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“En condiciones mixtas siempre se nos ha dado bastante bien, hemos sido líderes. Creo que vamos a ir rápido el domingo sea cual sea la condición. Espero que estemos entre los diez primeros siempre”, comentó Alonso. “Hemos sido séptimos durante todo el fin de semana”, aunque para la clasificación, como él mismo advirtió el viernes, “los equipos con motor Mercedes ponen el modo 'súper' y es algo que nosotros no tenemos en nuestra unidad de potencia”. La lluvia, sin embargo, propició que las manos del piloto cobrasen protagonismo, la influencia del chasis variara y la del propulsor disminuyera. Esta particularidad climatológica ha sido la guinda a un pastel cuyos ingredientes eran las curvas rápidas y ausencia de rectas importantes, del gusto del MP4-31. Sólo bajo estas circunstancias Alonso ha podido respirar en la nuca de su exequipo...
¿Cuándo se presentará otra oportunidad así? Quizás de ahí ese sabor “agridulce” pese a que el séptimo puesto se firmase con los ojos cerrados antes de aterrizar en Budapest. Alonso, con esta declaración de intenciones, vuelve a demostrar el instinto de 'killer' que le empuja siempre a algo más.
Vettel se defiende
En la salida tendrá la última oportunidad en quién sabe cuánto tiempo de rodar por delante de los dos Ferrari, equipo por el que le siguen cuestionando año y medio después de haberlo abandonado. “Si Ferrari gana me habré equivocado”, ha repetido siempre, dejando claro que prefería arriesgar con un equipo que partía desde cero a uno para el que “terminar segundo no vale”, posición en la que intuía iban a finalizar en estas dos siguientes temporadas. Parece que ha acertado en sus pronósticos, aunque de Hungría, Ferrari puede salir tercero si el domingo se confirma la superioridad de Red Bull... “Tenemos ritmo para terminar en el podio. Button, creo que estaba dormido, me hizo perder mucho tiempo en mi vuelta. Creo que podía haber sido tercero”. Vettel pide la vez y deja en duda esa idea (aunque el decimocuarto puesto en el que saldrá Raikkonen deja cojo a la Scuderia en esta lucha) así como la que tenía en la cabeza Alonso de batirles. Da igual para un animal de carrera, quien a la primera oportunidad que ha tenido -desde Brasil 2014 no clasificaba tan alto- ha olido sangre.Al margen de que Alonso pudiera este domingo darse el gusto de tener un cuerpo a cuerpo con un equipo 'top' como Ferrari, sus sensaciones confirman con las que salió de Silverstone. La unidad de potencia de Honda, en Gran Bretaña, recibió el empujón de 20 caballos más, suficientes para “competir” en una Fórmula 1 en la que cada vez se aprietan más las cosas. “En 2017, Honda va a estar muy cerca de Mercedes”, aseguró hace tres semanas Eric Boullier. Pasitos como el de la última carrera lo confirma y entre las posibilidades que ello conlleva está el inimaginable sabor “agridulce” de Alonso por no haber batido a Ferrari. Todo ello, hay que recordar, en dos de los circuitos que más benefician a McLaren de todo el año (donde la unidad de potencia no es tan fundamental). A la vuelta de verano se espera que haya otro 'subidón' de potencia.
En 2015, partiendo decimocuarto, Alonso concluyó en la quinta posición de Hungría. En 2016, después de su mejor sábado desde que ha regresado con McLaren, tratará de sacar los codos para mantener esa posición en una pista en la que es complicado adelantar y aprovecharse de algún fallo de los de delante. Carlos Sainz, en este sentido, es la única pieza asumible (el madrileño parte desde el lado sucio, aunque el reasfaltado hace dudar de cómo influirá para la salida). ¿Y si llueve? Que a nadie le extrañe que su objetivo apunte a algo más grande… adelantar a un Ferrari, por ejemplo.
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