sábado, 4 de febrero de 2017

Manualillos de Inversión ( 1 )

Los tres mayores riesgos de 2017


Jason Pidcock, Jupiter AM
Jason Pidcock, gestor del Jupiter Asia Pacific Income Fund, señala que la subida de los rendimientos de los bonos, el auge del proteccionismo comercial y el aumento de la confrontación política probablemente sean los tres principales riesgos para la renta variable mundial en 2017. 
"A lo largo de este año, he repetido en diferentes ocasiones que existen tres grandes riesgos para la renta variable mundial. De cara a 2017, mantengo mi guion", ha señalado. 
 Los riesgos, sin que guarden necesariamente un orden, son los siguientes: 
1. Subidas de los tipos de los bonos
Aunque los tipos de los bonos han subido paulatinamente desde este verano, me sorprende, como les ocurre a muchas personas, todo lo que han repuntado desde el triunfo de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Nos encontramos ante el mayor movimiento de rotación desde la renta fija mundial que el mundo ha visto desde la agitación provocada por el anuncio del fin de la QE en EE. UU. en 2013, el famoso taper tantrum.
Se trata de una reacción de enorme magnitud ante la elección de un hombre que, dicho en pocas palabras, todavía no conocemos bien. Tal vez parte del optimismo en torno al crecimiento es infundado. Soy un tanto escéptico sobre lo que Trump va a poder conseguir en su mandato de cuatro años (si es que logra terminarlo). Los rendimientos de los bonos y los precios de las materias primas podrían volver a caer si no se consiguen unas tasas de crecimiento elevadas.
Hasta entonces, las estrategias de renta variable orientadas a los dividendos, como la mía, ya están experimentando otro tipo de obstáculo: a medida que suben los tipos de la renta fija, los inversores saldrán de las acciones con características similares a los bonos, es decir, con rentabilidades por dividendo elevadas. Los mercados como Australia, que, dentro de las grandes bolsas, es la que mayores rentabilidades por dividendo ofrece, son los primeros en caer. Sin embargo, el mercado australiano es muchísimo más que esa simple apuesta por los rendimientos que pasa por ser. Creo que alberga algunas de las oportunidades de inversión mejores y más desconocidas del mundo, unas oportunidades que ahora cotizan en niveles mucho más atractivos.
2. Auge del proteccionismo comercial 
Desde que el Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea, el gobierno británico ha recorrido el mundo con un cartel de «Open for Business»; a este respecto, debería añadir que no es ninguna sorpresa que se eligiera un país asiático como destino de la primera misión comercial fuera de la UE. En mi opinión, es una señal positiva y contrarresta el discurso de proteccionismo comercial que llega de EE. UU. 
El proteccionismo comercial de Occidente repercutirá en Asia, pero los efectos son menos acusados de lo que cabría imaginar: más de la mitad de todo el comercio asiático se queda en la región[1], una cifra que ni siquiera América del Norte puede igualar. Eso nos dice que donde una vez hubo un continente asiático muy dependiente de la demanda occidental, ahora se está imponiendo rápidamente el consumo interno.
Ya estoy apostando por los valores expuestos al consumo interno, que podrían quedar a salvo de la marea de proteccionismo comercial de Occidente. No obstante, creo que los principios del libre mercado son importantes para el crecimiento de las economías del mundo.
3. Aumento de la confrontación política 
Este año, hemos visto cómo las políticas de mano dura se dejaban sentir con toda su fuerza en las elecciones estadounidenses, el Brexit y los diferentes comicios/referéndums que se preparan en Europa. Pero hay que separar a los políticos de mano dura en dos categorías: los que buscan la confrontación alentados por un deseo de instaurar reformas de calado en sus países y los que buscan la confrontación por la confrontación. Diría que el presidente filipino Rodrigo Duterte pertenece al primer grupo y que ha sido un catalizador real de cambios en su país. En el breve periodo que ha ocupado el poder, ha elevado las inversiones procedentes de China y Rusia hasta niveles sin precedentes. Aunque no estoy de acuerdo con sus duras palabras contra el gobierno de Obama en EE. UU., ha rebajado considerablemente el tono con Trump. Duterte lo está haciendo tan bien que, de hecho, Filipinas se perfila para ser una de las economías de mayor crecimiento del mundo, una tendencia que creo que continuará en 2017.
En conclusión, la subida de los tipos de los bonos, el auge de proteccionismo comercial y el aumento de la confrontación política son, en mi opinión, los tres grandes riesgos para la renta variable mundial este año. Aunque estas tendencias ya se están manifestando en Occidente, en comparación Asia parece un remanso de paz. Soy especialmente optimista sobre las perspectivas de los países asiáticos más desarrollados, donde mis reuniones recientes con los consejeros delegados y los directores financieros de las empresas en las que invierto me han reafirmado en mi creencia de que el crecimiento de los beneficios se mantendrá durante el próximo año. Eso se debe, en gran parte, al hecho de que se encuentran en países caracterizados por la estabilidad política

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