lunes, 29 de mayo de 2017

Relevo en la cúpula Socialista....

Los 'sanchistas' dominan el precongreso y avanzan en su control del partido en Asturias

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Adriana Lastra y Wenceslao López conversan minutos antes de comenzar el precongreso. / ÁLEX PIÑA
  • Aprueban todas sus enmiendas ante las críticas de los 'susanistas', que les acusan de imponer el discurso del secretario general y «hurtar el debate»

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El ambiente del precongreso de la Federación Socialista Asturiana (FSA) se fue caldeando por momentos, según se iba entrando en harina. La jornada empezó con tiranteces. Pese a la tregua firmada para la aprobación de una lista conjunta de los delegados que participarán en el congreso federal, ésta ni tan siquiera consiguió el apoyo unánime de los presentes e, incluso, hubo tachaduras por parte de los 'susanistas' para mostrar su descontento con la presencia de Adriana Lastra y José Luis Alperi en la misma. Pero la grieta abierta entre los socialistas asturianos se hizo más evidente aún a la hora de debatir las enmiendas que los 'sanchistas' traían bajo el brazo para cambiar de arriba a abajo la parte de la ponencia ideada por la gestora que hace referencia al modelo del partido. Lo que el alcalde de Laviana, Adrián Barbón, uno de los nombres que suenan con más fuerza para suceder a Javier Fernández al frente de la FSA, calificó ayer a la entrada del precongreso de «puesta a punto» y «reseteo».
Los afines a Sánchez ganaron el pulso de forma holgada y consiguieron dominar el congreso hasta el punto de que introdujeron sin mayores problemas -«como una apisonadora», en palabras de un dirigente afín a Susana Díaz- todas sus enmiendas. Los 'susanistas', por su parte, recibieron el golpe como una «imposición insólita» del proyecto político del candidato ganador, en este caso de Pedro Sánchez, y mantienen que es un planteamiento erróneo considerar que con su victoria puede «hurtar el debate» político e impedir, incluso, la posibilidad de alcanzar acuerdos consensuados. «Llegaron con el documento de Pedro Sánchez arrasando con todo. No dan pie a discutir nada y lo votan todo en bloque», se quejaban los 'susanistas', que respondieron votando en contra de los dictámenes de las comisiones políticas, económicas y orgánicas, al no compartir el resultado de las mismas tras la introducción de las enmiendas, algo que sirvió de poco por estar en minoría, pero que los 'sanchistas' calificaron de «insólito». Igual que el hecho de que ni Javier Fernández, en su calidad de secretario general, ni tampoco Jesús Gutiérrez, secretario de Organización, estuvieran presentes en la clausura del cónclave.
Los partidarios del recién reelegido secretario general consiguieron introducir sin problemas todas y cada una de sus propuestas. Desde la exigencia de que la militancia no solo elija a los líderes, sino que también decida sobre los pactos postelectorales; hasta ampliar las primarias abiertas para el candidato de los ejecutivos autonómicos, así como a las alcaldías y la cabeza de lista al Parlamento o introduce la doble vuelta. Y, tal y como prometió en campaña electoral Pedro Sánchez, quedaron establecidas en el documento nuevas reglas para que no se vuelva a repetir lo ocurrido el pasado 1 de octubre. Esto es, la revocación o censura de un secretario general requerirá ser motivada y acordada por un mínimo del 51% de los votos del comité federal u órgano equiparable a nivel territorial y deberá ser aprobada por la militancia en consulta. Se aprobó igualmente que la duración de la gestora no podrá superar los 90 días, la necesidad de la rendición de cuentas de todos los cargos del partido, la no acumulación de cargos y una amplia lista de enmiendas con las que, resumieron ayer los 'sanchistas', se busca un «cambio radical en el discurso político y en el modelo de partido».
El carbón, en el preámbulo
Un nuevo discurso político en el que Sánchez quiere situar al carbón como una de las prioridades, para lo que se aprobó una enmienda por la que se incluye en el preámbulo de la ponencia una referencia explícita a la defensa del mantenimiento de las ayudas al sector, proponiendo un trato específico a favor de las comarcas mineras. El gesto, defienden los 'sanchistas', busca reconocer la situación del carbón como «un problema político de primera magnitud», aunque el sector afín a Susana Díaz considera que es una cuestión «intrascendente» porque lo importante es el desarrollo de la problemática en la propia ponencia y no en el preámbulo.
En total se aprobaron 333 enmiendas. No sólo las de Pedro Sánchez, sino también otras planteadas por Izquierda Socialista o por diferentes agrupaciones locales. Incluso una de Juventudes Socialistas de Asturias, inicialmente rechazada en la comisión, pero aprobada en el plenario, en la que se defiende que la representación de Juventudes en el federal sea de entre el 2 y el 5%, en función de su afiliación, al igual que ocurre en los congresos autonómicos y provinciales.

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