JP Morgan sigue siendo el martillo de la banca española. Los analistas han calificado de forma generalizada de decepcionante el Día del Inversor celebrado la semana pasada por el Santander. Pero ninguno había tomado una medida tan radical como el banco de inversión norteamericano, que ha rebajado su valoración de la entidad de 8,20 a 6,05 euros. En consecuencia, ya no recomiendoa 'sobreponderar' sino que lo deja en 'neutral' (estas firmas no suelen aconsejar 'vender' pese a que el precio objetivo rebajado siga un 27,6% por encima de su cotización actual, 4,74 euros).
La firma de análisis justifica esta decisión por varias razones. La primera es querecorta sus previsiones de beneficio de la entidad española en un 7% para 2016 y 2017 debido, cómo no, al impacto del desplome del real brasileño, pero también a unos costes mayores de los que contemplaba hasta ahora. La segunda es que considera que los objetivos de solvencia del Santander no son suficientes para el mercado, que le va a exigir que llegue al 11% prometido para 2018 mucho antes de esa fecha. Actualmente se encuentra en el 9,8%.
Y eso choca con la política de dividendo en efectivo que, tras el recorte de este año, volverá a crecer hasta alcanzar el 30-40% del beneficio en 2018. "Consideramos este pago demasiado alto teniendo en cuenta sus objetivos de construcción de capital", señala el informe. Es decir, JP Morgan considera que Santander debería retener una parte mayor del beneficio para reforzar su solvencia y así evitar un castigo del mercado o, en un caso extremo -señala como riesgo que el BCE considere insuficiente el capital actual del banco-, tener que volver a realizar una ampliación.
A su juicio, esta debilidad de capital frente a sus competidores será una preocupación constante del mercado, por lo que éste exigirá un descuento sobre la valoración del sector. Finalmente JP Morgan coincide con el resto de los inversores en que no salió del Día del inversor ningún elemento capaz de ilusionar a los inversores -esperaba que el banco anunciara ventas de activos-, ya que se limitó a retrasar a 2018 los objetivos que previamente había fijado para 2017. "El 'Investor Day' no dio novedades positivas y creemos que no quedan catalizadores para mejorar la valoración de las acciones a medio plazo", concluye el demoledor análisis.
O vende activos o recorta el dividendo
De hecho, sólo considera que habría potencial alcista si Santander "genera más capital orgánicamente" (es decir, recorta el dividendo), si vende activos o si el mercado inmobiliario español se recupera más rápidamente de lo esperado. Por el contrario, los riesgos a la baja -aparte del citado del BCE- son un mayor deterioro económico en Brasil, una ralentización de la economía española, una compresión de los diferenciales del crédito sobre el euribor, una subida de la remuneración de los depósitos o el incumplimiento de su plan de recorte de costes 83.000 millones entre 2013 y 2018).
El anterior responsable de banca para europa de JP Morgan, el español Jaime Becerril, había sido tradicionalmente el 'martillo de herejes' del sector en nuestro país. Tras su abrupta salida de su firma, su sucesora, Vanessa M Guy, no se está mostrando mucho más clemente con nuestros bancos: antes de este informe sobre el Santander, ya en enero había alertado del negro escenario para el sector en su conjunto y había retrasado un año su recuperación, y en junio añadió a sus malos presagios la incertidumbre política.
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