso del 8%). En cambio, si el inversor se conforma con una rentabilidad menor, por ejemplo, del 5%, entonces un valor aceptable del PER podría llegar a 20 veces (que es el inversor de 5%). 
Al utilizar el PER hay que tener en cuenta que la contabilidad muchas veces suele ser una fuente de problemas. Por ejemplo, si elegimos los beneficios pasados para calcular el PER puede que estos estén afectados por resultados extraordinarios, con lo que tendríamos un ratio demasiado alto. Y si utilizamos una estimación sobre los beneficios futuros también podría haber errores. Una alternativa para afinar la ha propuesto el premio Nobel Robert Shiller, quien sugiere calcular el PER teniendo en cuenta la media de los beneficios de los últimos diez años. Este ratio se conoce como PER Shiller o PER ajustado cíclicamente, (CAPE Shiller).
2.- La rentabilidad por dividendo
La rentabilidad por dividendo es otro indicador muy utilizado por los inversores para tomar sus decisiones. Este ratio se obtiene al dividir el dividendo por acción (DPA) entre la última cotización de la acción. Desde la perspectiva del accionista, este ratio debe ser cuanto más elevado mejor, ya que mide la rentabilidad que se obtiene con el pago de los dividendos. Por ejemplo, si la rentabilidad por dividendo de BME es el 8%, eso significa que la inversión en acciones de BME ha rendido ese año un 8% solo por el pago de dividendos. 
3.- El ratio EV/Ebitda
El PER refleja lo barata que está una firma en relación, normalmente, con las comparables de su sector. El problema es que este ratio no tiene en cuenta, por ejemplo, la deuda financiera o si la empresa tiene un beneficio alto debido a resultados extraordinarios. Por eso, se pueden seleccionar empresas problemáticas y otorgarles mucho peso en la cartera, según explica Carlos Torres en su libro "Invertir low cost".
Para solucionar este inconveniente, Torres propone el uso de otro indicador para buscar empresas infravaloradas que da mejores señales, el EV/Ebitda. En el numerador de este ratio está lo que se conoce como "entreprise value" (EV) que literalmente significa valor de la empresa.
Este concepto incluye la capitalización bursátil (el precio de mercado multiplicado por el número de títulos en circulación), más su deuda financiera menos su liquidez disponible. Entre dos empresas que tengan la misma capitalización, la más barata será la que tenga menos deuda. Pero eso no basta para invertir porque podría darse el caso que la que tiene más deuda consigue también mayores beneficios. Por eso, lo habitual es relacionar el EV con el Ebitda, o beneficio bruto de explotación, que aparece en el denominador.
Al hacer la división entre EV/Ebitda lo que obtenemos en realidad es el coste relativo de adquirir una empresa, teniendo en cuenta que esa compañía también debe dinero. Por tanto, cuanto menor sea este ratio, más barata estará la compañía y mejor se podrá aprovechar la oportunidad.
4.- El ratio precio/valor en libros (Price to book value)
Otro ratio clásico es el precio/valor en libros. En el numerador está el valor de la cotización de la acción, es decir, su valor a precios de mercado y en el denominador el valor contable de la misma acción. Cuando el valor de este ratio es elevado significa que, o bien la acción está cara en bolsa, o bien que el valor contable en libros está infravalorado. 
5.- Rentabilidad sobre recursos propios (ROE)
El ROE es el cociente entre el beneficio (después de haber pagado los intereses de la deuda) y los recursos propios. Pero otros autores también utilizan en beneficio neto. El ROE mide la rentabilidad contable del accionista, puesto que compara el beneficio susceptible de ser repartido entre los accionistas con lo que estos han invertido en la empresa. 
6.- Multiplicador del cash-flow
El multiplicador del cash-flow se calcula dividendo la última cotización de la acción entre el flujo de caja por acción. Su interpretación es muy parecida al PER, es decir, si el valor es alto implica que las acciones están caras en relación con los flujos de caja que genera la empresa, por lo que quizás habría llegado el momento de vender los títulos. 
7.- Pay-out
Este ratio, pay-out, suele ser uno de los más nombrados en prensa. No sirve para saber si una acción está cara o barata, pero es importante para el accionista en la medida en que refleja la política de dividendos que aplica la compañía. Se calcula mediante el cociente entre el dividendo por acción y el beneficio por acción. Y mide el porcentaje de los beneficios que se destinan a repartir en forma de dividendo, por lo que al accionista le interesa que sea cuanto más alto mejor.

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