Momento dulce para el turismo español: ¿y para los valores del sector en Bolsa?
Cristina Vallejo
Los valores del sector turístico acumulan un extraordinario primer tramo de ejercicio, con ganancias que oscilan entre el 20% de Amadeus y el casi 40% de IAG. Ahora la gran cuestión es si el sector conserva potencial o si hay que batirse en retirada. De momento, la actividad de este segmento de la economía española sigue gozando de buena salud. Como señalan los analistas de Bankinter, sólo el efecto calendario ha deslucido los resultados del primer trimestre, dado que, a diferencia de 2016, la Semana Santa en 2017 cayó en el mes de abril. El tráfico en los aeropuertos españoles crece a ritmos del 10% y los datos agregados de marzo y abril reflejan un incremento del 6,3% de las pernoctaciones. Además, crecen la estancia media y la rentabilidad media por habitación. Esta mejora, según Francisco Rodríguez, de Banco Sabadell, se debe no sólo a la llegada de cada vez más turistas extranjeros, sino también a la recuperación doméstica que favorece que los españoles cada vez viajen más. Gonzalo Sanz, analista de Mirabaud Securities en España, aunque reconoce que el ciclo aún juega muy a favor del sector, no sabe cuánto va a durar, lo que hace que cada vez esté más cauto con estas compañías.
El sector, en particular los hoteles, se enfrenta a la competencia creciente por parte de los apartamentos, que, según Sanz, están poniendo un límite a los precios. Ahora, es un riesgo latente que no ha llegado a los números, pero lo hará.
En general, los gestores siguen positivos con las hoteleras. Sonia Ruiz de Garibay, de GVC Gaesco Beka, señala que tanto Meliá como NH son opciones atractivas, con la diferencia de que, mientras la primera, con una oferta más vacacional, es una opción menos arriesgada, la segunda, enfocada a los viajes urbanos, está recuperando credibilidad y, además, su actividad, más ligada a los viajes de negocios, está menos expuesta a la competencia de los nuevos alojamientos. Gonzalo Sánchez, de Gesconsult, precisa que Meliá es una de sus apuestas desde hace varios años, mientras que NH es una incorporación reciente por la mejora de la economía europea. Sánchez señala como argumentos para mantener esas dos inversiones que estén subiendo precios por el aumento de la demanda. Además, el efecto que el 'Brexit' podría tener sobre el turismo británico se ha visto más que compensado.
¿NH o Meliá?
También hay expertos que se inclinan, bien por una, bien por otra hotelera. Así, en Magallanes apuestan por Meliá: «La expansión de Meliá se basa en un modelo poco intensivo en capital, que se especializa en la gestión hotelera para terceros. Esta fórmula permite al grupo crecer y fortalecer sus marcas y, al mismo tiempo, adaptarse a las nuevas demandas y perfiles de los propietarios, facilitando la innovación continua y minimizando los riesgos». Tras su reestructuración y la planificación de nuevos hoteles, al 100% con contratos bajo la modalidad de gestión, podrá tener a largo plazo un mayor crecimiento, márgenes más elevados y menos inversión. A corto plazo, deberá beneficiarse de la recuperación cíclica en Europa y de la apertura de Cuba al turista norteamericano.
Pero Javier Díaz, de Ahorro Corporación, apunta que aunque para Meliá la exposición al turismo español aún es un viento de cola, ya está en gran medida descontado en los precios y su potencial es limitado, al cotizar a ratios exigentes y al no haber en el horizonte catalizadores que lleven a una revisión al alza de los beneficios. Sí ve más recorrido en NH, y por varias razones: tiene más potencial de subida de precios que la competencia y, por tanto, también de elevar sus márgenes; además, continúa con su proceso de desapalancamiento; y está cerca la venta de su hotel de Nueva York, que impulsará sus beneficios. Pero apunta que habría que intentar entrar por debajo de los 13 euros, no ahora. José Lizán, de Auriga, apuesta por NH porque la lucha de poder que hay entre sus accionistas podría terminar con un movimiento corporativo.
Las cadenas hoteleras no tienen a todos los analistas a su favor. Así, Rodríguez comenta que si bien espera buenos datos y buenos resultados, cree que ya todo está recogido en sus cotizaciones. Mientras tanto, Antonio Aspas, de Buy & Hold, señala que en compañías cíclicas como ésas, hay que entrar en el momento más bajo, no ahora, cuando ya han recuperado.
¿IAG es mejor opción?
A Antonio Aspas, si bien no le gustan las cadenas hoteleras ya a estas alturas, sí apuesta por IAG, dado que, en su opinión, está muy barata. «Entre las compañías que no son de bajo coste, es la mejor y la que presenta mejores perspectivas», asegura. Según Ruiz de Garibay, la aerolínea es difícil que sufra correcciones importantes, dado que sus buenos resultados le ponen un suelo a la acción. En su opinión, además, la recuperación de los vuelos a América Latina puede compensar la caída que pueda haber entre el Reino Unido y Estados Unidos. De acuerdo con Francisco Rodríguez, a IAG le queda recorrido, pero apunta que si bien las hoteleras se ven más directamente beneficiadas por la mejora del turismo doméstico (sobre todo Meliá, dado que casi la mitad de sus ingresos se obtienen en España), en el caso de IAG, sólo un 16% de sus ingresos se generan en España. A cambio, British Airways aporta el crecimiento que están experimentando los vuelos de negocios. Para Lizán, en cambio, los 7 euros a los que ahora cotiza IAG son más para vender que para comprar. De hecho, él deshizo posiciones cuando cotizaba a poco más de 6 euros. A vender ha rebajado su recomendación Bankinter sobre el valor, dado lo cerca que está de su precio objetivo (7,3 euros por acción).
El incremento del número de viajeros tiene que favorecer a Aena, porque gestiona los aeropuertos españoles. Óscar Rodríguez, de Banco Sabadell, cree que, a nivel operativo, lo va hacer muy bien, por las buenas cifras de tráfico, pero el problema es que cotiza a niveles exigentes. Rodríguez, que insiste en que a corto plazo el incremento del tráfico de turistas y de viajeros nacionales es un buena noticia, añade el riesgo que conlleva a medio plazo: ello implica que en 2021, cuando toque la revisión de las tarifas, se hará muy a la baja. Los analistas de Citi, tras la presentación de resultados del primer trimestre, elevaron sus previsiones para el año, pero tienen una recomendación neutral, porque, pese a las fortalezas que ven en la compañía (su fuerte y sostenible generación de caja y que sea el segundo grupo de aeropuertos que más crece en Europa), no le ven potencial alcista tras su fuerte subida.
Amadeus y eDreams
¿Qué pasa con los intermediarios, los que ayudan a las aerolíneas a vender sus billetes y a los viajeros a encontrar viajes, es decir, con Amadeus y eDreams?
Respecto a la primera, Sánchez apunta que la han tenido en cartera y que ya no, porque han rotado a valores cíclicos. También ha sido una de las inversiones de Aspas, pero cree que está cara. Aunque, según Lizán, no tiene mucho riesgo de caer, si no hay noticias como la del viernes: Iberia aplicará un suplemento a los billetes vendidos a través de Amadeus. Ruiz de Garibay recuerda que está en niveles récord y apunta que es posible que sus resultados vayan de más a menos, debido a que observa una caída del tráfico a nivel mundial. Por eso, en su firma están más cautos con el valor.
También hay disparidad de opiniones sobre eDreams. Lizán apuesta por ella debido al cambio del 'management' y a los buenos resultados que ha ido presentando en los últimos trimestres. Entró a dos euros y aún mantiene la posición. En cambio, Antonio Aspas no ve que la compañía tenga ninguna ventaja competitiva, lo que provoca que los márgenes con los que trabaja sean bajos. Carlos Camacho, de Rural Caja, comenta que si bien el sector en el que opera lo hace muy bien, el problema es que eDreams es muy pequeña y poco seguida por los analistas.
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