La renuncia de Javier Fernández allana el camino al liderazgo a los 'sanchistas'
La confirmación de su adiós deja tocados a los suyos, divididos entre los que se resignan a perder la mayoría y quienes desean dar la batalla
La decisión de Javier Fernández de echarse a un lado y no optar a otro mandato como secretario general despeja bastante -aunque no definitivamente- el panorama en el socialismo asturiano. Sin quien ha ostentado el poder durante los últimos 17 años en escena, es mayoritaria la interpretación de que el camino para que los afines a Pedro Sánchez asuman el liderazgo del PSOE en la región queda expedito. Es verdad que hasta el congreso de septiembre queda mucho y que habrá que ver si se impone un mínimo grado de concordia o si se va a una guerra abierta, pero a estas alturas da la sensación de que quienes en estos meses han respaldado a Susana Díaz, en torno a la figura de Fernández, tienen muy difícil hacer frente al empuje del 'sanchismo'.
No es de extrañar que el lunes, horas después de confirmarse la contundente victoria de Sánchez, sus partidarios saliesen a escena dando por hecho que Fernández, que pese a la neutralidad de su cargo como presidente de la gestora había volcado al aparato de la Federación Socialista Asturiana en apoyo de Susana Díaz, quedaba prácticamente inhabilitado para seguir al frente del partido en la región. Los 'sanchistas' eran conscientes de que, con el hasta ahora todopoderoso secretario general fuera de la escena, todo sería mucho más fácil.
A partir de esa convicción, solo quedaba esperar, dejar correr el tiempo. Salvo algún aguijonazo de primera hora, la estrategia 'sanchista' pasó por esperar, optar por el entendimiento con la dirección de la FSA para preparar el congreso de mañana en el que se elige a los delegados al cónclave federal de junio, y evitar el enfrentamiento. Todo a la expectativa de la decisión de Javier Fernández.
Que llegó ayer y que produjo una mezcla de sensaciones entre los partidarios del todavía secretario general. Predominaba la tristeza general. En muchos, la comprensión con la decisión tomada. En otros, un punto de enfado por el hecho de que Fernández, «después de todo lo que nos hemos expuesto en esta batalla», renuncie al último asalto.
El futuro está, de momento, abierto. Se apunta al desarrollo del congreso federal de junio como clave para ver si es factible un acuerdo posterior en Asturias. Entre los 'susanistas' se duda de si hay margen de maniobra para combatir la efervescencia 'sanchista' aunque hay quien se siente «con fuerzas» para, llegado el caso y si no es posible limar asperezas, dar la pelea.
Se suceden, igualmente, las quinielas de posibles aspirantes a ocupar el puesto que ahora tiene Fernández. En el 'sanchismo' el nombre que más se ha comentado es el de Adrián Barbón, pero se insiste en que «hay mucho banquillo».
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