La oportunidad se desperdició en las anteriores!
La vía alternativa a un Gobierno del PP, en la que Podemos no ha dejado de insistir durante los días posteriores a las elecciones del 26-J, se aleja. La formación de la Mesa del Congreso es un preámbulo a la configuración del Gobierno, y si hasta ahora el líder de la formación, Pablo Iglesias, había defendido que los números dan, este martes por la tarde ha reconocido abiertamente que la posibilidad de un Ejecutivo progresista ha quedado “severamente comprometida”.
La imposibilidad de llegar a un acuerdo con los socialistas para comprometerse a apoyar conjuntamente a un candidato para la presidencia del Congreso que impidiese el nombramiento de Ana Pastor, así como la falta de predisposición de las formaciones nacionalistas para sumarse a esta apuesta, han cerrado prácticamente todas las puertas. Iglesias, sin esconder su “sorpresa” por los votos de nacionalistas que en la segunda ronda de votaciones fueron a parar a los vicepresidentes de PP y Ciudadanos, ha reconocido tras la constitución de las Cortes que el cambio político ha quedado muy debilitado.
El secretario general de Podemos ha señalado directamente a Convergència, que “parece que han respaldado con cuatro votos a los candidatos a las vicepresidencias de Ciudadanos y el PP”. Asimismo, ha dicho tener la impresión de que “el PNV ha hecho lo mismo”. Ante este giro inesperado, ha añadido que “quizás hemos pecado de ingenuos”.
Podemos no tomará la iniciativa y acusa a los socialistas de ni siquiera haber respondido a sus llamadas durante la tarde del lunes, para alcanzar un acuerdo 'in extremis' que impidiese al PP hacerse con la presidencia del Congreso. El balón está en el tejado del PSOE, y desde la formación emergente no confían ya en un cambio de actitud que impida la reedición de un Gobierno por parte de los populares.
Podemos no tomará la iniciativa y acusa a los socialistas de no haber respondido a sus llamadas durante la tarde de ayer para alcanzar un acuerdo
La “mutualización” de la abstención, para compartir responsabilidades entre varios grupos, es una operación en la que se ha negado a participar Pablo Iglesias. “Ni por activa ni por pasiva permitiremos un Gobierno del PP”, ha enfatizado. El secretario general de la formación ha añadido que "nosotros ya hemos demostrado dónde estamos, hemos dado una lección de madurez al apoyar a Patxi López", "no somos iguales, no preferimos al PP", pero entiende que "no nos toca a nosotros".
Garzón, dispuesto a tender puentes
El líder de la formación morada visualiza ya su papel en la oposición durante los próximos años. Un papel, ha explicado, de mayor normalidad. Su trabajo parlamentario se enfocará en ganarse la confianza de la ciudadanía y demostrar su capacidad para ganar las próximas elecciones y poder formar Gobierno. Es decir, llegar al Gobierno después de “foguearse” en la oposición, en lugar de hacerlo por la vía rápida como habían pretendido. "Estuvimos a punto de conseguirlo sin fogueo previo, era excepcional y seguramente irrepetible, pero ahora entramos en una situación mas estable en la que vamos a trabajar partido a partido y en una liga más larga", y "nos esforzaremos mucho para ganarla".
Alberto Garzón, que se muestra dispuesto a tener un papel activo en la reactivación de los puentes entre socialistas y Unidos Podemos, no ha ocultado al mismo tiempo su resignación porque, a diferencia del periodo de negociaciones abierto tras el 20-D, en esta ocasión “el PSOE solo dice que quiere estar en la oposición”. En la línea de lo expresado por el líder de Podemos, el coordinador de Izquierda Unida se ha mostrado “decepcionado con el apoyo de partidos nacionalistas al PP, que fue quien más ha trabajado por el centralismo y en contra de la plurinacionalidad”.
El fundador de Podemos Juan Carlos Monedero reflexionaba en un artículo publicado en su blog que "ya hay nuevo Gobierno". El exdirigente de la formación, en un 'post' titulado 'La tercera restauración borbónica', prefigura un Ejecutivo de los populares con el apoyo de Ciudadanos y formaciones nacionalistas. "El pacto PP-Ciudadanos estaba escrito en las estrellas porque, de no ser así, a Ciudadanos le pasaría lo mismo que a UPYD cuando no entendió que no podía personarse en la querella de Bankia sin que la banca le castigara". Asimismo, da por hecho el apoyo de los nacionalistas, como habrían anticipado las votaciones para la Mesa del Congreso: "Esos que ayer eran tan malvados, tan independentistas y con los que nadie quería pactar. Y que deciden acordar con el PP porque Unidos Podemos les ha ganado en votos tanto en Euskadi como en Cataluña".
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