La Voz de Asturias-El último semestre de 2015 retrató a Ana Pastor. Con la proximidad de las elecciones, la ahora presidenta del Congreso prometió en dos ocasiones en julio, otra en octubre y una cuarta en noviembre, que la Variante de Pajares estaría en funcionamiento (al menos parcialmente) a finales de ese año. «La inauguración de la Variante es inminente», dijo entonces. La realidad fue otra. Las inundaciones reincidentes y ahora los argayos, con los consiguientes sobrecostes que exigen las constructoras, están retrasando la obra, que no tiene fecha de finalización en el horizonte. Los trabajos para solucionar los desprendimientos exigen extraer 200.000 metros cúbicos de material para poder estabilizar la ladera.
Pero el PSOE añade otra razón más poderosa, la sequía presupuestaria. «Para el PP, Asturias no es una prioridad», argumenta el diputado Antonio Trevín. «Pastor siempre tuvo la excusa perfecta», denuncia el parlamentario socialista. El PSOE teme que la obra podría demorarse hasta 2018 y pide un plan detallado con fechas y un compromiso firme de la finalización de las obras, una patata caliente para el futuro Gobierno.
El diputado por Podemos, Segundo González, ha asegurado que la exministra de Fomento «lleva mucho tiempo engañando» a los asturianos con los plazos de finalización de infraestructuras básicas». El parlamentario ha echado en cara a Pastor el hecho de que en la pasada legislatura rechazase «hasta en once veces, en cuatro meses, comparecer ante la Cámara para rendir cuentas sobre temas fundamentales para Asturias». González recordó que aunque el Presupuesto del Estado de 2016 recoge una partida de 28 millones para completar los tramos de la autovía de La Espina, hasta ahora solo se está construyendo el tramo Doriga-Salas.
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